Las micotoxinas causan una variedad de síntomas en los cerdos, que van desde el rechazo del alimento y la disminución del rendimiento del crecimiento hasta la alteración de la capacidad reproductiva y los problemas de inmunidad. Sin embargo, el primer objetivo de las micotoxinas, que pueden tener uno de los efectos más influyentes en los cerdos, es la salud intestinal.
Muchas micotoxinas tienen propiedades citotóxicas y pro-oxidativas, que pueden dañar los tejidos intestinales y alterar las funciones intestinales. Este impacto en la salud intestinal puede afectar posteriormente el rendimiento de los cerdos. Esto se debe a que el tracto gastrointestinal es el primer órgano que se encuentra con micotoxinas cuando los cerdos están expuestos a alimentos contaminados. Los intestinos no sólo servirán como vía de entrada de las micotoxinas al resto del cuerpo, sino que los efectos directos de las micotoxinas en el sistema digestivo pueden tener efectos significativos en la salud de los cerdos. Al consumir micotoxinas, puede haber inflamación y necrosis del tracto gastrointestinal, así como cambios en las funciones de los enterocitos intestinales e incluso respuestas inmunológicas a nivel intestinal (Alizadeh y otros, 2015).
Estos efectos pueden conducir a un rendimiento deficiente y a una pérdida de productividad. Las micotoxinas del tricoteceno, como el deoxinivalenol (alias DON o vomitoxina) y la toxina T2, pueden causar algunos de los mayores daños al tracto intestinal. Las investigaciones demuestran que la exposición a DON puede perjudicar los sistemas de transporte de glucosa a través de la pared intestinal en el yeyuno, lo que a su vez puede alterar la absorción de nutrientes (Awad et al., 2004). El consumo de alimentos contaminados también puede reducir la altura de las vellosidades y la superficie del yeyuno (Alizadeh et al., 2015; Figura 1). Además, la presencia de DON puede reducir la ocurrencia y la tasa de proliferación de células en el intestino. Estas células son importantes en los animales en crecimiento para el desarrollo del intestino y la máxima absorción de nutrientes. Comprometer su proliferación puede afectar negativamente al animal durante todo el período de crecimiento. La exposición a las micotoxinas puede causar daños oxidativos en muchas partes del cuerpo, incluyendo las células epiteliales intestinales. En los lechones, se ha documentado la oxidación de lípidos en el yeyuno (Van Le Thanh et al., 2015). Las investigaciones también muestran que las micotoxinas como el DON pueden reducir la capacidad antioxidante total (Wu et al., 2014). Externamente, el aumento del estrés oxidativo puede manifestarse como un aumento de la tasa de conversión alimenticia (FCR) y una reducción del rendimiento.
Figura 1 – Fotomicrografías del tejido del yeyuno de los lechones después de alimentarlos con dietas de control (A) o de 0,9 mg/kg de deoxinivalenol (B) durante 10 días. La altura de los vellosidades se redujo significativamente (P< 0.001) and crypt depth significantly increased (P < 0.01) in pigs fed DON diets (adapted from Alizadeh et al.,2015).
Una consecuencia importante y a menudo mal diagnosticada de las micotoxinas es el efecto negativo que tienen en la microflora intestinal. Una alteración del equilibrio de la flora intestinal puede tener muchos efectos adversos en la salud del huésped. Varias micotoxinas del Fusarium están relacionadas con la alteración de la microflora y el aumento de los patógenos intestinales. Waché y otros (2009) encontraron que dosis bajas de DON pueden resultar en una alteración de la microflora gastrointestinal. El consumo de fumonisina también puede repercutir en las poblaciones microbianas intestinales, ya que las investigaciones muestran un aumento de la colonización de E. coli patógena en los intestinos delgado y grueso durante la infección por esta micotoxina (Oswald y otros, 2003). Dado que la preocupación por el uso de antibióticos sigue aumentando, el tratamiento de las micotoxinas podría desempeñar un papel aún más importante en la salud intestinal.
Figura 2 – Impacto potencial de las micotoxinas en los cerdos de cría basado en el nivel de riesgo medio de micotoxinas de los piensos completos para cerdos de América del Norte de noviembre de 2016 a febrero de 2017 (datos recogidos del laboratorio de servicios analíticos de micotoxinas Alltech 37+®).
El vínculo entre las micotoxinas y la rentabilidad
Cuando las micotoxinas impactan negativamente en los cerdos por medio de daños en el tracto intestinal, el sistema inmunológico o el sistema endocrino, el resultado puede ser una disminución del crecimiento y una subsiguiente disminución de la rentabilidad. Las predicciones generadas por Alltech, utilizando un programa*, basado en un resumen de la literatura científica, proporcionan ahora una nueva comprensión de cómo las micotoxinas pueden influir en la rentabilidad de los productores de cerdos. Basado en el nivel de riesgo promedio de micotoxinas de los datos para 2016 Norteamérica completa alimentos para cerdos (noviembre 2016 hasta febrero 2017), los cerdos de vivero pueden ver una pérdida potencial en la ganancia diaria de 34 g/día, un aumento de 1,3% en FCR y una pérdida total en el margen sobre el alimento (Figura 2). Se pueden calcular otras estimaciones de los efectos de las micotoxinas en los cerdos de engorde en base al mismo riesgo de micotoxinas. En este caso, los cerdos de engorde pueden ver una pérdida estimada promedio en la ganancia diaria de 53 g/día y un aumento del 1,7% en FCR (Figura 3). Esta pérdida de ganancia puede equivaler a una disminución total de 4,8 kg (10,6 libras) de arrastre de cadáveres por cerdo. Estos efectos en la disminución de la ganancia y el peso de la canal pueden ciertamente impactar en la rentabilidad del productor.
Figura 3 – Impacto potencial de micotoxinas en cerdos de crecimiento-final basado en el nivel de riesgo promedio de micotoxinas de los alimentos completos para cerdos en Norteamérica de noviembre de 2016 a febrero de 2017 (datos recogidos del laboratorio de servicios analíticos de micotoxinas Alltech 37+®).
Conclusiones
El consumo de micotoxinas por los cerdos puede tener fuertes repercusiones negativas en la salud gastrointestinal, entre ellas cambios en la síntesis de proteínas celulares, disminución de la altura de las vellosidades y/o aumento de la profundidad de las criptas, y aumento del estrés oxidativo (Maresca, 2013; Alizadeh y otros, 2015). La irritación y las lesiones causadas por estas micotoxinas pueden dificultar la digestión, lo que conduce a una mayor disponibilidad de nutrientes para los patógenos causantes de enfermedades. El análisis de la cosecha de maíz de América del Norte de 2016 mostró que el 42% de los granos muestreados presentaban un riesgo mayor para los cerdos de vivero y el 12% presentaba un riesgo medio. Se demostró que más del 96% de las muestras contenían múltiples micotoxinas, especialmente las producidas por los mohos de Fusarium. El alto riesgo de micotoxinas a partir de la cosecha de 2016 se debe a las malas condiciones climáticas que se produjeron en muchas regiones durante el crecimiento de los cultivos y la cosecha. El impacto de estas condiciones puede hacerse aún más evidente después del almacenamiento. Por consiguiente, los productores deben ser conscientes de los riesgos actuales y futuros y de cómo pueden afectar a sus cerdos.
*Alltech PROTECT Calculator™