Según datos recientes, 2022 ha sido el quinto año consecutivo más caluroso en todo el mundo, continuando la tendencia al calentamiento del planeta a largo plazo. Según los científicos, las temperaturas aumentarán aún más en 2023, cuando La Niña llegue a su fin. ¿Qué significará esto para el ganado?
No hace mucho asistí a un par de eventos, uno centrado en la sanidad porcina y otro en la avícola. En ambos se abordó el tema del estrés térmico. Escuchando las diversas presentaciones, quedó claro que el estrés térmico tiene un impacto significativo en el ganado de muchas maneras. Puede repercutir negativamente en la salud, el crecimiento y la productividad del animal, y no sólo se limita a los climas cálidos y húmedos. Los efectos del calentamiento global se dejan sentir en todo el mundo.
Hay muchas formas de paliar las consecuencias negativas del estrés térmico, pero también es importante reconocer los síntomas antes de que los efectos sean irreversibles. Esta sección especial abarca desde el uso de extractos de plantas, algas, levaduras y otros suplementos para mitigar los efectos del estrés térmico hasta la edición genética para que el ganado sea más tolerante al calor.
El tiempo es algo que no se puede controlar, pero existen soluciones para gestionar eficazmente el estrés térmico, soluciones que se adaptan tanto a las necesidades del ganadero como a las de los animales. Garantizando la salud y el bienestar de su ganado, y manteniendo a su vez su productividad y rentabilidad.