La gestión sostenible del estiércol tiene varios beneficios para el agricultor y el público en general, si se maneja correctamente. Es un recurso valioso, pero es una fuente que conlleva muchos retos y problemas de salud pública. Sin embargo, hay varias estrategias disponibles para manejar correctamente el estiércol animal.
La intensificación de la ganadería proporciona beneficios económicos a las comunidades rurales; sin embargo, tiene efectos negativos para el medio ambiente y la salud humana, sobre todo por la gestión ineficaz del estiércol. Además, los fertilizantes comerciales han sustituido principalmente el papel del estiércol como fuente primaria de nutrientes para la producción de cultivos. Aunque la cantidad de nutrientes del estiércol ha aumentado con el tiempo, la producción ganadera y la de los cultivos se han desintegrado, lo que ha dado lugar a un exceso de nutrientes en las explotaciones. Por lo tanto, la gestión del estiércol se ha convertido en un reto para muchos productores ganaderos, y es esencial una gestión sostenible del estiércol que equilibre las preocupaciones productivas, económicas y medioambientales de la generación, manipulación, procesamiento y uso final del estiércol. El desarrollo y la aplicación de tecnologías de gestión sostenible del estiércol para la ganadería requieren una inversión de tiempo y recursos y un enfoque estratégico que a menudo se extiende más allá de la puerta de la granja.
¿Qué es la gestión sostenible del estiércol?
La gestión sostenible del estiércol se describe como la recogida, el almacenamiento, el tratamiento y la aplicación eficaces de los nutrientes del estiércol en la producción de cultivos para utilizar la energía potencial asociada a los estiércoles y minimizar el transporte fuera de las instalaciones de posibles contaminantes y la contaminación ambiental. Por lo tanto, la selección de un sistema adecuado de gestión del estiércol es esencial para equilibrar las prioridades de producción de alimentos de la ganadería a gran escala, y para minimizar las consecuencias negativas medioambientales y sociales.
Beneficios medioambientales y económicos
Los beneficios medioambientales de la gestión sostenible del estiércol incluyen la prevención de los impactos negativos en el aire, el agua, el suelo, la fauna y el mar, la protección de la salud humana en las comunidades y en las instalaciones de gestión de residuos, la minimización de los riesgos asociados a los residuos, la mejora de la salud laboral, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de los residuos, la disminución de la basura y los olores, y la prevención de los riesgos de inundación. Las ventajas económicas incluyen el aumento de las oportunidades de negocio, la contribución al PIB, el ahorro para las empresas, especialmente en la extracción y el uso de recursos mediante acciones de prevención de residuos, actividades de recuperación y reciclaje, la consecución de ahorros económicos por las mejoras en la salud humana y el medio ambiente, lo que lleva a una mayor productividad, la reducción de los costes médicos, la mejora de la calidad ambiental y el mantenimiento de los servicios de los ecosistemas. Las ventajas sociales incluyen la creación de empleo, incluidos los puestos de trabajo de baja, media y alta cualificación, la integración y profesionalización del empleo en el sector informal, la creación de asentamientos humanos más atractivos y agradables y una mejor amenidad social, y el fomento de cambios en las actitudes y comportamientos de la comunidad.
La planificación es esencial
Es esencial contar con un plan de gestión del estiércol que abarque todos los aspectos de la recogida, el almacenamiento, el tratamiento y la aplicación del mismo. Además, el desarrollo de dietas modificadas que reduzcan la cantidad de nitrógeno y fósforo excretado, la provisión de tecnologías eficientes de almacenamiento y aplicación, el diseño de programas de aplicación a la tierra que optimicen el rendimiento y minimicen la pérdida de nutrientes, y la provisión de usos innovadores fuera de la granja para el exceso de estiércol son algunas estrategias para la gestión sostenible del estiércol. El transporte de estiércol a una explotación con déficit de nutrientes para la producción de cultivos es una solución directa para resolver el exceso de nutrientes del estiércol, para disminuir el riesgo de contaminación difusa y para reducir el potencial de pérdidas de nutrientes directamente desde las instalaciones de almacenamiento. Otra estrategia consiste en separar los nutrientes inorgánicos solubles de los purines utilizando membranas de cerámica polimérica. Además, la adición de aceite vegetal reciclado y filtrado sobre el estiércol líquido en las fosas de recogida de los establos disminuye las emisiones de olores y amoníaco en un 50% y la adición de nutrientes minerales y subproductos orgánicos al estiércol mejora su valor de uso final.
Retos de la gestión del estiércol
La aplicación de la tecnología optimiza la producción ganadera, mejora los sistemas de gestión del estiércol y protege el medio ambiente; sin embargo, requiere incluir costes adicionales en los precios de los productos animales para los consumidores. Además, la retirada rápida del estiércol de los edificios de producción mejora la calidad del aire dentro de los establos y la salud de los trabajadores de los mismos, pero es necesario desarrollar un sistema de recogida y manipulación del estiércol dentro de los establos. Además, la reubicación del estiércol tiene algunas limitaciones, como la falta de explotaciones con déficit de nutrientes en zonas con alta densidad ganadera, los olores desagradables, la transmisión de enfermedades y patógenos, la reticencia de otros agricultores a asumir los costes de almacenamiento, manipulación y aplicación de estiércol frente a los fertilizantes comerciales, y la competencia económica de otros generadores de nutrientes orgánicos. Además, la concentración de mayores volúmenes de estiércol y mayores cantidades de nutrientes en un lugar determinado aumenta el riesgo de contaminación de fuentes puntuales.
Factores que afectan a la gestión del estiércol
Varios factores, como el transporte del estiércol, las condiciones de funcionamiento de la digestión anaeróbica, el tratamiento, el almacenamiento, el transporte y la distribución del digestato, y la utilización del biogás, influyen en el rendimiento medioambiental de las instalaciones de manipulación del estiércol. Unas condiciones de funcionamiento ineficientes pueden hacer que las unidades de digestión anaeróbica sean la etapa más contaminante en términos de emisiones de dióxido de carbono, metano y dióxido de azufre. La reducción de la distancia media entre las plantas de biogás y las granjas minimiza los impactos ambientales negativos. Además, es necesario almacenar adecuadamente el digestato en tanques sellados durante al menos 3 a 6 meses antes de su aplicación en el campo para evitar la liberación de metano y amoníaco en el aire.
Leyes y reglamentos
Uno de los factores que afectan al futuro de la gestión del estiércol es el cumplimiento de las políticas y leyes internacionales, regionales y nacionales existentes sobre las prácticas de gestión del estiércol. Se espera que en un futuro próximo varios países promuevan prácticas sostenibles de gestión del estiércol acompañadas de la intensificación de la ganadería. La seguridad alimentaria y la preocupación por la salud mundial de los productos alimentarios comercializados, así como la disponibilidad de tecnologías de gestión del estiércol baratas, eficientes y fáciles de adaptar, son otros factores clave para configurar las futuras prácticas de gestión del estiércol. Se espera que las innovaciones en materia de reducción, reutilización y reciclaje de estiércol aumenten en el futuro.
La cooperación es vital para el futuro
La contaminación del estiércol tiene repercusiones negativas para el medio ambiente y la salud pública, por lo que la gestión sostenible del estiércol es importante para la industria ganadera. La gestión sostenible del estiércol requiere múltiples enfoques, entre ellos estrategias nutricionales, políticas, legislación y reglamentos eficaces, aplicación y cumplimiento adecuados, y tratamiento físico, biológico y químico del estiércol. Factores como la cadena de suministro de residuos, los parámetros regionales, las condiciones climáticas, las posibilidades tecnológicas, las políticas medioambientales, la salud humana, los aspectos ecológicos, el precio de mercado del producto y la demanda de los productos finales son esenciales para tomar decisiones sobre las mejores prácticas de gestión del estiércol. Además, es necesaria la cooperación entre los agricultores, los gobiernos y la industria privada para resolver los desequilibrios de nutrientes a largo plazo. Por último, es necesario seguir investigando para desarrollar, validar y optimizar sistemas y procesos que reduzcan los volúmenes de estiércol y los nutrientes mediante una mejor gestión del agua dentro y fuera de las naves de producción, un uso más eficiente de las materias primas por parte de los animales y la separación de las fases líquida y sólida del estiércol.