La publicación constante de los resultados actualizados de las encuestas, así como las experiencias directas sobre el terreno, confirman que la presencia de micotoxinas es uno de los principales retos a los que se enfrentan los agricultores y los nutricionistas.
En este escenario, un aglutinante de micotoxinas eficaz sería una herramienta razonable, en términos de eficacia y costo, para evitar problemas relacionados con la micotoxicosis en animales alimentados con una dieta contaminada. ¿Pero cómo elegir el correcto entre la enorme gama de productos que ofrece el mercado?
Como característica general, el aglutinante de micotoxinas ideal debe ser efectivo a diferentes pH, debe ser estable durante el proceso de alimentación y no puede ser digerible. También debe aglutinar una amplia gama de micotoxinas y mantenerlas aglutinadas a lo largo de todo el tracto gastrointestinal (GIT) para promover su excreción en las heces. Por último, no puede unirse a los nutrientes esenciales. Así que en pocas palabras: el aglutinante tiene que poseer una eficacia directa in vivo probada. La evaluación de la eficacia indirecta in-vivo de un aglutinante, como por ejemplo el rendimiento animal, podría ser un criterio válido si se combina con uno de los criterios directos mencionados anteriormente.
Múltiples pruebas y ensayos
Kemin siempre se centra en determinar la eficacia directa de sus aglutinantes de micotoxinas mediante pruebas de aglutinación in vitro y ensayos in vivo. El primer enfoque consiste en realizar pruebas in vitro bien diseñadas para evaluar, de forma rápida y rentable, la actividad de unión tanto de los ingredientes activos como de los productos comerciales, para una variedad de micotoxinas.
Con este fin, los científicos de Kemin han puesto en práctica una prueba de enlace dosis-respuesta relacionada con el pH, basada en un método publicado por Döll y otros en 2004. Este método específico de análisis evalúa la capacidad de mayores dosis de un ingrediente/producto activo, para ligar una cantidad estándar de cada micotoxina probada, a un pH preestablecido. Para comparar 2 o más muestras, se aplica el método de la dosis C50. Esto representa la dosis de un ingrediente/producto activo capaz de unirse al 50% de una cantidad específica de cada micotoxina. Cuanto menor sea la proporción de aglutinante:micotoxina para alcanzar el 50% de capacidad de aglutinamiento, más eficiente es su característica de aglutinamiento. La figura 1 es un ejemplo de la eficacia de la unión de la zearalenona de algunos productos comerciales.
Enfoque in vivo
El enfoque in-vivo es la mejor manera de evaluar un aglutinante de micotoxinas para comprender plenamente su modo de acción y evaluar su eficacia de manera directa. En el cuadro 1 se resumen los resultados de los diferentes ensayos in vivo sobre los parámetros que influyen directamente en una provocación de micotoxinas. Los resultados positivos presentados anteriormente se confirman con la recuperación del rendimiento del grupo que recibe el aglutinante de micotoxinas, en comparación con el nivel de rendimiento del grupo que recibe el alimento en blanco.
La prueba in-vivo extra directa es destacada por un reciente ensayo toxicocinético en lechones, desafiado con OTA, ZEA y DON. En este ensayo, el nivel de estas micotoxinas y de sus respectivos metabolitos fueron monitoreados en el plasma, que fue recolectado en diferentes puntos de tiempo después del desafío. El uso de un grupo de control positivo (desafiado con micotoxinas) y un grupo tratado (mismo desafío + Toxfin XL), fue útil para determinar la eficacia del aglutinante: la absorción de micotoxinas se redujo, con diferencias altamente significativas para ZEA.
Contrapeso de los efectos adversos
Kemin sigue la filosofía de que los aglutinantes de micotoxinas deben ser formulados con ingredientes activos capaces de aglutinar una amplia gama de micotoxinas, para mantenerlas aglutinadas a lo largo del GIT y así promover su excreción a través de las heces. De esta manera, los efectos adversos directos de las micotoxinas son contrarrestados.