Alimentando al mundo: Comer más maíz

Podemos alimentar al mundo si los humanos cambian sus elecciones alimenticias. Esto implicará comer más maíz, por ejemplo.

A menudo se dice que tenemos que producir más cultivos y proteína animal para alimentar a la creciente población mundial. Sin embargo, el reto de producir de manera sostenible suficientes alimentos para la creciente población mundial no se resolverá necesariamente con un aumento de la producción, según afirman los investigadores de la Universidad de Lancaster en un nuevo artículo publicado en Elementa.

Cambios fundamentales en la dieta humana

Los investigadores exploraron si podríamos alimentar a una población creciente con los alimentos que ya producimos. Tienen la hipótesis de que la actual producción de cultivos es suficiente para proporcionar suficientes alimentos sanos para los 9.700 millones de personas que se prevé que habrá en el mundo en 2050, aunque esto requerirá cambios radicales en el comportamiento.

Lo que es más importante, los investigadores dicen que es necesario que haya cambios fundamentales en la dieta humana, sustituyendo la mayor parte de la carne y los productos lácteos por alternativas de base vegetal, y una mayor disposición a comer cultivos como el maíz que actualmente se alimentan de animales.

Si seguimos alimentando a los animales con este tipo de cultivos (solamente), los investigadores calcularon que necesitaremos un aumento del 119% en los cultivos comestibles cultivados para el año 2050. Los investigadores reconocen que la carne y los productos lácteos, en particular los que se producen a partir de residuos de pastos y cultivos de cereales, pueden ser importantes para las personas que no tienen acceso a diversos tipos de alimentos y que no pueden acceder a los suplementos dietéticos.

Acceso a una dieta sana y equilibrada

Los investigadores llegan a la conclusión de que puede considerarse que un sistema alimentario mundial sostenible, tanto desde el punto de vista del medio ambiente como de la salud y el bienestar humanos, tiene cuatro requisitos.

  1. La producción de alimentos debe ser suficiente, en cantidad y calidad, para alimentar a la población mundial sin repercusiones ambientales inaceptables.
  2. La distribución de los alimentos debe ser suficientemente eficiente, de manera que una diversa gama de alimentos que contengan una nutrición adecuada esté disponible para todos, una vez más sin impactos ambientales inaceptables.
  3. Las condiciones socioeconómicas deben ser suficientemente equitativas, de manera que todos los consumidores puedan acceder a la cantidad y variedad de alimentos necesarios para permitir una dieta saludable.
  4. Los consumidores deben poder tomar decisiones informadas y racionales, de manera que consuman una dieta sana y ambientalmente sostenible.

Es discutible si la sociedad mundial puede adaptarse o no a estos 4 requisitos extremadamente difíciles, dados los enormes y complejos obstáculos de la economía política actual, las normas socioculturales y las desigualdades en materia de riqueza, acceso y poder social.

En este estudio, los investigadores no tuvieron en cuenta los cambios en el rendimiento de los cultivos, como los que pueden derivarse de las nuevas tecnologías, el uso de la tierra o los cambios demográficos, las prácticas agrícolas o el cambio climático, sino que simplemente mantuvieron el rendimiento de los cultivos en los niveles de 2013.

[Fuente: ScienceDaily]

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