Llevan más de 100 años salvando vidas: Los antibióticos son una de las herramientas más valiosas que ha dado a luz la medicina moderna. Pero ya en el momento del descubrimiento, los científicos tenían claro que la humanidad debía manejar este tesoro con responsabilidad para no arriesgarse a perderlo de nuevo.
Hoy sabemos que la resistencia a los antibióticos supone una grave amenaza para nuestra salud y nuestras vidas. Para garantizar que los antibióticos puedan seguir salvando vidas mañana y en el futuro, debemos planificar su uso con precisión y sustituirlos siempre que existan alternativas equivalentes o incluso mejores.
En la agricultura, que depende en gran medida del uso de antibióticos terapéuticos, se ha producido en los últimos años un claro cambio de conciencia hacia la reducción del uso de antibióticos. Lo menos posible, lo más necesario, es el lema. Se trata de garantizar el éxito de la aplicación y de aprovechar al máximo los recursos disponibles. Cualquier uso de antibióticos es una decisión compleja, en la que influyen factores como la salud animal, la seguridad alimentaria y las preocupaciones medioambientales. Una cosa está clara: cuanto más sano esté el animal y más estable sea su estado general, menor será la necesidad de antibióticos terapéuticos. Para reducir y prevenir la inflamación, combatir las infecciones y mejorar la conversión alimenticia, el peso corporal y el rendimiento general, existen desde hace tiempo alternativas que pueden sustituir completamente a los antibióticos en estos aspectos e incluso aportar beneficios adicionales: Animales más sanos, sistemas inmunitarios más fuertes y una salud intestinal más estable.
Fitógenos: concentrado de energía vegetal
En numerosos ensayos, los compuestos fitogénicos derivados de plantas han demostrado ser potentes alternativas a los antibióticos. Los fitógenos no sólo ayudan a prevenir la resistencia bacteriana, sino que también mejoran la seguridad y el bienestar de los animales y mejoran la seguridad alimentaria sin preocuparse por los residuos. También ayudan a cumplir la normativa, adaptándose a los reglamentos mundiales más estrictos. La preferencia de los consumidores por los productos sin antibióticos está impulsando la demanda: ¡buenas perspectivas para los productores! Los fitógenos favorecen una producción ganadera rentable y sostenible al permitir a los ganaderos invertir en la salud a largo plazo de animales de alto rendimiento, al tiempo que mejoran la comerciabilidad de sus productos, ahorran en piensos y mejoran el rendimiento por animal.
Así funciona
Los pollos de engorde se infectan a menudo con patógenos y otros desafíos, que suelen venir acompañados de otros alborotadores. La eimeria, por ejemplo, muy frecuente en las aves de corral, siempre se presenta en combinación con clostridios. En un ensayo científico, se ponen de manifiesto las consecuencias de estas infecciones en la producción de los productores, incluso con un coccidiostático en la dieta básica: Con cuatro grupos de aves, tres son desafiadas con Eimeria el día 14 de su vida. Si se compara el grupo sin el desafío (control negativo, CN) con el primer grupo de Eimeria que no recibió ningún tratamiento adicional (control positivo, CP), se observa el daño que causa la infección: Las aves infectadas engordan menos y tienen un índice de conversión alimenticia mucho más bajo en comparación. Para evitar estas consecuencias en su producción, los avicultores suelen recurrir a antibióticos promotores del crecimiento. En nuestro ensayo comparativo, se trata del tercer grupo, PC + AGP.
Los AGP se utilizan con el objetivo de disminuir la carga de infecciones secundarias como los clostridios y reducir el riesgo de nuevas infecciones e inflamaciones, pero alteran gravemente la microbiota intestinal. Además, acarrean todos los problemas de los antibióticos que conocemos: Fomentan las resistencias y ponen en peligro las vidas humanas. Causan estragos en el sistema inmunitario de los animales y, por tanto, generan más costes de tratamiento. Y reducen el valor global de la canal, ya que las normativas y los clientes exigen productos sin antibióticos.
Esto nos lleva al cuarto grupo. Sustituimos el AGP por un aditivo fitogénico para piensos: Anta Phyt de Dr. Eckel Animal Nutrition combina diferentes ingredientes vegetales que tienen efectos antibacterianos y favorecen una flora intestinal sana. Como se desprende de los resultados de los ensayos, este aditivo alimentario fitogénico tiene tanto éxito como el antibiótico en la lucha contra los efectos nocivos de las infecciones y el aumento de peso. Y gracias a sus efectos beneficiosos sobre el sistema intestinal, el índice de conversión alimenticia es incluso mejor(Figura 1). Así pues, al sustituir los antibióticos promotores del crecimiento por el complejo fitogénico de Anta Phyt, los productores consiguen un resultado más sostenible, porque no sólo contribuyen a evitar las resistencias, sino que también mejoran su propio ROI gracias a un mejor FCR y a unos menores costes de alimentación por kg de crecimiento. Pero eso no es todo.
Figura 1 – Mejor rendimiento, mejor salud: Sólo las aves del grupo fitogénico estaban libres de pododermatitis.
Más allá del rendimiento
Parámetros de rendimiento como la ganancia de peso y el FCR son probablemente los que mejor identifican el éxito de una producción, pero no son ni mucho menos los únicos. De hecho, los indicadores de salud son aún más reveladores. Una salud intestinal adecuada es necesaria para la absorción eficaz de los nutrientes del pienso. Una dieta inadecuada, el uso de antibióticos y otros problemas alteran la microbiota intestinal, lo que también se conoce como disbiosis. La disbiosis puede aumentar el riesgo de infecciones e inflamaciones intestinales. Además, cuando el intestino está inflamado o dañado, no puede absorber los nutrientes con la misma eficacia, lo que provoca deficiencias en el animal. Un sistema inmunitario debilitado, problemas de piel, peor calidad de los huevos y la carne, menor fertilidad, problemas óseos y mayor mortalidad son sólo algunas de las posibles consecuencias. Todo ello merma los rendimientos de los productores avícolas, eleva los costes de la gestión sanitaria y hace que el uso de AGP sea mucho más caro de lo que parece a primera vista.
Por qué los AGP pueden pasar a un segundo plano
Volvemos a nuestro ensayo y comparamos cómo se comportaron los distintos grupos de alimentación en términos de parámetros sanitarios. En este ensayo, también se examinaron los animales en busca de anomalías y lesiones, como lesiones en las almohadillas plantares(Figura 1). A diferencia de los AGP, los fitógenos ofrecen un amplio espectro de actividades y beneficios para la salud y el bienestar de los animales, desde la lucha contra la inflamación hasta la mejora de la salud intestinal. Esta característica positiva también entra en juego aquí: el grupo que recibió el aditivo fitogénico fue el único que estuvo libre de lesiones en la almohadilla plantar. ¿Cómo fue posible?
Anta Phyt es único por su combinación de componentes de lúpulo cuidadosamente seleccionados junto con otros extractos de plantas. El resultado es una cantidad excepcionalmente elevada de sustancias activas de gran eficacia para estabilizar la flora intestinal y el sistema digestivo y reducir el riesgo de síndrome de intestino permeable. Gracias a ello, el complejo fitogénico no sólo ofrece los mejores resultados en términos de rendimiento. También contribuye a mejorar la microflora intestinal, lo que es crucial para la salud de los animales y su éxito a largo plazo, así como para obtener los mejores resultados.
Los antibióticos son valiosos Asegúrese de guardarlos para donde deben ser utilizados: allí donde sea necesario un tratamiento fiable de enfermedades peligrosas y potencialmente mortales. Para la gestión diaria de la salud y la mejora del rendimiento, los fitógenos son una opción mucho mejor: para la salud animal, para el beneficio de los ganaderos y para la seguridad de la naturaleza y las personas.