La profesora Sarah De Saeger, presidenta de la conferencia local de la 14ª edición del Foro Mundial de Micotoxinas, comparte unas palabras sobre lo que cabe esperar del evento de este año.
El WMF reunirá a profesionales de la industria, científicos y expertos en el campo de las micotoxinas. ¿Qué hace que el foro sea tan singular?
El Foro Mundial de Micotoxinas es uno de los mayores eventos sobre micotoxinas del mundo. Para mí es una oportunidad para que la gente se reúna, comparta ideas, exprese sus preocupaciones y busque soluciones. El foro atrae a investigadores, expertos en la materia y profesionales, pero también vemos a muchos participantes procedentes de empresas y otros sectores industriales. Esto permite establecer una conexión real entre la ciencia y la búsqueda de soluciones al problema. Esto es lo que hace único al Foro Mundial de Micotoxinas.
Durante el programa del WMF también habrá un debate interactivo que usted moderará, ¿en qué consistirá exactamente?
Es la primera vez que se celebra un debate de este tipo en el foro, una iniciativa totalmente nueva organizada por la Sociedad Internacional de Micotoxicología (ISM). El debate dará la vuelta al mundo sobre el cambio climático y la lucha contra las micotoxinas. Hemos invitado a los presidentes de diferentes sociedades de micotoxicología de todo el mundo. Además de la ISM, estarán presentes la Sociedad Latinoamericana y la Sociedad Africana de Micotoxicología, junto con la Sociedad para la Investigación de Micotoxinas. Por países tenemos la Sociedad Tailandesa, Japonesa y Nigeriana de Micotoxicología. Puede que los presidentes de las sociedades no sean expertos en cambio climático, pero conocen la situación actual de su continente o país. Explican con más detalle los planteamientos necesarios en la batalla continua contra las micotoxinas. También escucharán a empresas que darán su opinión sobre las micotoxinas y el cambio climático. Este es un gran ejemplo de interacción continua entre los científicos y la industria. Estas empresas tienen acceso a una gran cantidad de datos históricos que, una vez compartidos, pueden ayudar realmente a comprender la influencia que tiene el cambio climático en la aparición de hongos y micotoxinas. Se abrirá un debate en directo con todos los participantes.
Hablando de compartir datos, ¿qué importancia cree que tiene la colaboración dentro del sector en la lucha contra las micotoxinas?
Es muy importante Siempre es muy importante colaborar a distintos niveles. En primer lugar, hay que encontrar colaboraciones en el área de trabajo específica de cada uno. Las micotoxinas son un problema muy complejo y se necesitan especialistas en distintas disciplinas. No puedes hacer las cosas solo. Por ejemplo, en mi laboratorio sólo analizamos micotoxinas. Sin embargo, analizando sólo micotoxinas no se pueden encontrar soluciones. Así que se necesita un buen conjunto de expertos, desde micólogos a científicos de los alimentos; para el sector animal se necesitan empresas de piensos y especialistas en nutrición, por nombrar algunos. Es la interdisciplinariedad de la colaboración en tu propia área pequeña. Pero además de eso, también hay que colaborar fuera de las propias fronteras, hay que mirar a otros países y no sólo a Europa. Por supuesto, también tenemos que trabajar con el mundo en desarrollo, así que la colaboración global es necesaria. Por eso, como presidente de la Sociedad Internacional de Micotoxicología, he tomado la iniciativa de estrechar los lazos entre los distintos presidentes de las demás sociedades de micotoxicología del mundo. Ha sido un proceso lento, pero en los últimos años he notado que hay más colaboración entre los distintos sectores, pero se podría hacer más en este sentido. Al tratarse de un problema tan global, es importante que colaboren más institutos de investigación y universidades y, por supuesto, los responsables políticos y otras partes interesadas.
¿Qué opina del cambio climático y sus repercusiones en las micotoxinas?
En primer lugar, no soy especialista en cambio climático en absoluto. Sólo puedo responder a partir de lo que he observado y leído. Está muy claro que se están produciendo cambios en la aparición de micotoxinas debido al cambio climático. Hay estudios que demuestran que los patógenos y no sólo los hongos micotoxigénicos, sino también otros patógenos de importancia agrícola se están desplazando más hacia los polos debido al calentamiento del clima. Esos estudios muestran que hay un claro desplazamiento en la propagación de los hongos micotoxigénicos. Un ejemplo, por ejemplo, es el muy conocido hongo Aspergillus flavus, que desarrolla las aflatoxinas, que son las más tóxicas. Ahora vemos que en Europa hay una mayor presencia de aflatoxinas, lo que no ocurría en el pasado. Por ejemplo, cuando empecé hace mucho tiempo con mi doctorado siempre se decía que las aflatoxinas eran un problema en las zonas tropicales. Ahora vemos que también están presentes en el sur y el este de Europa. Es algo que debemos estudiar más a fondo y de lo que debemos ser conscientes.
¿Cuál quiere que sea el mensaje que se lleve a casa la gente que visite el foro?
Realmente tenemos que centrarnos en encontrar soluciones para gestionar la contaminación por micotoxinas. Hay mucha literatura y estudios disponibles sobre los problemas de las micotoxinas. Estos datos son valiosos y necesarios, pero creo que debemos buscar soluciones reales. Esto es difícil, llevamos décadas trabajando en este problema y sigue siendo difícil de resolver. La colaboración es otro mensaje que debemos llevarnos a casa, no sólo la colaboración entre científicos, sino también la implicación de las partes interesadas que están sobre el terreno, que ven de primera mano cuál es realmente la situación.
El profesor De Saeger, junto con la profesora Marthe De Boevre del
Centro de Excelencia en Micotoxicología y Salud Pública de la Universidad de Gante (Bélgica)
fueron los presidentes locales de la 14
edición de
edición del Foro Mundial de Micotoxinas.