Un proyecto de colaboración en el Reino Unido tiene como objetivo ofrecer una solución de alimentación alternativa al salmón de piscifactoría del Atlántico que pueda ayudar a aliviar la presión sobre los recursos marinos sometidos a estrés.
El proyecto servirá como prueba de concepto y como posible solución a la cuestión de la sostenibilidad en el suministro de aceites de pescado a los peces de piscifactoría. Los ensayos que se están llevando a cabo en Escocia han utilizado aceites de una planta oleaginosa modificada genéticamente (GM) llamada Camelina. El científico de plantas, el profesor Johnathan Napier de Rothamsted Research, ha estado explorando durante mucho tiempo cómo desarrollar una fuente sostenible de omega-3 utilizando plantas transgénicas. «Se ha tardado una década en desarrollar plantas capaces de producir los aceites y de ser utilizadas en la acuicultura», dijo el profesor Napier. La camelina modificada tiene altos niveles de los beneficiosos ácidos grasos Omega-3, lo que demuestra que es una fuente segura y rentable de éstos para los piensos de la acuicultura. «Una porción del salmón de piscifactoría tiene hoy en día aproximadamente la mitad del nivel de los ácidos grasos Omega-3, EPA y DHA, en comparación con hace diez años», aconseja su colega investigador y nutricionista de peces, el profesor Douglas Tocher de la Universidad de Stirling. Esta investigación pretende devolver los niveles de aceites grasos omega-3 en el pescado de piscifactoría a los niveles de hace una década. «Esta tecnología de modificación genética se muestra muy prometedora como solución para ayudar a que la piscicultura siga siendo aún más sostenible y continúe creciendo como industria», concluye Napier.