La funcionalidad gastrointestinal efectiva es cada vez más importante en la nutrición y la salud de los animales, donde desempeña un papel fundamental en la producción rentable y sostenible. Pero, ¿qué sabemos realmente sobre la funcionalidad gastrointestinal?
La funcionalidad gastrointestinal se define como un estado estable en el que el microbioma y el tracto intestinal existen en equilibrio simbiótico, y en el que el bienestar y el rendimiento del animal no se ven limitados por la disfunción intestinal. La regulación de la función del tracto gastrointestinal (TIG) es un fenómeno multifactorial que abarca: una dieta adaptada, la integridad estructural y funcional de la barrera gastrointestinal, la interacción microbiota/hostal, la digestión y absorción efectivas del alimento, así como el bienestar y el estado inmunológico óptimos del animal.
La optimización de la funcionalidad gastrointestinal mediante el equilibrio de la composición del alimento y la microbiota es crucial para garantizar una utilización eficaz del alimento. Sin embargo, las nuevas pruebas científicas sugieren que factores no observados anteriormente pueden afectar a la función gastrointestinal óptima y dificultar el rendimiento de los animales. La comprensión de estas influencias permite transformar las estrategias nutricionales actuales, permitiendo que los animales de granja sean más resistentes a los desafíos ambientales y fisiológicos, al tiempo que optimizan su funcionalidad gastrointestinal, su rendimiento y su salud, véase la Figura 1.
Figura 1 – Principales componentes que contribuyen a la funcionalidad gastrointestinal.
Funcionalidad de los peptidoglicanos y de la TIG
El peptidoglicano (PGN), también conocido como mureína, es un polímero estructural compuesto de azúcares y aminoácidos que se produce de forma natural en las paredes celulares de las bacterias. El PGN representa hasta el 90% del peso seco en las bacterias Gram positivas – bacterias que pueblan aproximadamente el 75% de la microbiota en el tracto intestinal de las aves de corral y los cerdos. Las PGN son los principales componentes de los desechos de las células bacterianas que se liberan constantemente en el intestino a medida que las células bacterianas se dividen y mueren, creando una fuente abundante de PGN en el intestino. Como resultado, los desechos de células bacterianas pueden interferir físicamente con la función normal del intestino (Figura 2).
Figura 2 – Bacterias muertas y fragmentos de la pared celular bacteriana en el intestino.
Hasta hace poco, la presencia de biomasa bacteriana muerta en el tracto gastrointestinal se ha pasado por alto en gran medida en las investigaciones sobre nutrición, que se han centrado principalmente en la porción viva de la microbiota. En la actualidad se reconoce cada vez más que la acumulación de fragmentos de la pared celular bacteriana en la superficie de la pared intestinal interfiere con su capacidad de absorber los nutrientes en el torrente sanguíneo, reduciendo así la digestibilidad y la eficiencia de los alimentos, y afectando negativamente al rendimiento de los animales.
Desbloquear el potencial oculto
Tradicionalmente, los criadores de animales han utilizado intervenciones dirigidas a las bacterias vivas, modulando su población o matándolas. Balancius, diseñado por DSM, adopta un enfoque diferente al dirigirse a las bacterias muertas. Es la primera y única muramidasa microbiana que trabaja en el intestino para ayudar a mantener el equilibrio entre la nutrición, la microbiota y el bienestar del huésped. Su modo de acción único degrada los PGN y ayuda eficazmente a limpiar los desechos de las células bacterianas en el tracto gastrointestinal sin perturbar la microbiota funcional. Este proceso libera el potencial de la funcionalidad gastrointestinal y mejora significativamente la eficiencia de la alimentación a través de la mejora de la digestibilidad y la utilización del alimento, lo que conduce al aumento de peso. Los datos muestran que Balancius optimiza la funcionalidad gastrointestinal al mejorar la digestión y la absorción de nutrientes. La absorción extra de nutrientes resultante se transforma en una mejora consistente de la tasa de conversión de alimentos (FCR) de los pollos de engorde en 4-6 puntos (3%).
Beneficios para la sostenibilidad
La complementación del producto también incorpora mejoras significativas en materia de sostenibilidad. Al incluirlo en el pienso de un millón de pollos de engorde (cultivados hasta un peso individual de 2,5 kg, FCR = 1,64), los productores de piensos pueden reducir el FCR a 1,59, lo que significa 125.000 kg menos de pienso necesario para cultivar la misma cantidad de carne. Además, si el producto se utilizara en todas las dietas de los pollos de engorde de toda América Latina y del Norte, se estima que se ahorrarían 4,2 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero.
Balancius está dispuesto a revolucionar la nutrición avícola mejorando la capacidad de producción avícola sostenible, lo que se traduce en un ahorro significativo para los productores de animales.
A finales de 2018, el producto ha sido aprobado reglamentariamente en un número significativo de países de todo el mundo, para su uso en pollos de engorde, comenzando por los Estados Unidos, Brasil y México. Los planes reglamentarios apuntan a una cobertura mundial, con una autorización en Europa como hito fundamental, en el curso de 2019, donde ya se acuñó con un dictamen favorable de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que valida su seguridad y su eficacia. En los ensayos en curso se está estudiando la posibilidad de ampliar el producto a otras especies.
Autores: Dr Rual Lopez-Ulibarri, Director de Proyectos de Innovación & Ole Lund Svendsen, Global Category Manager Eubiotics, DSM Animal Nutrition and Health