La reducción del uso de antibióticos es un tema candente en la producción porcina y avícola. Este artículo ofrece información reciente obtenida en el proyecto AVANT de la UE sobre las perspectivas de los consumidores, veterinarios y productores de cerdos en relación con el uso de antimicrobianos y las posibles alternativas. Dado que la encuesta sugiere que las estrategias de alimentación son una de las alternativas más aceptadas a los antimicrobianos, este artículo se centra en algunas soluciones nutricionales para sustituir a los antibióticos en cerdos y aves de corral.
Las bacterias patógenasde cerdos y aves de corral resistentes a determinados antibióticos pueden transmitirse a los seres humanos a través de la cadena alimentaria. En los humanos, estas bacterias pueden multiplicarse o transmitir sus propiedades de resistencia a otras bacterias que pueden causar enfermedades en los humanos. En caso de multirresistencia de patógenos humanos a múltiples antibióticos, lo que significa que ninguno de los antibióticos disponibles funciona contra el patógeno, esto puede tener consecuencias fatales. AVANT es un proyecto de la UE cuyo objetivo es desarrollar alternativas a los antimicrobianos para las infecciones bacterianas en cerdos, especialmente la diarrea post-destete, que es la principal indicación de uso de antimicrobianos en el ganado en Europa. Schothorst Feed Research (SFR) es uno de los participantes de AVANT y líder del paquete de trabajo sobre las estrategias nutricionales probadas en el proyecto. Como parte del proyecto, se entrevistó a más de 2.300 veterinarios, criadores de cerdos y consumidores de 5 países europeos sobre, entre otras cuestiones, su opinión acerca de la resistencia a los antibióticos. Más del 70% de los participantes (veterinarios, productores y consumidores) coincidieron en que la resistencia a los antibióticos es un problema de salud pública y que es necesario reducir el uso de antibióticos en los animales. Además, más del 65% de los consumidores respondieron que estarían dispuestos a pagar un 10% más por carne producida con menos antibióticos.
Figura 1 – Uso de antibióticos en el ganado en los Países Bajos de 1999 a 2022.
Enorme reducción del uso de antibióticos
En la UE, ya desde 2006, los promotores antimicrobianos del crecimiento (AMGP) están prohibidos en las dietas de cerdos y aves de corral. Desde entonces, el uso de antibióticos se ha reducido considerablemente. La figura 1 muestra la enorme disminución del uso de antibióticos en el ganado de los Países Bajos. Más recientemente, otros acontecimientos en la UE han aumentado la atención sobre el uso de antibióticos en cerdos y aves de corral: Desde junio de 2022, el uso de dosis terapéuticas de óxido de zinc (ZnO) en cerdos está prohibido en la UE. Esto ha provocado más casos de diarrea post-destete y enfermedad de los edemas en lechones, obligando a los ganaderos a buscar estrategias alternativas como el uso de antibióticos o medidas de manejo, bioseguridad y nutrición. Además, el uso de colistina en cerdos y aves de corral está bajo presión, ya que su equivalente en medicina humana suele ser un antibiótico de último recurso en caso de bacterias patógenas multirresistentes. En los Países Bajos, varias medidas para reducir el uso de colistina en lechones y gallinas ponedoras han llevado a una reducción de su uso, y actualmente se están tomando medidas adicionales para reducirlo aún más.
Figura 2 – Resultados de 5 países de la UE en los que se interrogó a veterinarios y productores de porcino sobre la aplicación, seguridad y eficacia de cuatro estrategias de intervención diferentes.
Alternativas nutricionales a los antibióticos
De la entrevista de AVANT se desprende que, con diferencia, las mejores formas de reducir el uso de antibióticos en los cerdos son aplicar una bioseguridad estricta, contar con las mejores prácticas de gestión y disponer de unas condiciones óptimas de alojamiento y clima para los animales. Sin embargo, también con medios nutricionales es posible reducir el uso de antibióticos, ya que con la nutrición se puede aumentar la resistencia de los animales y suprimir los síntomas. Tanto en cerdos como en pollos de engorde, las principales palancas nutricionales de las que se puede tirar son: proteína, fibra, capacidad amortiguadora, grasa, tamaño de partícula y aditivos específicos. En el marco del proyecto AVANT, se preguntó a las partes interesadas su impresión sobre el potencial de las alternativas propuestas a los antibióticos para prevenir la diarrea posdestete en lechones. En comparación con los procedimientos de bioseguridad como patrón oro, se mencionaron las estrategias de alimentación y los probióticos como las soluciones alternativas más aceptadas, seguidas de los inmunoestimulantes. Además, tanto los veterinarios como los ganaderos valoraron muy positivamente su aplicación, seguridad y eficacia(Figura 2). En la actualidad, las intervenciones más utilizadas por los productores porcinos europeos para reducir el uso de antibióticos son la vacunación, las medidas de bioseguridad, las estrategias de gestión, los aditivos para piensos, el sistema de piara cerrada y las estrategias de alimentación antes del destete(Figura 3).
Figura 3 – Resultados de cinco países de la UE encuestados sobre las intervenciones que utilizan actualmente los productores de porcino / recomendadas por los veterinarios de porcino para reducir la resistencia a los antibióticos.
Reducción de la proteína bruta
Uno de los métodos más eficaces para reducir la diarrea de los lechones y mejorar la salud intestinal de los pollos de engorde consiste en reducir la proteína bruta del pienso. Al reducir la proteína bruta, entrará menos proteína no digerida en el intestino grueso. Dado que la proteína no digerida es un sustrato para las bacterias patógenas, la reducción de la proteína bruta dará lugar a menos trastornos intestinales. Un metaanálisis realizado por Luise et al. en 2019 resumió 26 ensayos realizados en lechones con proteína reducida en la dieta. Con diferencia, la mayoría de los ensayos mostraron menos diarrea al reducir el contenido proteico del pienso. Además, el rendimiento del crecimiento y el FCR no empeoraron al reducir el nivel de proteína. En los Países Bajos, también en pollos de engorde, se ha demostrado que la reducción de proteínas mejora la salud intestinal. Por este motivo, hoy en día se persigue una reducción relativa de aproximadamente el 10% del contenido de PC en las dietas de los pollos de engorde en los Países Bajos: del 21% al 19% (día 0-10), del 20% al 18% (día 10-20), del 19% al 17% (día 20-30) y del 18,5% al 16,5% (día 30-fin).
Fibras fermentables e inertes
Además, la fracción de fibra del pienso desempeña un papel importante en el riesgo de diarrea. El SFR realizó muchos experimentos con fibras e identificó, basándose en esta investigación, dos tipos de fibra: la fibra inerte y la fibra fermentable. La fibra inerte no se digiere, ni se fermenta, y sale del organismo sin cambios. Uno de los principales efectos de las fibras inertes es que provocan un vaciado más gradual del estómago, lo que conlleva una mejor digestión y, por tanto, menos diarrea. Por otro lado, las fibras fermentables pueden ser un sustrato para bacterias patógenas, por lo que su nivel en el pienso debe limitarse. SFR realizó un experimento con lechones destetados con 3 tratamientos: una dieta de destete de lujo (control positivo), una dieta de destete estándar (control negativo) y una dieta de destete estándar diluida con fibras inertes, lo que se consiguió añadiendo al pienso un 10% de cáscaras de avena y un 5% de paja de trigo. Se observó que la dilución de la dieta con fuentes de fibra inerte mejoraba la ingesta de alimento, la ganancia diaria y reducía la prevalencia de diarrea de los lechones en comparación con la dieta de lujo y la dieta estándar. No sólo influyen el contenido de fibra y el tipo de fibra, sino también el tamaño de las partículas del pienso. Las fibras deben tener un cierto grado de grosor para poder ejercer un efecto positivo sobre la salud intestinal. Si se muelen demasiado finas, este efecto se pierde.
Aditivos específicos
Ciertos aditivos también pueden servir como alternativa a los antibióticos. Vanrolleghem realizó en 2019 un metaanálisis de 50 experimentos con aditivos alimentarios en lechones. El resultado mostró que los péptidos antimicrobianos, el quitosano, la lisozima, los ácidos grasos de cadena media y los fitógenos dieron una mejora estadísticamente significativa en el rendimiento del crecimiento y el índice de conversión alimenticia en comparación con un pienso sin antibióticos. Sin embargo, en comparación con un pienso con antibióticos, estos efectos no pudieron demostrarse de forma significativa. En 2023, la Universidad Estatal de Kansas publicó un metaanálisis de ensayos con aditivos alimentarios en cerdos de engorde-acabado. Las conclusiones fueron que para la eficiencia alimentaria (ganancia con respecto al pienso), las mejoras porcentuales fueron para los acidificantes 3,1%, para la betaína 2,7%, para el ácido linoleico conjugado 3,5%, para las multienzimas 3,3% para los microbianos de alimentación directa 3,3%, para la L-carnitina 2,5% y para las levaduras 2,7%. En Europa, los ácidos orgánicos de cadena corta y media son, con diferencia, los aditivos más utilizados para sustituir a los antibióticos. Estos ácidos orgánicos suprimen las bacterias patógenas y mejoran la digestión de las proteínas. Sin embargo, sólo pueden ejercer estos efectos de forma óptima cuando la capacidad amortiguadora del pienso es baja. Si la capacidad de amortiguación del pienso es alta, los efectos de los ácidos orgánicos serán limitados. Con la elección correcta de las materias primas, se puede conseguir una baja capacidad tampón del pienso.
Reducir el uso de antibióticos
La reducción del uso de antibióticos es un tema candente en la producción porcina y avícola. Hay una demanda para reducir el uso de antibióticos en la producción animal, que se percibe como un motor para la propagación de la resistencia a los antibióticos en los animales, y la posible transmisión zoonótica a los seres humanos. Las alternativas a los antibióticos podrían ofrecer una vía de cambio. Tanto en los cerdos como en los pollos de engorde, las principales palancas nutricionales de las que se puede tirar para reducir los antibióticos son las proteínas, la fibra, el tamaño de las partículas, la capacidad de amortiguación y los aditivos específicos.