El aumento de la demanda de proteínas animales debido al incremento de la población requiere formas innovadoras de excluir las cargas que se ejercen sobre el sistema alimentario. Los aditivos fitogénicos para piensos ofrecen una solución rentable y sostenible para fomentar el rendimiento de la producción.
La producción avícola es el sector de mayor crecimiento de la industria ganadera y desempeña un papel fundamental en la seguridad alimentaria y la nutrición. Sin embargo, no debemos olvidar la carga medioambiental, social y económica que conlleva el aumento de la producción avícola. La futura demanda de productos avícolas se verá reformada por el cambio climático, las preocupaciones éticas y los factores socioculturales, entre otros. Por lo tanto, todas las partes interesadas a lo largo de la cadena de valor deben garantizar formas innovadoras y sostenibles de abordar estos factores.
Eficiencia alimentaria
La sostenibilidad es un tema candente en el discurso público. Siempre que se menciona, el impacto medioambiental es lo primero que viene a la mente. Los piensos son responsables de más del 60% de la huella medioambiental en la producción avícola, seguidos de la gestión del estiércol. Los piensos de alta calidad son esenciales para satisfacer las demandas nutricionales de las aves de corral. Los desequilibrios de nutrientes en la alimentación de las aves de corral comprometen la integridad de la salud intestinal, lo que provoca inflamación, excreción excesiva de nutrientes, formación de amoníaco y aumento de la humedad de la cama, que es una de las causas de las lesiones de las almohadillas de las patas. La eficiencia con la que el alimento se convierte en peso corporal no sólo proporciona valor económico, sino que también reduce la huella medioambiental en la producción avícola. La eficiencia de la alimentación se garantiza además aumentando la digestibilidad y la absorción de los nutrientes, ya que la producción de aves sanas requiere una cantidad de alimento considerablemente menor. Por lo tanto, las inversiones en fitógenos que mejoran el bienestar de los animales y la eficiencia alimentaria son una inversión en sostenibilidad y productividad.
Un mejor camino hacia el éxito
En lo que respecta a las exigencias de los clientes, la conciencia por el bienestar y la salud de los animales es cada vez mayor, lo que plantea requisitos adicionales que deben cumplirse para los productos avícolas. Durante décadas, los antibióticos promotores del crecimiento (AGP) se utilizaron como una apuesta segura para reducir las infecciones y favorecer la rentabilidad. Hoy en día, la conciencia de los peligros que suponen los AGP es generalizada, ya que alteran la flora intestinal natural de los animales y dan lugar a gérmenes resistentes a los antibióticos. En este caso, los aditivos fitógenos para piensos desempeñan un papel adicional en la estimulación del sistema inmunitario de las aves, haciéndolas más resistentes a las enfermedades y promoviendo un intestino sano. Todo ello tiene un impacto positivo en los pilares de la sostenibilidad: medioambiental, social y económico.
Naturalidad = sostenibilidad
Los fitógenos son un enfoque positivo de la naturaleza para transformar los sistemas alimentarios de forma más sostenible. De los muchos fitógenos, el lúpulo(Humulus lupulus) se ha utilizado durante mucho tiempo en la medicina y la producción de cerveza debido a su sabor amargo y sus propiedades antimicrobianas y conservantes. Contiene muchos fitoquímicos. Sus compuestos bioactivos específicos inhiben las bacterias grampositivas, lo que la convierte en una potencial alternativa natural al AGP en la alimentación animal. Además, los fitoquímicos pueden aliviar los problemas relacionados con el estrés, reducir la inflamación, favorecer el sistema inmunitario y, en definitiva, mejorar el rendimiento de los animales. Anta Phyt del Dr. Eckel es un ejemplo típico. Se trata de una formulación fitogénica que contiene compuestos bioactivos seleccionados de lúpulo y otros ingredientes de origen vegetal que actúan de forma sinérgica para favorecer la salud de la microflora del tracto digestivo. Varios estudios han demostrado el efecto beneficioso de este aditivo en la mejora de los parámetros de rendimiento, como el aumento de peso diario, la conversión alimenticia y los parámetros de bienestar animal.
Figura 1 – Anta Phyt puede reducir los efectos negativos de las difíciles condiciones de producción.
Alimentación sostenible
El cambio climático, la inmunidad y la salud de las aves de corral, la confianza de los consumidores, la calidad y la seguridad de los productos son varios de los factores que desafían la sostenibilidad del sector avícola. Los fitógenos ofrecen muchos beneficios, como la mejora del rendimiento y el bienestar de las aves, productos sanos y seguros para los consumidores y la protección del medio ambiente de forma sostenible. Un ensayo reciente ilustra estos beneficios. El ensayo comparó la eficacia de Anta Phyt (AP) con una dieta de control negativa desprovista de cualquier sustancia promotora de la salud intestinal durante 42 días en aves de engorde. Se indujo un estrés térmico cíclico en todas las aves mediante un sistema de calefacción eléctrica en el que la temperatura ambiente se mantuvo a unos 30 °C durante al menos 6 horas al día desde los 14 días hasta la cosecha. El grupo de aves que recibió el fitógeno registró un mejor crecimiento y FCR que el grupo de control negativo. La alimentación continua con AP durante todo el periodo de cría condujo a un peso final de más de 2 kg y a una ganancia adicional de 55 g que el grupo NC(Figura 1). Además, la humedad de la cama en el grupo que recibió AP fue menor que en el grupo NC.
Su aliado contra las pérdidas de rendimiento
Los resultados de este ensayo indican que Anta Phyt puede reducir los efectos negativos de las condiciones de producción difíciles, como un menor peso corporal y un mayor índice de conversión alimenticia. Por lo tanto, es una herramienta fiable para aliviar los efectos de las condiciones de producción difíciles y mantener el rendimiento y la estabilidad de la salud intestinal en los pollos de engorde criados comercialmente