Irán tiene que dejar de alimentar a sus aves de corral y su ganado con una dieta compuesta de maíz, harina de soja y cebada en favor de las compuestas por cultivos locales, declaró a la Agencia de Noticias Fars Seyyed Ahmadreza Alian, director general de la Oficina de Mejora de la Nutrición de los Productos Ganaderos.
El Ministerio iraní de Yihad Agrícola calcula que en el presente año persa el país importará 10 millones de toneladas de maíz y 4,5 millones de toneladas de soja para satisfacer la demanda de los fabricantes de piensos para aves de corral y ganado.
El Ministerio alberga planes para abandonar gradualmente el uso de maíz y soja importados, que los funcionarios denominan la «versión americana» de la alimentación animal.
El país gasta unos 6.000 millones de dólares al año en importaciones de piensos, un dinero que, según los responsables de la industria agrícola iraní, podría aprovecharse mejor, según Alian. Por ejemplo, podría bastar para construir unos 15.000 km de carreteras en el país.
la «versión americana» de la alimentación animal
La comunidad de expertos respalda en parte la iniciativa del nuevo gobierno de sustituir las importaciones. Ali Azizi, experto agrícola independiente, está de acuerdo en que la industria iraní de piensos tiene potencial para dejar de utilizar maíz y soja.
Declaró a Fars News que Estados Unidos es el mayor fabricante de estos cultivos y que hizo valer su peso para que otros países adoptaran sus métodos de alimentación. Opinó que podrían utilizarse otros cultivos para sustituir a la «versión estadounidense» sin perjudicar la productividad de la industria ganadera.
Mercado de piensos
Para ayudar a los agricultores, las autoridades iraníes han creado reservas de «colza, semilla de algodón, girasol» y otros insumos, según Alian.
El Ministerio ha creado un «mercado» a través del cual los agricultores iraníes pueden comprar los insumos necesarios, añadió.
Presión sancionadora
Irán afronta tiempos difíciles para abastecerse de los piensos importados necesarios, debido a las sanciones occidentales impuestas por el programa nuclear del país y a la complicada logística. Al menos un cambio parcial a cereales y oleaginosas nacionales debería aliviar la presión sobre las industrias ganadera y avícola, afirmó Alian.
El Ministerio calcula que, de los 18 millones de hectáreas de tierras agrícolas, los agricultores iraníes sólo utilizan 14. El resto es apto para el cultivo de plantas forrajeras con pocas necesidades de agua. El resto es apto para el cultivo de plantas forrajeras con bajas necesidades de agua, informó Fars News.
En los últimos años, los ganaderos iraníes no han dejado de quejarse de la falta de piensos y de la subida vertiginosa de los precios en el mercado libre. Para hacer frente a la crisis, las fábricas de piensos iraníes han barajado varias opciones, entre ellas la fabricación de piensos a partir de residuos lignocelulósicos.