Reducir el riesgo de resistencia a los antimicrobianos (RAM) es una prioridad urgente, ya que los productores de todo el mundo se esfuerzan por alimentar a una población creciente de forma más sostenible y salvaguardar la industria de las proteínas animales. Un reciente informe del Foro Económico Mundial estima que si se mantiene la tendencia actual en el uso de antibióticos, la RAM podría aumentar las tasas de mortalidad en un 1%, lo que equivaldría a una pérdida de 13.000 millones de dólares en el valor del ganado, con el mayor impacto en los países de renta baja y media-baja. La disminución de la producción ganadera debida a la RAM no sólo se debe a un mayor número de enfermedades intratables, sino también al «factor miedo» en caso de brotes de enfermedades, con la prohibición de las importaciones.

Un programa sólido de reducción de antibióticos se basa en un enfoque de 5 pasos para impulsar un ciclo continuo de mejora y facilitar la gestión del esfuerzo de reducción. Este enfoque paso a paso aplicado en todo el mundo es esencial para que el proceso sea manejable y para mantener a todas las partes interesadas alineadas y motivadas para alcanzar los objetivos. En este artículo, ofrecemos ejemplos prácticos de granjas de pollos de engorde de América Latina y Oriente Medio para demostrar la importancia del segundo paso, las evaluaciones. Este paso profundiza en cómo se gestionan los animales de granja y en sus condiciones actuales. También explora su ingesta y utilización de nutrientes, la eficiencia del crecimiento, los problemas de salud, el uso de antibióticos y el control sanitario. Aunque describimos casos de pollos de engorde como ejemplo, los principios tratados son igualmente importantes para otras especies, como los lechones.

Experiencias de evaluaciones exhaustivas sobre el terreno

Evaluación de los piensos:
Calidad de los gránulos: Una buena calidad de los gránulos garantiza una distribución uniforme de los nutrientes a todos los animales. El «índice de durabilidad del pellet» (IDP) indica una medida estandarizada de la capacidad de un pellet para resistir la degradación durante el transporte a la granja y dentro de ella. Otros parámetros para evaluar la durabilidad son el porcentaje de finos y la dureza del granulado. En varias evaluaciones, los IDP han oscilado entre el 60% y el 70%, lo que indica que entre el 40% y el 30% del pienso podría acabar entregado como «finos» a los animales. Los finos provocan una mayor segregación de nutrientes y suelen contener niveles concentrados de proteínas y minerales, lo que conduce a una mala salud intestinal, otros problemas de salud y el uso innecesario de antibióticos.

¿Cuáles son las buenas métricas de los pellets? El objetivo es un PDI mínimo del 90% con una dureza de los pellets no superior a 4. La aplicación de un programa de gestión de la humedad, que incluye Selko Fysal Flow, mejoró el PDI de un cliente hasta el 92% con una dureza de los pellets de 2 ^kg/cm2. Estas métricas facilitan la ingesta de pienso y ayudan a distribuir uniformemente los nutrientes entre todos los animales, promoviendo la salud general y reduciendo potencialmente la necesidad de antibióticos. Como parte de un enfoque integrado, este esfuerzo ayudó a un cliente a reducir en un 72% el uso de antibióticos.

Evaluación de la explotación: Iluminación: Unas condiciones de alojamiento oscuras pueden dar lugar a una ingesta inadecuada de pienso, lo que se manifiesta en una mayor presencia de residuos del saco vitelino. Sin luz suficiente, las aves no se sienten estimuladas a comer o no encuentran fácilmente el pienso. Una ingesta adecuada de alimento es crucial para que las aves utilicen plenamente los nutrientes del saco vitelino que promueven un desarrollo gastrointestinal saludable y mejoran la capacidad de recuperación. La intensidad de la luz debe medirse regularmente durante la primera semana, con un nivel mínimo de lux de 30.

Evaluación sanitaria: Desafíos víricos: Aunque los efectos de los virus intestinales sobre la salud intestinal no siempre están bien definidos, numerosos virus pueden tener un efecto inmunosupresor, que puede afectar a la salud intestinal o desencadenar infecciones bacterianas secundarias. Como las infecciones bacterianas suelen aparecer como problemas secundarios, es crucial evaluar la carga viral en las aves. Esta evaluación puede llevarse a cabo utilizando tarjetas FTA, que permiten el envío seguro de muestras biológicas para análisis PCR, ya que inactivan eficazmente bacterias y virus preservando su ADN y ARN.

En una granja de pollos de engorde se recogieron muestras de tráquea y cloaca en tarjetas FTA para realizar un análisis qPCR de 10 variantes del virus de la bronquitis infecciosa (IBV). Los resultados mostraron una fuerte infección de campo con una cepa específica de bronquitis infecciosa, lo que llevó a recomendar una vacunación de refuerzo en la granja con esta cepa el día 14. Con ello se pretende reducir la necesidad de antibióticos para tratar problemas respiratorios, al tiempo que se favorece la salud y el rendimiento generales. Además, el análisis PCR realizado en muestras de bursa conservadas en las tarjetas FTA indicó una infección por Gumboro (IBDV). El Gumboro, que compromete la inmunidad de los pollos de engorde, desencadena con frecuencia infecciones bacterianas que conducen a un uso evitable de antibióticos y a un bajo rendimiento. Se realizarán pruebas serológicas en manadas posteriores para confirmar si la infección se originó en el campo. Los calendarios de vacunación pueden ajustarse en función de los resultados, y soluciones nutricionales como Selko Presan-FY pueden ayudar a promover la salud intestinal y, en consecuencia, mejorar la respuesta inmunitaria.

Como parte de una estrategia de 5 pasos, la evaluación es esencial para que los productores abandonen eficazmente los antibióticos.

Más información sobre el Programa de Reducción de Antibióticos de Trouw Nutrition