Un estudio reciente tenía por objeto evaluar las características probióticas de tres cepas bacterianas y una levadura previamente aislada de diferentes entornos para su posible uso como aditivos alimentarios.
Cada vez hay más conciencia de los efectos beneficiosos para la salud de los probióticos tanto para los seres humanos como para el ganado. En un estudio de investigación publicado en PLOS ONE, Hotel y Córdoba definen un probiótico como un cultivo de microorganismos vivos que confiere un beneficio para la salud del huésped cuando se administra en una cantidad adecuada.
Los microorganismos probióticos se han asociado con la inmunomodulación, la digestión y la eficiencia en la utilización de nutrientes (prebióticos), la producción de ácidos grasos de cadena corta y vitaminas esenciales, y la exclusión competitiva de microorganismos patógenos. Además, algunos organismos probióticos producen bacteriocinas y metabolitos como el ácido láctico, que son perjudiciales para los microorganismos patógenos, lo que pone de relieve su capacidad para modular la microbiota intestinal. Bacillus sp., en concreto, es muy resistente al calor y a las condiciones gástricas duras debido a la formación de esporas, lo que les hace ideales como aditivos alimentarios para mamíferos.
El objetivo de este estudio era investigar los aislamientos de ciertas cepas bacterianas y una levadura identificando y determinando sus características probióticas sobre la base del modelo gastrointestinal, la antibiosis, la sensibilidad a los antibióticos, la adhesión de las células intestinales, la actividad lisosómica y proteolítica y la eficacia de la eliminación de olores de los compuestos de olor a nitrógeno amoníaco (NH3) y metilamina (CH2NH2) de los purines de cerdo.
Las cepas fueron sometidas a una identificación molecular y se establecieron como Lactobacillus paracasei CP133, Lactobacillus plantarum CP134, Bacillus subtilis CP350 y Saccharomyces cerevisiae CP605. Lactobacillus sp. CP133 y CP134 mostraron antibiosis, actividad antibiótica y capacidad relativa de reducción de olores. El Bacillus subtilis CP350 era termotolerante, reducía el gas de sulfuro de hidrógeno y mostraba una importante actividad proteolítica, mientras que la Saccharomyces cerevisiae CP605 exhibía una alta tolerancia a los ácidos y a las sales biliares.
En general, los aislados de este estudio demostraron mejores características funcionales, en particular la tolerancia a los ácidos y a la bilis y la relativa adhesión celular a la línea celular monocapa HT-29.
La investigación ha sido publicada en PLOS ONE.