En África, el gusano invasor del otoño (FAW) se está convirtiendo en una grave preocupación. Tiene consecuencias devastadoras para los cultivos de maíz, de los que la región depende para la alimentación humana y animal. Un enemigo natural, las avispas, puede ayudar a controlar esta plaga que destruye los cultivos
Las FAW son nativas de América del Norte y del Sur. Destruyen las plantas jóvenes, atacando sus puntos de crecimiento y excavando en las mazorcas. Hace unos 5 años se descubrió por primera vez en partes de África Occidental y se confirmó su presencia en Nigeria y Santo Tomé
Hasta 20 millones de toneladas de maíz destruidas
La FAW tiene como objetivo principal el maíz, cuyo cultivo representa en África una de las fuentes más importantes de seguridad alimentaria, generación de ingresos y empleo para más de 300 millones de personas. La reciente invasión del gusano militar del otoño ha provocado pérdidas de entre 8 y 20 millones de toneladas de maíz en todo el continente. Esto tiene consecuencias significativas y de gran alcance tanto en la alimentación humana como en la animal
Uso de insecticidas para combatir la invasión del gusano militar del otoño
Aunque se utilizan insecticidas químicos de amplio espectro para intentar controlar la invasión de la FAW, en Etiopía y Kenia, más del 50% de los productores de maíz informaron de que sólo proporcionan un control marginal o son ineficaces
Cultivo intercalado de maíz y leguminosas, bioplaguicidas y avispas
Desde que se detectó por primera vez la presencia de la FAW en África oriental, el Centro Internacional de Fisiología y Ecología de los Insectos (ICIPE) aunó esfuerzos con socios nacionales e internacionales para investigar y comprender mejor la ecología de la plaga en África. Además, para trabajar en el desarrollo de estrategias de gestión sostenibles y adaptadas a las condiciones africanas. Los cultivos intercalados de maíz y leguminosas y los bioplaguicidas han demostrado ser clave como parte de una estrategia de gestión sostenible de la FAW, pero también nació otra iniciativa: la liberación de miles de enemigos naturales autóctonos (también conocidos como amigos de los agricultores), concretamente avispas, en Kenia
Liberación masiva de enemigos naturales para parasitar la FAW
«Aunque el gusano militar del otoño es una plaga invasora foránea, nuestra investigación ha desvelado información importante sobre especies parasitoides autóctonas ampliamente distribuidas en África, como Telenomus remus, Trichogramma chilonis y Cotesia icipe, y su capacidad para parasitar y matar con éxito a la plaga invasora», afirma la Dra. Samira Mohamed, científica principal del ICIPE. El enfoque del equipo se centró en evaluar el rendimiento de estos parasitoides autóctonos en las distintas fases de vida del gusano militar del otoño para identificar el más eficaz
La liberación de la avispa muestra resultados alentadores
Hacia finales de 2020, el ICIPE, junto con sus socios en Kenia, se embarcó en la producción y liberación masiva de estos parasitoides en los puntos conflictivos del gusano militar del otoño, junto con otras tecnologías de gestión ecológicas. Hasta ahora, se han liberado en cinco condados de Kenia más de 140.000 avispas de Telenomus remus y Trichogramma chilonis, que parasitan los huevos del gusano militar del otoño, y 5.000 avispas de Cotesia icipe, que parasitan las primeras fases larvarias del gusano militar del otoño, con resultados muy alentadores: «Más allá de Kenia, nuestros planes futuros son ampliar la liberación de parasitoides a otros países de África oriental», afirma el Dr. Sevgan Subramanian, científico principal del ICIPE
Reducir la población de FAW
Las evaluaciones iniciales en el campo después de la liberación revelaron que las tasas de parasitismo del gusano militar del otoño en el campo aumentaron en un 55%, 50% y 38%, para Trichogramma chilonis, Telenomus remus y Cotesia icipe, respectivamente. «Los parasitoides liberados trabajan de forma sinérgica para reducir la población del gusano militar del otoño atacando las diferentes etapas de desarrollo (huevos y larvas) de la plaga. Sin embargo, para que estos parasitoides puedan contribuir eficazmente a la supresión de la plaga, es necesario conservarlos reduciendo al mínimo la aplicación de insecticidas químicos de amplio espectro», añadió el Dr. Mohamed
El uso de insecticidas es perjudicial para la supervivencia de las avispas
«La conservación y el aumento efectivos de estos enemigos naturales son fundamentales para el éxito del control biológico de la FAW en África. Sin embargo, los actuales métodos de control de las FAW, ampliamente practicados y basados en el uso de pesticidas sintéticos, van en detrimento de la conservación de los enemigos naturales autóctonos», afirma Subramanian, y añade: «De ahí que la conservación de los enemigos naturales requiera que tanto los cultivadores de maíz como los responsables de la política agrícola conozcan, promuevan y adopten estrategias de gestión sostenible de las FAW.»
Las avispas, a diferencia de la eliminación de la FAW, podrían mantener los niveles
Subramanian concluye que, en general, los enemigos naturales, y en concreto los parasitoides, funcionan en función de la densidad: «En este sentido, es muy poco probable que eliminen a su huésped, en este caso la FAW. Sin embargo, si se conservan bien, pueden suprimir significativamente la población de la plaga y, cuando se utilizan en un enfoque holístico de GIP, sin duda mantendrán la plaga por debajo de los niveles económicamente perjudiciales.»