¿Pueden utilizarse los residuos de algas en la alimentación de los pollos?

Nuevas proteínas

Investigadores belgas utilizan residuos de la producción de algas para la alimentación humana para evaluar su aplicación en la alimentación de los pollos. Esta idea parece prometedora

Los investigadores del Instituto de Investigación de Flandes para la Agricultura, la Pesca y la Alimentación (ILVO) están llevando a cabo un estudio sobre la forma en que los flujos residuales de la producción de algas para el consumo humano pueden aportar valor en la alimentación de los pollos

Muchas especies de algas tienen un alto contenido de proteínas y pueden ser beneficiosas para la composición de ácidos grasos y aminoácidos de los huevos. Foto: Henk Riswick
Muchas especies de algas tienen un alto contenido de proteínas y pueden ser beneficiosas para la composición de ácidos grasos y aminoácidos de los huevos. Foto: Henk Riswick

Valiosos nutrientes

El estudio forma parte de ValgOrize, un proyecto que promueve las algas como alimento para los humanos en Europa. En este proyecto varios estudios implican el examen de los flujos residuales. Algunos productos permanecen después de extraer los nutrientes de las microalgas y después de centrifugar las macroalgas para secarlas. Según los investigadores de la ILVO, la biomasa restante contiene nutrientes valiosos que la hacen apta para la producción animal. Johan De Boever, experto en evaluación de alimentos en ILVO lo expresa de la siguiente manera: «Es importante investigar cómo la adición de este producto residual podría afectar a los pollos (y a otros animales). Cuando el cultivo de algas en Europa se generalice, que es el objetivo de este proyecto, necesitamos saber si esto puede y debe convertirse en una solución valiosa para los flujos residuales, y lo que es más importante, cómo podemos lograr mejor esta valorización»

Muchas especies de algas tienen un alto contenido de proteínas y pueden ser beneficiosas para la composición de ácidos grasos y aminoácidos de los huevos. Foto: Henk Riswick
Muchas especies de algas tienen un alto contenido de proteínas y pueden ser beneficiosas para la composición de ácidos grasos y aminoácidos de los huevos. Foto: Henk Riswick

La aplicación de las algas en la alimentación animal parece prometedora, ya que muchas especies de algas tienen un alto contenido de proteínas y también pueden ser beneficiosas para la composición de ácidos grasos y aminoácidos de los huevos, e incluso pueden influir en el color de la yema. Sin embargo, antes de alimentar los residuos de algas en la granja, es importante estudiar la composición de aminoácidos y ácidos grasos, la digestibilidad del alimento y el sabor del producto final, según De Boever

Es importante investigar cómo la adición de este producto residual podría afectar a los pollos (y otros animales)…»

Añadiendo eficientemente residuos de algas

Las pruebas de alimentación de ILVO se llevarán a cabo durante todo el proyecto ValgOrize. Hasta ahora, se han probado 3 especies de algas en 3 ensayos diferentes, tanto en gallinas ponedoras como en pollos de engorde, pero los resultados concretos todavía están a la espera de la finalización de todos los análisis, afirma ILVO en un comunicado de prensa. El principal objetivo de los investigadores es investigar cómo añadir de forma eficiente productos residuales de algas a los piensos para animales, a fin de que la práctica sea interesante y beneficiosa para los animales y sus productos finales

Según la OVIO, esto dependerá en gran medida de la composición de los diferentes tipos de algas y, en base a esto, de la composición final del propio alimento. Ciertos estudios recomiendan una proporción máxima del 10% de algas en el alimento. ILVO está investigando ahora esas proporciones óptimas. Los investigadores están convencidos del potencial de la alimentación de las algas. Johan Robbens (ILVO), coordinador del proyecto ValgOrize, señala que «si se observa la composición de ciertos tipos de microalgas, en comparación con otras fuentes de alimentos y piensos europeos más convencionales (Tabla 1, véase más abajo), se puede ver que el contenido de proteínas, carbohidratos y grasas de las algas es tan bueno o incluso mejor, lo que hace que las algas sean candidatas sólidas como fuentes alternativas de proteínas». Además, investigaciones anteriores han demostrado que las algas también pueden tener efectos antibacterianos, antivirales y/o antioxidantes. Algunas algas también son ricas en ácidos grasos omega-3 y pueden contener vitaminas y/o pigmentos como la clorofila y los carotenoides, que pueden ayudar a influir en el color de las yemas de huevo».

Necesitas procesar los residuos de algas

Es necesario procesar estos residuos de algas de manera que se reduzca el contenido de sal y minerales a menos del 10%, lavándolos con agua dulce y secándolos. Sin este tratamiento, la digestión de los pollos podría verse interrumpida», dice Marta Lourenço, investigadora de aves de corral del ILVO, «lo que daría lugar a una utilización menos eficiente de las proteínas y la energía». Las investigaciones futuras deberían mostrar si se necesitan otras técnicas de procesamiento. Los ensayos de alimentación del proyecto ValgOrize se centran en las aves de corral, debido a las pequeñas cantidades de flujos residuales disponibles y al hecho de que los pollos reaccionan rápidamente a los cambios en la composición del alimento, explica ILVO. Estudios anteriores también han demostrado que hay potencial para alimentar a los cerdos y al ganado lechero. Sin embargo, estos resultados no siempre fueron inequívocos. En los cerdos, por ejemplo, se utilizaron las algas como fuentes alternativas de proteínas, pero los resultados en cuanto al crecimiento de los cerdos y la fertilidad de los verracos variaron. En algunos estudios realizados en ganado lechero se observó un aumento de la producción de leche y una alteración de la composición de aminoácidos. Estos resultados son prometedores, pero requieren más investigación.

El proyecto ValgOrize

Este proyecto se estableció para promover las algas como alimento para los seres humanos en Europa. En el marco del proyecto se están llevando a cabo varios estudios, haciendo hincapié en el sabor, la sostenibilidad, la investigación de mercado y el cultivo. El proyecto reúne a once socios de Bélgica, los Países Bajos, Francia y el Reino Unido