Los márgenes de beneficio del sector agrícola ruso han caído a un nivel crítico, incluso con el apoyo de generosas ayudas estatales. Algunos segmentos funcionan ahora con pérdidas, una tendencia preocupante, según informan las autoridades rusas.
Elena Fastova, viceministra rusa de Agricultura, declaró al medio estatal Interfax que los márgenes medios con subvenciones se situarán en el 18,9% en 2023, frente al 20,3% del año anterior. Sin las subvenciones, la cifra sería igual al 15,3%, añadió.
«El crecimiento de los precios de los productos agrícolas no puede compensar el aumento de los costes operativos», afirmó.
«Hay muchos riesgos para la agricultura», dijo Fastova, y añadió que «para el sector, es fundamental que la marginalidad media de las empresas no descienda por debajo del 20%. Esperamos mantenernos en torno a este umbral»
Los analistas agrícolas rusos explicaron anteriormente que el 20% es el nivel necesario para garantizar la entrada de inversiones en la agricultura.
No se esperan mejoras para 2024
No hay motivos para creer que los márgenes vayan a mejorar en 2024, admitió Fastova.
En diciembre de 2023, Fastova pronosticó que la rentabilidad empresarial podría caer hasta el 19,3%, advirtiendo de que algunos segmentos ya habían entrado en pérdidas. Por ejemplo, estimó que, sin ayudas estatales, la producción de carne de vacuno y cordero tendría marginalidades de menos 2,5 y 3,5, respectivamente, y la industria láctea también depende en gran medida del apoyo estatal.
Mientras tanto, las ayudas estatales a la agricultura descenderán en 2024 por primera vez en muchos años. Según Fastova, será de 540.000 millones de rublos (5.840 millones de dólares), frente a los 528.000 millones de rublos (5.820 millones de dólares) del año anterior.
Lo que las cifras no dicen
En realidad, la situación de la rentabilidad empresarial en la agricultura rusa puede ser mucho más sombría de lo que muestran las cifras. Las estimaciones del Gobierno no incluyen a los pequeños agricultores y las explotaciones campesinas, cuya situación es mucho más compleja que la de las grandes empresas, sugirió Alexander Korbut, analista de mercado independiente.
La Unión Rusa de Productores de Cereales ha lanzado una dura advertencia sobre la posibilidad de quiebras masivas en la industria cerealista rusa, una crisis que podría desencadenarse ya en la campaña 2024/25.
«La situación actual priva a muchos agricultores de incentivos para invertir en desarrollo e incluso les obliga a abandonar el mercado», afirmó Nadezhda Kanygina, analista del Instituto de Estudios Estratégicos Integrales.
La rama rusa de Forbes informó de que la rentabilidad empresarial se resiente del aumento de los costes operativos, ya que los costes logísticos se dispararon un 20-25% respecto al año anterior, los de equipos y repuestos un 30%, y los laborales un 10-12%. El aumento de los costes operativos se debe a las sanciones y a una escasez de mano de obra sin precedentes, ya que la economía rusa carece de casi 5 millones de trabajadores.
En este contexto, algunos segmentos experimentan una caída catastrófica de la rentabilidad empresarial. Por ejemplo, en el segmento de la producción de trigo, se desplomó del 33,5% en 2022 a menos 1% en 2023, informó Forbes, citando datos oficiales.