Alimento seguro: Una garantía de buenos resultados

Es necesario proteger los alimentos para animales contra los riesgos de contaminación bacteriana, que pueden causar una pérdida de valor nutritivo y, por lo tanto, representar una amenaza para la salud de los animales y la cadena alimentaria.

El aumento del precio de las materias primas hace que la alimentación animal sea una mercancía muy valiosa. Dado que la contaminación microbiana es la principal causa de deterioro de los piensos, y que se produce a un ritmo muy frecuente, la protección eficaz contra los microorganismos es claramente esencial para mantener el alto valor de los materiales. Si no se hace así, se produce una proliferación microbiana y un deterioro del valor nutritivo de los piensos y, por consiguiente, del rendimiento del ganado, y también supone una amenaza para la salud de los animales y la cadena alimentaria.

Causas de la contaminación de los piensos

Hay muchas causas de contaminación microbiológica de los piensos. Las explicamos con más detalle.

Llegada de las materias primas

La primera es la entrada de materias primas contaminadas. Evidentemente, la calidad de las materias primas a su llegada a la fábrica de piensos depende principalmente de las buenas prácticas del proveedor. Sin embargo, es igualmente evidente que algunas materias primas son más susceptibles a la contaminación microbiana que otras. Por lo general se clasifican en tres grupos en función de este riesgo. Los grupos de alto riesgo incluyen: harina de soja, cáscara de soja, harina de pescado, harina y semillas de algodón, salvado de trigo, harina de colza, etc. Las materias primas de riesgo medio-alto son los cereales en grano, los subproductos de los cereales, los alimentos fibrosos, etc. Los productos que se consideran de bajo riesgo son los carbonatos, fosfatos, microingredientes, etc.

Condiciones de almacenamiento

Una segunda causa de contaminación de los piensos son las condiciones incorrectas de almacenamiento de las materias primas. La proliferación microbiana en los silos puede deberse a procedimientos de limpieza y desinfección incorrectos o inadecuados, así como a condiciones ambientales (temperatura y humedad) que favorecen el crecimiento microbiano en todo el silo o en áreas específicas (puntos calientes).

Contaminación cruzada

A pesar de la limpieza a fondo, en una fábrica de piensos la contaminación cruzada es inevitable. La circulación continua de los piensos a través del circuito de fabricación da lugar a rastros detectables del lote precedente en el lote en fabricación, lo que puede causar una contaminación cruzada por patógenos microbianos. Para evitar la posible intoxicación del ganado, son fundamentales las siguientes medidas: utilización de tablas de incompatibilidad; aplicación de una orden de fabricación para evitar la contaminación cruzada; limpieza a fondo de todas las partes del circuito de fabricación, incluida la circulación de materiales en bruto a través del circuito para eliminar las adherencias en zonas inaccesibles a fin de evitar la posible intoxicación en los animales atribuida a la contaminación cruzada. Tampoco hay que olvidar aquí la fase de transporte: Todos los esfuerzos por mantener la alta calidad microbiológica de los piensos pueden perderse debido a las malas condiciones de higiene del camión que transporta los piensos desde la fábrica de piensos.

Figura 1 – Porcentaje de muestras de polvo y de materias primas/piensos positivos para Salmonella según su ubicación.

Limpieza

La cuarta causa de contaminación de los piensos es la limpieza inadecuada de las superficies y el equipo. El polvo es la principal fuente de contaminación por Salmonella en las fábricas de piensos (Miles, 1995), más que la contaminación de las materias primas o los piensos (Figura 1). El mezclador y la fosa de recepción son las partes del equipo con mayor riesgo de formación de costras o acumulación de polvo, por lo que requieren una atención especial y una limpieza frecuente y minuciosa. Las malas condiciones de higiene de estas instalaciones pueden permitir la entrada de patógenos microbianos en la fábrica de piensos, así como la proliferación de microorganismos en etapas posteriores del proceso de fabricación.

Recontaminación del alimento

Los agentes externos al proceso de fabricación pueden entrar a menudo en contacto con los alimentos como resultado de las deficiencias de las instalaciones. Aves, insectos, roedores, mascotas, etc. son relativamente frecuentes en las fábricas de piensos y en las granjas y debe tenerse en cuenta que muchos pueden ser portadores de Salmonella spp. y otros patógenos. Para evitar este riesgo de contaminación por estos agentes externos, es esencial implementar un buen plan de mantenimiento de las instalaciones (preventivo y correctivo), un buen plan de limpieza y un buen plan de DDD (desinfección, control de plagas y desinfestación).

Figura 2 – Efecto del proceso térmico a través de la Salmonella a lo largo de la planta de fabricación de piensos.

Aplicación en el mezclador

En el caso de la fabricación de piensos en gránulos, no basta con recurrir exclusivamente al tratamiento térmico para evitar la contaminación microbiana (figura 2). Aunque las temperaturas de peletización podrían ser críticas para algunos microorganismos, este proceso no elimina los patógenos (sólo disminuye la cantidad) porque su eficacia depende de varios factores, como la temperatura, la humedad, el tiempo, la carga microbiana y la resistencia de las cepas bacterianas involucradas. Además, el pienso permanece totalmente desprotegido frente a una posible recontaminación, ya que no se utiliza ninguna protección residual después del peletizado, por lo que para hacer frente con eficacia a la contaminación microbiana se requiere el uso adicional de conservantes, preferiblemente a base de formaldehído, ya que ésta es sin duda la sustancia activa más eficaz que puede utilizarse en la industria de los piensos.

Para asegurar la cobertura más completa posible de la contaminación de todas las diferentes fuentes mencionadas anteriormente, los mejores sitios de dosificación son el foso de recepción y el mezclador. La aplicación en el foso de recepción reduce, o incluso puede eliminar, la contaminación microbiana inicial que puede haber entrado en los locales de la fábrica de piensos. La aplicación en la mezcladora reduce o elimina la contaminación microbiana que puede haber proliferado durante el almacenamiento de las materias primas (en ciertas partes del silo se forman con frecuencia microclimas que favorecen el crecimiento microbiano) y que suelen dar lugar a la formación de costras en las palas y paredes de la mezcladora. Este polvo y costras en la mezcladora es precisamente donde se detecta la Salmonella en un gran número de muestras, como se ve en la figura 2.

También hay que tener en cuenta que la dosis en sí es tan importante como el producto aplicado, ya que una dosificación insuficiente o una pulverización incorrecta no permitirá que el producto impregne adecuadamente la masa del pienso y, por consiguiente, el producto no tendrá el efecto deseado. Por consiguiente, la calibración y el mantenimiento continuo del equipo de dosificación son indispensables para garantizar el éxito del tratamiento.

Figura 3 – Puntos de Control de Fábrica (CP) donde se recomiendan muestras de superficie para el control de la contaminación microbiológica.

Conclusiones

El mantenimiento de buenas condiciones de higiene en el alimento es fundamental para la buena salud de los animales, y es el principal factor que contribuye a un rendimiento óptimo. Las causas de la contaminación microbiológica de los piensos son múltiples: entrada de materias primas contaminadas, mala conservación de las materias primas, contaminación cruzada, mala limpieza, recontaminación de los piensos, etc.

El tratamiento térmico es ineficaz para hacer frente a la contaminación microbiana y no ofrece una protección residual contra una posible recontaminación después de la granulación, que requiere la aplicación de conservantes. El formaldehído es la más recomendada de todas las sustancias activas utilizadas como conservantes en la alimentación animal, por su alto nivel de eficacia. El lugar de aplicación, el tipo de pulverización, la calibración y el mantenimiento del equipo de dosificación son tan importantes como el producto utilizado en sí mismo para garantizar la eficacia de un tratamiento. En conclusión, es esencial la vigilancia continua de los peligros microbiológicos en la fábrica de piensos, mediante la toma de muestras en la superficie y la aplicación de medidas preventivas y correctivas, que disminuyan y traten de evitar la contaminación microbiológica (figura 3).

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