Los cultivos alimentarios y forrajeros como el trigo pueden no ser lo suficientemente resistentes para soportar el cambio climático, según nuevas investigaciones.
La seguridad alimentaria depende de la resistencia de los cultivos de alimentos básicos a la variabilidad y los extremos climáticos, pero se desconoce la resistencia climática del trigo europeo. Por lo tanto, un grupo de investigadores europeos lo investigó más a fondo y escribió los resultados en el documento: Disminución de la resistencia climática del trigo europeo, publicado en PNAS (Actas de la Academia Nacional de Ciencias).
Falta de resistencia climática de los cultivos
Las condiciones climáticas tienen una gran influencia en la producción y la calidad de los cultivos cosechados. Estudios anteriores demostraron que la variabilidad y los extremos climáticos son responsables de un tercio de la variabilidad mundial en el rendimiento de los cultivos. La variabilidad climática explica entre el 31 y el 51% de la variabilidad del rendimiento del trigo en Europa occidental y entre el 23 y el 66% de la variabilidad del rendimiento del trigo en Europa oriental, mientras que en el sur de Europa, la variabilidad climática es responsable del 15 al 45% de la variabilidad del rendimiento en Italia y Grecia y de más del 75% en el sur de España. Por ello, el aumento de la resistencia climática de los cultivos se ha convertido en un factor crítico para estabilizar el suministro de alimentos. Los comerciantes de semillas y los agricultores gestionan anualmente la resistencia climática de los cultivos seleccionando conjuntos de cultivares para su venta y cultivo, mientras que los fitomejoradores contribuyen a la resistencia a largo plazo aportando la diversidad de respuestas entre los cultivares. Al mismo tiempo, la capacidad de un único genotipo de cultivo para funcionar bien en condiciones de variabilidad climática es limitada; por lo tanto, se requiere un conjunto de cultivares con diversas respuestas a las condiciones meteorológicas críticas para el rendimiento de los cultivos.
100.985 observaciones
En este estudio, los investigadores cuantificaron la diversidad de respuesta del trigo en 9 países europeos (Finlandia, Dinamarca, Alemania, Bélgica, Chequia, Francia, Eslovaquia, Italia y España). Los investigadores identificaron la variación de la diversidad de respuesta en los campos de los agricultores y demostraron la relación con la resistencia al clima. El conjunto de datos sobre el rendimiento de los cultivos comprendía 100.985 observaciones. Los datos muestran una disminución de la diversidad de respuesta del trigo en los campos de los agricultores en la mayoría de los países europeos después de 2002-2009.
La diversidad de respuestas por país:
Por país, la situación por diversidad de respuesta difiere un poco o comenzó más tarde. Los autores definieron los desiertos (baja diversidad) y los puntos calientes (alta diversidad).
República Checa: La mayor disminución de la diversidad de respuestas desde 2002. Esta evolución puede haber contribuido al estancamiento y a la mayor variabilidad de los rendimientos del trigo en la mayor parte de Europa durante el mismo período, lo que se ha atribuido principalmente al cambio climático. En cuanto a los demás países, vemos:
- Alemania: El declive comenzó en 2003
- España: La disminución comenzó en 2005 o antes (no se dispone de datos)
- Eslovaquia: La disminución comenzó en 2006
- Dinamarca: La disminución comenzó en 2009
- Finlandia: Aumento reciente de la diversidad de respuestas
- Bélgica: Desde 2006 se han producido variaciones bruscas y no se ha registrado ningún aumento
- Francia: No hay pruebas claras de un aumento después de 2008
- Eslovaquia: Un punto de diversidad de respuesta apareció en los ensayos en Eslovaquia
Introducción de nuevos incentivos y regulación
Esta evaluación sugiere que los actuales programas de mejoramiento y prácticas de selección de cultivares no están suficientemente preparados para la incertidumbre y la variabilidad climáticas. Por lo tanto, se necesita más investigación para avanzar en la comprensión de la base genética para el rendimiento y la calidad de la respuesta al clima. En el documento se afirma además que los planes de acción nacionales y la Política Agrícola Común de la Unión Europea son fundamentales para eliminar los actuales desincentivos e introducir nuevos incentivos y reglamentos para la diversidad en las respuestas de los cultivos a las incertidumbres climáticas. Sin embargo, los autores abordan que la reglamentación debe entrañar suficiente flexibilidad para permitir una gestión adaptativa y un aprendizaje colectivo continuo. La Comisión Europea podría incluir la diversificación efectiva mediante la evaluación y la gestión de la diversidad de las respuestas en su conjunto de medidas de gestión de riesgos para que las utilicen los Estados miembros a fin de apoyar unos ingresos agrícolas viables y la capacidad de recuperación para aumentar la seguridad alimentaria.
Fuente: PNAS