Consejos prácticos para una calidad óptima del ensilado

A fin de cuentas, la planificación y la gestión adecuadas del ensilado, utilizando las herramientas y los productos adecuados (plástico, inoculantes) representan algunas inversiones que realmente se amortizan. Esta fue una de las conclusiones de un seminario sobre lácteos organizado recientemente por Lallemand Animal Nutrition.

La parte de forraje cultivado en la granja en la ración de la lechería está aumentando, ya que se ve como una buena manera de seguir siendo rentable. Al mismo tiempo, la calidad debe ser vigilada, ya que el forraje fresco contiene entre un millón y un billón de microorganismos por gramo de materia seca (MS), buena (bacterias acidificantes como las del ácido láctico) o mala (clostridios etc.).

El proceso de ensilado es, por lo tanto, un verdadero campo de batalla entre estos micro-soldados, cuyo resultado es crítico para la calidad del forraje. En este artículo echamos un vistazo a cada fase del proceso de ensilado, su impacto en la calidad final del forraje y cómo mantenerlo bajo control en la práctica.

¿Qué sucede durante el ensilado?

El ensilado es un proceso de 4 etapas.

1. Fase aeróbica: sólo dura unas pocas horas, mientras que el oxígeno en la pinza se reduce.

2. Etapa de fermentación: comienza cuando el silo es anaeróbico. Puede durar varias semanas. Es cuando se produce la acidificación, cuando las bacterias del ácido láctico (BL) presentes en el forraje transforman los azúcares en ácido láctico. El pH baja a 3,7-5,0. Las bacterias no deseadas, sensibles a un pH bajo, se inactivan. La acidificación es el paso clave de la fabricación de ensilaje – debe ser lo más rápido posible para limitar el desarrollo de bacterias no deseadas.

3. A continuación sigue una fase estable: una vez que se completa la acidificación, se producen pocos cambios mientras el silo permanezca hermético. El número de microorganismos disminuye a un pH bajo, algunos permanecen activos (por ejemplo, L. buchneri), mientras que otros permanecen inactivos, como los Clostridios y los bacilos que pueden sobrevivir como esporas.

4. Alimentación: cuando se abre el silo, el aire penetra por la cara del silo y los microorganismos aeróbicos pueden volver a activarse, como los mohos, las bacterias de la descomposición o las levaduras.

Pero, ¿qué puede salir mal y cuáles son las soluciones preventivas? Lea el artículo completo en DairyGlobal.net.

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