Los potros dependen de una dieta basada en la leche durante los primeros 3 o 4 meses de vida. Si se quedan huérfanos durante este período requieren un manejo nutricional y de comportamiento apropiado.
Para satisfacer las necesidades de estos potros huérfanos es necesario comprender los requisitos metabólicos del potro y la composición de la leche de yegua, dicen los investigadores en su trabajo: Manejo nutricional y alimentación práctica del potro huérfano, publicado en Equine Veterinary Eduction.
La Dra. Kathleen Crandell, nutricionista de Kentucky Equine Research (KER) explica: «Las yeguas suelen producir calostro y leche de primera calidad, a veces a expensas de su propia condición corporal y salud si no se alimentan adecuadamente». No es sorprendente que la leche de las yeguas proporcione la mejor nutrición para los potros, mientras que la leche de otras especies nunca es tan buena. Mucho de esto se debe a la composición nutricional.
Más suero de leche en la leche de caballo
En términos de proteína, un nutriente necesario para un crecimiento óptimo, la leche de yegua es similar a la leche de vaca y de cabra en cuanto a la proteína cruda total. Sin embargo, no todas las proteínas que se encuentran en la leche son iguales, explica Crandell. La leche de yegua supera a la de vaca con respecto al suero, ya que la leche de yegua contiene alrededor del 40%, aproximadamente el doble que la de vaca. Se cree que el suero se absorbe mejor en el tracto gastrointestinal que la caseína. La leche de vaca o productos similares (por ejemplo, la leche desnatada en polvo) no son, por lo tanto, un sustituto ideal para los potros, porque no contienen el perfil de proteínas del suero de la leche de yegua natural. La cantidad de caseína es aproximadamente la mitad de la que se encuentra en la leche de vaca. El carbohidrato predominante en la leche de caballo es la lactosa. El contenido de minerales de la leche de yegua es bajo en comparación con la leche de otras especies. La concentración de minerales alcanza su punto máximo durante los primeros siete a diez días de lactancia y luego disminuye gradualmente.
El control a largo plazo
Los investigadores del trabajo abordan que la mejor opción para los potros huérfanos es darles alimentación de emergencia a corto plazo (calostro congelado o en polvo) del potro mientras se busca una opción a largo plazo. Las opciones a largo plazo incluyen el uso de una yegua de cría, la inducción de la lactancia en una yegua parósica y estéril o la cría a mano con una compañía equina adecuada. Es importante vigilar el crecimiento y el desarrollo de esos potros para asegurarse de que a largo plazo se satisfagan sus necesidades nutricionales para permitir un crecimiento y un desarrollo normales. En un documento más antiguo de 2006, el autor escribe que otras opciones incluyen la alimentación con una fórmula de reemplazo utilizando un biberón o un cubo. Hay excelentes sustitutos de la leche en el mercado que nos permiten alimentar a un potro huérfano hasta la edad de destete con un excelente desarrollo corporal. Sin embargo, la alimentación prolongada con biberón de un potro huérfano suele dar lugar a un caballo con escasas habilidades sociales que pueden interferir con su futuro uso.
Las yeguas requieren una consideración especial
Las yeguas que no producen suficiente leche para los potros también son un problema. En este caso es clave prestar atención para alimentar a la yegua de manera óptima antes y después del parto. «Satisfacer las necesidades nutricionales de una yegua preñada o lactante no es difícil; sin embargo, las yeguas requieren una consideración especial, en particular una elevación de las calorías para apoyar el crecimiento del feto y la producción de leche en los puntos clave del continuo de la cría», explicó Crandell.
Fuente: KER