El destete es una etapa clave en los sistemas de producción comercial de cerdos, y los cerdos post-destete se enfrentan a desafíos como la disminución de la ingesta de alimentos, el aumento de la incidencia de la diarrea, la pérdida de peso corporal y una mayor mortalidad debido a las interrupciones nutricionales, inmunológicas y psicológicas durante el período de destete. La aplicación de aditivos en los piensos, como el óxido de zinc, es beneficiosa para los cerdos después del destete; sin embargo, la excreción de óxido de zinc es una posible amenaza para el medio ambiente.
A partir de junio de 2022, la aplicación de niveles farmacológicos de óxido de zinc en la alimentación de los cerdos post-destete está prohibida en la UE, lo que significa que el zinc en la dieta de los cerdos post-destete estará limitado a 150 ppm. Por lo tanto, la industria porcina necesita encontrar estrategias alternativas para resolver los retos del post-destete
Ventajas del óxido de zinc en los piensos
Las necesidades nutricionales de zinc en los cerdos post-destete se sitúan entre 80 y 100 ppm. Sin embargo, los estudios demostraron que las concentraciones farmacológicas de zinc en la dieta (de 2.000 a 4.000 mg de Zn/kg) pueden mejorar el rendimiento del crecimiento, suprimir el crecimiento bacteriano y mitigar o prevenir la diarrea en los cerdos post-destete. Además, la forma de óxido del zinc (óxido de zinc) es esencial para obtener esta ventaja y también es menos tóxica que otras fuentes de zinc inorgánico
Inconveniente del óxido de zinc en los piensos
Preocupa la cantidad de zinc excretada por los cerdos, que influye negativamente en el medio ambiente, afecta a la absorción de oligoelementos, repercute en la síntesis de clorofila por parte de las plantas, provoca resistencia a determinadas bacterias, suprime las bacterias beneficiosas para la salud intestinal, reduce la digestión del fósforo y se acumula en el hígado de los animales y en las aguas superficiales. Por ello, organizaciones internacionales como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y la Organización Mundial de la Salud recomiendan reducir el uso de óxido de zinc en la alimentación de los cerdos
¿Cuáles son las alternativas?
1. Establecer una mayor bioseguridad
La aplicación estricta de las directrices de bioseguridad, incluyendo el lavado, la desinfección y el secado de los corrales después de la salida de un grupo de cerdos y antes de la entrada del siguiente grupo, y la consideración del tiempo de inactividad de las instalaciones entre los grupos de cerdos, son significativamente importantes. También es esencial desinfectar los camiones de pienso antes de entrar en la granja y lavar y desinfectar las botas antes de entrar y después de salir de cada establo.
2. Centrarse en el estado de salud de la manada
Se recomienda prestar atención al estado de salud de la piara de cerdos, consultar con un veterinario y seguir un protocolo de vacunación constante para limitar o eliminar las enfermedades infecciosas y reducir la dependencia de la piara de los altos niveles de óxido de zinc. Además, hay que gestionar eficazmente la variación de temperatura entre el día y la noche para evitar el estrés adicional de los cerdos.
3. Prestar atención a la gestión de la alimentación
Controle la alimentación antes del destete y proporcione algo de alimento sólido gradualmente para impulsar la ingesta de alimento inmediatamente después del destete, por lo tanto, la ingesta de zinc en los cerdos después del destete será suficiente sin necesidad de niveles farmacológicos. Además, administrar aditivos alimentarios como los probióticos para mejorar la salud intestinal, el desarrollo intestinal y las funciones inmunitarias en los cerdos post-destete.
Observaciones finales
El óxido de zinc tiene beneficios como la mejora del rendimiento del crecimiento, la supresión del crecimiento bacteriano y la mitigación o prevención de la diarrea en los cerdos después del destete. Por otro lado, debido a su elevada excreción, provoca varios problemas tras el destete e impactos ambientales negativos que suscitan cierta preocupación sobre las concentraciones farmacológicas de zinc en la dieta. Por lo tanto, la industria porcina considera estrategias alternativas que incluyen el aumento de la bioseguridad, la supervisión sanitaria de los oídos y la gestión de la alimentación para resolver estos problemas