Comienza en Rusia la producción de aditivos para piensos a partir del cannabis

Está previsto que en 2023 se ponga en marcha en la República de Tatarstán la primera planta rusa de procesamiento de cannabis, lo que allanará el camino a la comercialización de aditivos para piensos a base de cáñamo.

Dinar Shakirzyanov, director general de la Asociación de Criadores y Procesadores de Cáñamo, declaró al medio local RBC que la planta se centraría principalmente en la fabricación de un aditivo único para piensos a partir del cáñamo industrial.

«Aumentamos la eficacia de la ración básica de pienso gracias a la microbiología y las enzimas presentes en nuestro suplemento, además de incrementar el valor nutritivo del pienso con [el uso de] torta de cáñamo», explica Shakirzyanov, que añade que hasta ahora no se ha permitido el uso de la ayuda industrial en la producción de piensos en el país, pero esto está a punto de cambiar. «La certificación del producto está prevista para julio, así que en agosto ya podríamos entrar en el mercado»

No ha sido un camino de rosas

La planta de procesamiento de cáñamo recorrió un camino espinoso. Shakirzyanov recordó que la idea original de poner en marcha una operación de este tipo en Tatarstán pertenecía a un grupo de inversores japoneses. Añadió que, por diversas razones, se retiraron del proyecto, pero la iniciativa no se abandonó.

Vieja tecnología soviética

Para procesar principalmente el cáñamo, Shakirzyanov añadió que se encontraron equipos en desuso de la época soviética. Los inversores planean «restaurarlo, automatizarlo y comprar algo más» para que la instalación sea operativa. Shakirzyanov no ha facilitado más información sobre la tecnología de producción.

Este año se han sembrado 150 ha de cáñamo técnico en Tatarstán. En 2024, la superficie de cultivo se ampliará a 2.000 ha. Los inversores tienen previsto abastecerse de semillas de un proveedor local, Mordovian Hemp Plants LLC.

Una herramienta contra las sanciones

Irina Kupriakhina, presidenta de la junta del sindicato de la industria ligera de Tatarstán, recordó que el cáñamo no es totalmente nuevo para la república. Los agricultores locales lo cultivaron hasta los años sesenta, cuando se prohibió su cultivo en todo el país.

«¿Por qué [reanudar la producción de cáñamo] ahora? En primer lugar, volvemos a esta planta debido a las sanciones; tenemos que buscar soluciones sobre qué podemos producir y qué cultivar. En cuanto se acordaron, [los inversores] decidieron que el cáñamo era adecuado; se podía cultivar», dijo Kupryakhina.

Shakirzyanov subrayó que el aditivo para piensos se basará en el cáñamo técnico, no en el medicinal. La diferencia clave es que el cáñamo técnico no contiene ciertos cannabinoides de la planta de cannabis que los hacen psicoactivos.