El uso prudente de antimicrobianos junto con métodos alternativos de prevención de enfermedades, como la gestión de las explotaciones, los aditivos para piensos, la bioseguridad y la vacunación, pueden ayudar a mantener la salud y el rendimiento de los animales sin necesidad de antibióticos.
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es una amenaza mundial para nuestra salud y la de nuestros animales, y el principal motor de la RAM es el uso de antimicrobianos. La reducción del uso de antimicrobianos permite la posibilidad de que estos mantengan su eficacia en el futuro.
Producción avícola
EE.UU., Brasil, Europa y China producen conjuntamente más del 60% de la carne de aves de corral. La vigilancia del consumo de antimicrobianos está bien establecida en EE.UU. y en algunos países europeos. En todos los grandes países productores de carne se dispone de datos desde el punto de vista del registro de los antimicrobianos aprobados. La evaluación resultante de los datos muestra que las cefalosporinas de tercera generación pueden utilizarse en EE.UU. y Brasil; los glucopéptidos no están aprobados para su uso en la producción avícola en ninguna de las regiones y los macrólidos y cetólidos pueden utilizarse en todas partes. Las polimixinas pueden utilizarse en todas partes excepto en China y las quinolonas en todas partes excepto en EE.UU..
Panorama mundial de la RAM
El seguimiento de la resistencia a los antimicrobianos no está establecido en China y Brasil, pero una visión general de los datos disponibles procedentes de publicaciones científicas de los últimos 20 años ofrece una imagen clara del nivel de resistencia. La evaluación de los datos, incluidas las publicaciones científicas, así como el seguimiento de la resistencia de E. coli a las fluoroquinolonas demuestra que la no utilización de fluoroquinolonas en los EE.UU. condujo a un nivel de resistencia inferior al 5%, mientras que es superior al 50% en la mayoría de los países en los que su uso está aprobado.
Éxito reciente
La vigilancia del consumo y la resistencia a los antimicrobianos en muchos países demuestra el éxito de la ganadería en la reducción del uso de antimicrobianos(Figura 1). El suministro de datos de ventas de antimicrobianos en 25 países europeos demuestra una reducción global del 47 % entre 2011 y 2021. De 2016 a 2020, la intensidad del uso de antibióticos en pollos en EE. UU. se redujo en un 49 %. En consecuencia, los datos de seguimiento de la resistencia a los antimicrobianos demuestran la reducción de la prevalencia de bacterias resistentes tanto en Europa como en EE.UU.(Tabla 1). Este éxito muestra la posibilidad de reducir el consumo de antimicrobianos en otros países y mantener el rendimiento de los antibióticos a nivel mundial.
Lucha contra la RAM
Una posibilidad es el uso reglamentario restrictivo o la prohibición de algunos antimicrobianos a nivel nacional, lo que conduce a una reducción del uso de antimicrobianos. Otra posibilidad es la reducción voluntaria debida a la comunicación, la educación y las demandas de los consumidores. Esta reducción se produce a nivel local de la explotación individual, donde el cambio del uso de antimicrobianos es esencial para observar el cambio a nivel nacional o mundial. En nuestra comunicación con los ganaderos, hemos observado que el primer paso para la reducción voluntaria de los antimicrobianos en la granja es la autoconciencia sobre el uso, así como la prevalencia de la resistencia en los animales. Para ello, hemos realizado una encuesta en 75 explotaciones avícolas y porcinas, que ha confirmado la brecha mencionada entre los datos de uso de antimicrobianos y la percepción del uso y la resistencia. La investigación del uso y la resistencia ayudó, en primer lugar, a comprender la situación de la granja y, en segundo lugar, a mejorarla. Hoy continuamos nuestras investigaciones a nivel mundial utilizando tecnologías avanzadas de secuenciación, que permiten el cribado del microbioma en busca de microorganismos y genes resistentes a los antibióticos en tan solo unos días.
Soluciones
Es bien sabido que los antimicrobianos son una herramienta necesaria en medicina veterinaria para tratar a los animales enfermos. Los antibióticos son moléculas preciosas, cuya eficacia debe reservarse al tratamiento médico mediante un uso prudente y dedicado. Por esta razón, deben agotarse todas las demás posibilidades de prevenir las enfermedades y las pérdidas de rendimiento de los animales, como la gestión de las explotaciones, la bioseguridad de los aditivos para piensos y la vacunación. Los aditivos para piensos se consideran facilitadores de los sistemas de alimentación sin AGP.
Los probióticos, prebióticos, enzimas digestivas, ácidos, fitógenos y otras soluciones se utilizan para prevenir los trastornos del tracto digestivo de los animales y cerrar la brecha de rendimiento. Esta brecha de rendimiento se observó en los primeros tiempos de la ganadería sin AGP, cuando se eliminaron los antibióticos promotores del crecimiento de las dietas animales sin sustituirlos. El resultado fue una reducción del crecimiento, un aumento de la mortalidad y una disminución del índice de conversión. Sin embargo, los sistemas actuales de alimentación sin AGP se basan más bien en la sustitución por aditivos alimentarios, que se sabe que cierran la brecha de rendimiento e incluso superan a los AGP. La mayoría de las soluciones tienen el potencial de funcionar al mismo nivel o incluso mejor que los antibióticos promotores del crecimiento. Además, los sistemas de alerta temprana basados en datos, como Verax, proporcionan a los productores información valiosa sobre posibles problemas de salud y nutrición animal que pueden abordarse de forma preventiva y rentable.
Es importante comprender el problema mundial de la RAM y actuar a escala local con soluciones específicas que ayuden a los ganaderos a criar animales sanos.