El gobierno de EE.UU. está financiando pruebas para determinar si el cultivo de microalgas con dióxido de carbono capturado de las emisiones de las centrales eléctricas puede utilizarse como ingrediente eficaz en los piensos acuícolas.
La subvención de 2 millones de dólares del Departamento de Energía, que apoyará una asociación entre el equipo de investigación en acuicultura ecológica del University College Santa Cruz y Global Algae Innovations, estudiará si la microalga espirulina puede ayudar a paliar la crisis climática. La espirulina es una fuente de proteínas completas: una cucharada sopera (7 g) aporta 4 g de proteínas, así como una buena cantidad de vitamina B, cobre y hierro.
Las algas pueden absorber residuos de dióxido de carbono y utilizarlos para crecer. La biomasa de algas resultante se convierte en piensos, biocombustibles y otros productos.
Global Algae Innovations utilizará el dióxido de carbono capturado de los gases de combustión de las centrales eléctricas para cultivar y procesar la espirulina, tratando de maximizar la eficiencia energética y económica.
Ensayo sobre el sabor y los nutrientes de los piensos para peces
Pallab Sarker, profesor adjunto de estudios medioambientales en la UC Santa Cruz, probará el producto para conocer mejor sus características bioquímicas, incluidos nutrientes, antinutrientes, minerales y metales traza y pesados, en comparación con la espirulina cultivada convencionalmente.
A continuación, Sarker añadirá el producto a una fórmula experimental de alimentación de peces para ver hasta qué punto las truchas arco iris pueden digerir la espirulina cultivada con gas fluorado. Comprobará si les gusta el sabor y qué cantidad de nutrientes absorben y qué cantidad excretan con los desechos, en comparación con las versiones convencionales de las algas.
Dave Hazlebeck, Consejero Delegado de Global Algae Innovations, declaró que la empresa disponía de la tecnología para cultivar algas a bajo coste, pero necesitaba el respaldo de la investigación para modificar y optimizar la biomasa: «Ésta es nuestra primera prueba a largo plazo y en profundidad en la que intentamos cultivar algas específicamente para piensos para peces, así que ha sido una empresa conjunta desde el principio».
Si tiene éxito con la trucha arco iris, Sarker afirma que la espirulina puede convertirse en una fuente alternativa de proteínas sostenible y de alto rendimiento que sustituya a los ingredientes convencionales de los piensos para peces, como los productos de la pesca salvaje o los cultivos terrestres.