Rectificar bien

Alrededor del 20% de la calidad de los gránulos depende de la molienda. Conseguir el tamaño de partícula adecuado es un primer paso esencial en la producción de piensos, ya que influye mucho en la absorción de nutrientes. El tamaño de las partículas depende de la especie alimentada: los piensos para aves de corral requieren un tamaño de partícula más grueso, mientras que los piensos para cerdos o lechones necesitan partículas más finas.

Una molienda más fina permite una mayor penetración del calor y la humedad. Moler los ingredientes en partículas inferiores a 300 micras ayuda a mejorar la gelatinización durante el acondicionamiento y genera un pellet duradero y de alta calidad. El riesgo de que los gránulos se rompan o se vuelvan quebradizos aumenta con las moliendas más gruesas, ya que la gelatinización no es tan eficiente debido al tiempo necesario para que el calor y la humedad penetren en la partícula.

El tamaño de las partículas debe tenerse en cuenta en la especificación de la matriz. Por ejemplo, si utiliza una matriz con un diámetro de 4,0 mm pero utiliza una criba de molienda con un orificio de un diámetro superior, acabará volviendo a moler el pienso utilizando la peletizadora como trituradora. Esto afectará negativamente al rendimiento de la granuladora y a la calidad de los gránulos. Evite tener que volver a moler comprobando su formulación y asegurándose de que el equipo está correctamente configurado para el tamaño de partícula especificado.

Por qué es tan importante mezclar

La mezcladora es el corazón de una fábrica de piensos. El objetivo del proceso de molturación puede ser terminar con un pellet que contenga todos los nutrientes que el animal va a consumir. Si no se comprueba o verifica la calidad de la mezcla, será casi imposible alcanzar este parámetro.

Dos factores que pueden afectar a la calidad de la mezcla de la papilla para piensos son el tamaño de las partículas de las materias primas y la eficiencia de la mezcladora, que se evalúa con el Coeficiente de Variación (CV%). El CV es la medida que certifica que cualquier muestra de pienso tomada en la fábrica o cualquier pellet consumido en la granja contendrá el nivel esperado de nutrientes formulado por el nutricionista. Los elementos básicos que influyen en las prácticas de mezclado incluyen el tipo de mezcladora utilizada, su capacidad y el tiempo de mezclado. El volumen del lote debe estar al nivel correcto. Una mezcla más larga no significa una mezcla mejor. La secuencia de adición de ingredientes también es importante. El sistema de mezcla debe evaluarse, controlarse y probarse después de cada modificación. Un buen CV para un pienso completo se sitúa entre el 5 y el 10%. Los niveles superiores al 10% sugieren la necesidad de introducir mejoras, como aumentar el tiempo de mezcla o ajustar el mezclador.

Por qué es tan importante la durabilidad del pellet

La durabilidad del pellet (PDI) es un indicador de calidad que refleja la probabilidad de que el pienso llegue intacto para que el animal lo consuma. Un PDI deseable es superior a 90-95. Alcanzar este objetivo ayuda a evitar el desperdicio de pienso durante el transporte o cuando se consume en la granja.

Entre los factores que influyen en la PDI se encuentran la formulación del pienso, la granulometría, el acondicionamiento, la refrigeración, las condiciones generales del equipo y la velocidad de compactación de la matriz, así como la composición del pienso. Un PDI más alto ayuda al animal a conservar la energía que de otro modo gastaría en recoger partículas más pequeñas. Además, se optimiza el valor nutritivo del pienso, ya que se pierden menos nutrientes en los finos debido a la rotura.

Deben controlarse las condiciones de las matrices y los rodillos. Los responsables de planta suelen considerar el tonelaje producido como un indicador para sustituir piezas. La comprobación de las condiciones del equipo puede ofrecer un mejor indicador del tiempo de sustitución. La figura 1 muestra el desgaste excesivo de los rodillos, que puede provocar una pérdida de productividad, un aumento del deslizamiento y una reducción de la calidad del granulado.

Aprovechar la humedad

La humedad afecta a la vida útil, la textura, la durabilidad de los pellets y la gelatinización del almidón(Tabla 1). Optimizar la humedad puede ayudar a reducir el encogimiento debido a la pérdida innata de humedad en el almacenamiento, la molienda y el enfriamiento. La adición de niveles controlados de humedad durante etapas específicas del proceso de producción de pellets puede favorecer la calidad, la digestibilidad y la eficiencia del proceso.

Por ejemplo, la adición de vapor durante el acondicionamiento puede mejorar la consistencia de un pienso triturado. El vapor modifica las propiedades fisicoquímicas del pienso, proporcionando un efecto lubricante y aglutinante y aumentando la velocidad de paso del pienso. También ayuda a que el pienso se mueva a través de la matriz de la granuladora, lo que puede mejorar la digestibilidad del pienso y reducir los costes de procesado.

Los aditivos tecnológicos humectantes, como el líquido Fylax Forte-HC de Selko, pueden utilizarse para aumentar la penetración de la humedad y el ligado, así como la gelatinización del almidón. Estos aditivos aportan humedad a la masa del pienso, asegurando que llegue al acondicionador con una humedad de alrededor del 14% al 15%. Los ingredientes de Fylax Forte-HC líquido soportan las temperaturas de procesado y permanecen activos mucho tiempo después de la fabricación, el transporte y el almacenamiento del pienso.

Son muchas las decisiones que pueden influir en la calidad y durabilidad de los piensos peletizados. Tener en cuenta los procesos implicados, conocer los requisitos de tamaño de partícula de especies específicas y optimizar la configuración de los equipos puede hacer que conseguir pellets duraderos y de alta calidad sea una práctica sencilla.