El estrés térmico (HS) compromete la productividad, el rendimiento reproductivo, la salud y el bienestar de los animales, reduciendo así la rentabilidad de la producción ganadera. Aquí se presentan nuevas soluciones nutricionales para ayudar a los animales a hacer frente al impacto negativo del SA.
En los sistemas de producción actuales, los animales están expuestos a varios tipos de factores de estrés que suelen producirse simultáneamente y que repercuten en la salud, el bienestar y el rendimiento de los animales. Si el impacto del estrés supera la capacidad de mantener la homeostasis, el animal tiene que comprometer sus funciones productivas. Las altas temperaturas y la humedad ambiental debidas al cambiante entorno global son cada vez más importantes. Existen numerosas pruebas de que el estrés térmico (HS) compromete la productividad, la reproducción, la salud y el bienestar y, por tanto, disminuye la rentabilidad de la producción ganadera en muchas partes del mundo
Además, hay pruebas que sugieren que la SA aumenta el riesgo de contaminación de los productos animales con patógenos transmitidos por los alimentos, lo que representa un problema de seguridad alimentaria.
La integridad del intestino se ve afectada por el estrés térmico
La HS puede provocar trastornos funcionales, inflamación y un mayor riesgo de infecciones del tracto digestivo. Las investigaciones han demostrado que la HS compromete la integridad intestinal, lo que desencadena un aumento de los niveles de cortisol (corticosterona), citoquinas proinflamatorias y especies oxidativas reactivas (ROS), lo que provoca niveles inadecuados de captación de nutrientes, un bajo rendimiento, una salud general subóptima y mortalidad
Por lo tanto, minimizar el impacto negativo del estrés térmico a nivel intestinal es un enfoque importante para mantener la productividad y la salud de los animales de granja. Hay varias intervenciones nutricionales disponibles, por ejemplo, el uso de ingredientes de piensos con alta digestibilidad, equilibrio óptimo de aminoácidos y bajo incremento de calor. Además, algunos compuestos bioactivos específicos han demostrado tener efectos positivos en el apoyo al animal en condiciones de SA, como los electrolitos, las vitaminas, los antioxidantes y algunos compuestos derivados de plantas (por ejemplo, betaína, extractos de plantas). Cada vez hay más pruebas que indican que los compuestos bioactivos botánicos tienen el potencial de aliviar las pérdidas de rendimiento y habitabilidad inducidas por la SA.
Figura 1 – Efectos de los compuestos botánicos del pienso sobre (A) el rendimiento y (B) los marcadores de estrés sérico (corticosterona), inflamación (IL-6) e integridad intestinal (FITC-dextrano) de los pollos de engorde sometidos a SA.
Dado que la cuantificación del impacto de la HS es un reto, son necesarios experimentos controlados para evaluar el potencial de las soluciones nutricionales en los ensayos de desafío de la HS.
Un estudio reciente investigó el impacto de compuestos botánicos específicos (alcaloides de isoquinolina, IQ) en pollos de engorde sometidos a HS controlada. El estudio confirmó que la SA redujo significativamente la ingesta de alimento (-20%), la tasa de crecimiento (BW -20%) y la eficiencia alimentaria (FCR +6%) (datos no mostrados). Sin embargo, la suplementación con IQs botánicos aumentó el rendimiento de las aves sometidas a estrés térmico(Figura 1a,b). Los pollos de engorde fueron más capaces de hacer frente al impacto del estrés térmico. Los niveles de corticosterona, el principal glucocorticoide implicado en la respuesta al estrés de las aves, y la citoquina proinflamatoria interleucina-6 se redujeron en comparación con el control de la SA. Además, la reducción de los niveles de FITC-dextrano en la sangre indicaba una mayor integridad del intestino. El FITC-dextrano es un marcador adecuado para la integridad intestinal, ya que la transferencia de este compuesto desde el intestino a la sangre suele ser limitada y aumenta en caso de una mayor permeabilidad intestinal paracelular
Figura 2 – Tasa de respiración, temperatura rectal y de la piel en cerdos (LW 32,7 kg) expuestos a estrés térmico con o sin suplementación de betaína o compuestos botánicos.
Los cerdos también son muy susceptibles a la HS. Al igual que en otras especies, las consecuencias de la HS en los cerdos incluyen:
- reducción de la ingesta de alimentos para que el animal reduzca la generación de calor metabólico
- aumento del flujo sanguíneo a la periferia del cuerpo para facilitar la pérdida de calor radiante, y
- aceleración de la tasa de respiración para aumentar la pérdida de calor por evaporación
En un estudio con cerdos de engorde, Le et al. (2020) descubrieron que la suplementación con CI botánicos mejoraba las consecuencias de la SA y ayudaba a proteger a los animales contra el aumento de la permeabilidad intestinal inducido por la SA en el colon. La tasa de respiración y la temperatura corporal fueron menores en los cerdos alimentados con dietas suplementadas(Figura 2). Estos experimentos controlados demuestran el potencial de las estrategias dietéticas para ayudar a los cerdos y a las aves de corral a hacer frente a las consecuencias de la HS.
Nuevas soluciones nutricionales
Los malos resultados de crecimiento y salud asociados al estrés térmico están mediados por una disminución de la integridad intestinal. Las nuevas soluciones nutricionales, que incluyen compuestos botánicos específicos, ayudan a aliviar el impacto negativo del estrés térmico en la barrera intestinal. Estas estrategias pueden aplicarse para reducir las pérdidas de producción y favorecer la productividad durante las estaciones cálidas.
Las referencias están disponibles bajo petición