Los probióticos pueden disminuir la tasa de mortalidad por infección en las abejas hasta en un 40%. Esto es según una nueva investigación, publicada en la revista Fronteras de la Ecología y la Evolución.
Añadir probióticos a la alimentación de las abejas ayuda a hacerlas más resistentes a la nosemosis, una infección fúngica asociada con el trastorno de colapso de las colonias que se ha observado en Europa y América del Norte en los últimos 20 años. Actualmente, la nosemosis se trata con antibióticos, pero su eficacia está disminuyendo a medida que han aparecido cepas resistentes del hongo. «Además, estos productos pueden matar las bacterias beneficiosas de la microbiota intestinal de las abejas», dice Nicolas Derome, profesor de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la Universidad Laval de Canadá y autor principal del estudio. «Teníamos que encontrar otras soluciones para combatir esta enfermedad, y eso nos dio la idea de probar los probióticos».
El investigador y su equipo pretenden aprovechar las propiedades protectoras de los probióticos presentes en la microbiota de las abejas para desarrollar nuevas formas de combatir la nosemosis. «Las pruebas que hemos realizado en las colonias de abejas sugieren que un probiótico en particular, llamado P. apium, es nuestro mejor candidato. También hemos identificado otras cepas microbianas prometedoras y ahora esperamos desarrollar una combinación de probióticos para combatir la nosemosis en las abejas. Sin embargo, la verdadera solución a esta enfermedad es identificar y corregir las fuentes de estrés que perturban a las abejas», concluye el investigador.
Investigaciones anteriores, como las reportadas por All About Feed, también mostraron los beneficios de los probióticos para las abejas. Según los investigadores, la bacteria Lactobacilli puede potencialmente proteger a las abejas de los efectos tóxicos de los pesticidas. En el estudio se utilizaron moscas de la fruta como un modelo bien conocido para estudiar la toxicidad de los plaguicidas en las abejas de la miel. Mediante la administración de una cepa específica de Lactobacilli probiótico, la supervivencia de las moscas de la fruta expuestas al plaguicida mejoró considerablemente. El mecanismo consistía en estimular el sistema inmunológico mediante una vía que los insectos utilizan para adaptarse a la infección, el calor y otras tensiones.
Fuente: ScienceDaily