La capacidad de un animal para digerir los alimentos es de vital importancia para su continuo crecimiento. Por lo tanto, un estudio se propone determinar los efectos de las micotoxinas en la utilización de los nutrientes de la dieta en los pollos de engorde.
Las células intestinales son las primeras en exponerse a las micotoxinas en mayores concentraciones que otros tejidos. Además, varias micotoxinas, por ejemplo los tricotecenos y las ocratoxinas, se dirigen específicamente a la alta rotación de proteínas y a las células activadas en el epitelio intestinal. En consecuencia, las investigaciones intestinales han suscitado un gran interés en el último decenio. Algunas publicaciones han demostrado que las micotoxinas son capaces de comprometer varias funciones clave del tracto gastrointestinal. Entre ellas figuran el deterioro de la absorción de nutrientes, la disminución de la superficie disponible para la absorción de nutrientes, la modulación de los transportadores de nutrientes y la pérdida de la función de barrera.
Los tricotecenos pueden causar daños en la mucosa, destruyendo las células de las puntas de las vellosidades y lesiones radiomiméticas en el epitelio de la cripta de rápida división. Está bien documentado que entre los tricotecenos, los altos niveles de deoxinivalenol dietético (DON) pueden inducir la apoptosis (muerte celular programada) de algunas células epiteliales diferenciadas. Sin embargo, se demostró que los efectos del DON se deben a una modulación específica de la actividad de los transportadores intestinales más que a una consecuencia de un daño celular no específico. También se ha demostrado que otras micotoxinas del tricoteceno, como el fusarenón-X y la toxina T2, inhiben la absorción de nutrientes en los animales. Se pueden extraer conclusiones similares del estudio de la ocratoxina A, otra micotoxina que inhibe la síntesis de proteínas.
Montaje del estudio experimental de pollos de engorde
Uno de los objetivos de un estudio de Nutriad en pollos de engorde era comprender el impacto de una mezcla de micotoxinas en la utilización de los nutrientes de la dieta. Se utilizó un diseño experimental completamente aleatorio con tres tipos de micotoxinas (ocratoxina A, toxina T2 y fumonisina B1). Se asignó un total de 80 pollos asaderos macho de un día (Cobb-Avian-48) en dos grupos con cuatro réplicas de 10 aves en cada grupo. Las aves fueron alimentadas con alimento seco ad libitum. Todas las aves recibieron una dieta «en blanco» sin micotoxinas hasta los cinco días de edad. Luego se dieron dietas experimentales, comenzando en el día seis. El período experimental fue de cinco semanas (35 días). Los grupos fueron alimentados de la siguiente manera:
- Grupo 1: Control, alimentado con piensos que contienen micotoxinas por debajo de los límites de detección.
- Grupo 2: Alimentados con piensos contaminados con micotoxinas de Fusarium; 410 ppb Т-2 toxina, 160 ppb ocratoxina A y 12,7 ppm fumonisinas suministradas como biomasa fúngica basada en maíz que contiene cepas tóxicas de cuatro cultivos de hongos (Aspergillus flavus, Fusarium sporotrichiella, F. poae y F. moniliforme) y sus exotoxinas.
Al final del período experimental, tres pájaros de cada grupo fueron colocados en jaulas metabólicas individuales y aclimatados durante cinco días. A continuación, se recogieron las heces durante tres días. Durante el período experimental se midió la ingesta de alimentos, el peso corporal y la mortalidad. Sobre la base de esos parámetros se calculó la relación de conversión alimentaria (FCR). También se observó la capacidad de digerir la materia seca, la proteína bruta, la grasa bruta, la fibra bruta y la ceniza bruta.
Resultados y discusión
En el segundo grupo, las micotoxinas perjudicaron significativamente todos los parámetros de rendimiento estudiados (Cuadro 1). La utilización del alimento se vio gravemente afectada por las micotoxinas (2,09 frente a 1,67 en el grupo de control). La Tabla 2 muestra en qué medida la digestibilidad de los principales nutrientes se vio afectada por las micotoxinas. La utilización de todos los nutrientes estudiados se vio significativamente afectada por la contaminación por micotoxinas. La utilización de la materia seca y la energía de la dieta se redujo en 14,1 y 9,7%, respectivamente.
Por lo tanto, una cantidad significativamente mayor de nutrientes pasó por el intestino delgado y el intestino ciego sin ser digeridos y se excretaron como tales. Entre los parámetros mensurables, la digestibilidad de la fibra cruda fue la más afectada (-36,1%), seguida de la proteína cruda (-8,2%) y la grasa cruda (-5,6%).
Los efectos adversos de las micotoxinas pueden revertirse mediante la aplicación de desactivadores de micotoxinas en el alimento de los animales. Estos productos funcionan estrictamente in vivo y no contrarrestan ni enmascaran las micotoxinas en el alimento almacenado o en los ingredientes crudos. Se recomienda encarecidamente aplicar un desactivador de micotoxinas eficaz que ofrezca la oportunidad de mejorar significativamente la salud, el rendimiento, la productividad y los beneficios de los animales afectados por las micotoxinas. Dependiendo del rendimiento objetivo, las diferentes micotoxinas pueden ser más o menos problemáticas. Por lo tanto, el uso de diferentes productos para diferentes grupos de animales se ha convertido en una tendencia.
Referencias disponibles a petición