La contaminación fúngica de los cereales es un problema constante, pero debido al cambio climático y a la gran adaptabilidad de los hongos, el problema está resurgiendo. Como consecuencia de los nuevos métodos de cultivo, como la siembra directa y las modificaciones genéticas que afectan al crecimiento de los cereales, cada vez es mayor la incidencia de la contaminación fúngica de los piensos, desde el cultivo hasta el almacenamiento del grano. Si las condiciones ambientales son desfavorables, el moho puede permanecer latente durante largos períodos, y las condiciones de estrés pueden dar lugar a la producción de una serie de metabolitos tóxicos, denominados micotoxinas.

Pérdida financiera

El estudio internacional de prevalencia de micotoxinas realizado por BV Science en 2019 descubrió que el 76% de las muestras dieron positivo a la presencia de micotoxinas. De ellas, el 41% contenía más de una micotoxina simultáneamente. La contaminación por micotoxinas de los piensos puede predisponer a muchas enfermedades del ganado y provocar grandes pérdidas económicas por la reducción del rendimiento del crecimiento. Las pérdidas monetarias anuales debidas a la contaminación de los cereales por micotoxinas ascienden a 900 millones de dólares al año.

La presencia simultánea de múltiples micotoxinas puede generar efectos sinérgicos y potenciadores, es decir, diferentes micotoxinas que actúan en diferentes partes de la misma vía celular pueden exacerbar una enfermedad más que la suma de las 2 micotoxinas individuales. Por ejemplo, la T2 aumenta los niveles de especies reactivas de oxígeno (ROS), mientras que la aflatoxina B1 inhibe los mecanismos de eliminación de ROS, lo que da lugar a un desequilibrio de ROS y a un mayor daño celular

Los mecanismos de inactivación enzimática han demostrado ser una plataforma eficaz para la desintoxicación de las micotoxinas, que están mal controladas por los mecanismos tradicionales en la producción animal. Los estudios en el ámbito de la microbiología y la enzimología han permitido descubrir enzimas producidas por microorganismos capaces de catabolizar las micotoxinas

Inactivación de micotoxinas

Las enzimas son muy específicas, ya que catalizan reacciones químicas concretas en lugares específicos de las moléculas. Al mismo tiempo, la actividad enzimática también depende de características ambientales como la temperatura, el pH o los activadores e inhibidores del entorno. Nuestros científicos descubrieron enzimas que son específicas para la inactivación

de las micotoxinas relevantes en la producción animal monogástrica. Hemos desarrollado Detoxa Plus, un agente de inactivación enzimática eficaz y seguro que se dirige a una serie de micotoxinas comúnmente encontradas en los alimentos para animales, y formulado específicamente para el control de las micotoxinas más prevalentes en los alimentos para animales monogástricos.

Figura 1 – Comparación del contenido de fumonisina B1 en las heces antes y después de alimentar con Detoxa Plus. Con Detoxa Plus sólo está presente en las heces la fumonisina B1 hidrolizada inactivada.

El análisis de degradación de micotoxinas in vivo demuestra la eficacia de Detoxa Plus El contenido de fumonisina B1 se mide en las heces de las aves de corral antes y después de la alimentación con Detoxa Plus(Figura 1). La fumonisina B1 no es metabolizada por las aves de corral, lo que demuestra sus efectos tóxicos. Se excreta en su forma intacta, como se muestra en la línea morada de la figura. Las enzimas de Detoxa Plus inactivan la fumonisina B1 al principio del tracto digestivo, por lo que en las heces sólo está presente la fumonisina B1 hidrolizada inactivada e inocua

La inactivación enzimática de las micotoxinas es el método más específico para gestionar el problema siempre presente de la contaminación de los piensos por micotoxinas. Detoxa Plus ofrece una eficacia de inactivación garantizada para las micotoxinas más problemáticas y prevalentes actualmente en la alimentación animal

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