La escasez de lluvias y las altas temperaturas provocan un estrés hídrico en los cultivos de Sudáfrica. Estas condiciones también pueden agravar el impacto de la plaga del gusano del ejército de otoño y, por lo tanto, aumentar la inseguridad alimentaria, advierte la FAO.
La alerta llega cuando el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, en su discurso en Jartum, subrayó la importancia de aumentar la capacidad de resistencia de las comunidades -en particular en África- para asegurar que «Hambre Cero es posible».
Impacto de El Niño
En 2016, la disminución de la producción de cultivos debida a El Niño hizo aumentar considerablemente el número de personas que padecen inseguridad alimentaria en la subregión. En Malawi se estima que 6,7 millones de personas y en Zimbabwe poco más de 4 millones de personas padecían inseguridad alimentaria. Pero el importante repunte de la producción de cereales de la subregión a un nivel récord en 2017 hizo que las cifras de inseguridad alimentaria disminuyeran hasta un 90%, según las estimaciones oficiales.
La oferta de maíz supera a la demanda
La producción de maíz en 2017 aumentó un 43% por encima de la media reciente y la subregión produjo más de lo necesario para el consumo interno por primera vez en cinco años, incluso excluyendo a Sudáfrica, un exportador neto tradicional. Como resultado de ello, la mayoría de los países pudieron acumular inventarios. Los mayores niveles de existencias deberían poder amortiguar en parte los efectos de las probables disminuciones de la producción que se avecinan. Los precios locales del maíz, que actualmente bajan anualmente, también reflejan las condiciones favorables de la oferta.
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Los pequeños agricultores siguen luchando
Sin embargo, a nivel de los hogares, muchos pequeños agricultores y familias rurales todavía se están recuperando de las pérdidas debidas a la grave sequía asociada a El Niño, y son vulnerables a una recesión, señaló el Sistema Mundial de Información y Alerta sobre la Alimentación y la Agricultura (SMIA). Esto es especialmente cierto en los casos en que las cosechas de 2017 fueron malas, como en Madagascar.
También es probable que ocurra en zonas donde las tendencias climáticas han sido desfavorables, en particular en partes de Lesotho, en las zonas meridional y central de Mozambique, en el oeste de Sudáfrica, en las partes meridionales de Zambia y Malawi, en el este de Zimbabwe y en el suroeste de Madagascar.
La marcha del gusano del ejército de otoño
Las tendencias de las precipitaciones también son muy importantes para el gusano del ejército de otoño, una especie invasora que se ha detectado ahora en todos los países de la subregión, excepto Lesotho y Mauricio. Si bien las fuertes lluvias recientes en algunas localidades pueden haber contribuido a contener la propagación de la plaga, el clima seco general puede ayudar a su propagación y podría exacerbar el impacto en los rendimientos.