Las aves de corral que reciben alimentos orgánicos para pollos pueden ayudar a producir huevos con una huella ambiental más pequeña que la de las aves alimentadas con alimentos no orgánicos que contienen subproductos animales.
Así lo ha demostrado la Universidad de Columbia Británica en el Canadá. El campus de Okanagan de la UBC en el Canadá. Sciencedaily informa que el economista ecológico Nathan Pelletier aplicó una evaluación del ciclo de vida ambiental de la cuna al cliente de las cadenas de suministro de huevos y ovoproductos canadienses, con el fin de identificar oportunidades para la eficiencia del sistema y las mejoras ambientales. Su estudio demostró que relativamente pocas variables, en particular la composición de los piensos, contribuían a las diferencias en la producción de emisiones de carbono y la demanda de recursos.
Las conclusiones de Pelletiers demostraron que el tipo de sistema de gestión de piensos y estiércol era el que más influía en los efectos ambientales de todas las variables examinadas. Los piensos orgánicos para gallinas ponedoras y pollos (que no incluyen materiales derivados del ganado) tienen demandas de recursos y emisiones considerablemente menores que los piensos convencionales. De las cinco formulaciones de piensos modelizadas, los piensos convencionales para pollas fueron los más impactantes debido a la cantidad y los tipos de insumos de origen animal utilizados en los piensos.
Se trata del primer estudio nacional de referencia de las cadenas de suministro de huevos canadienses y Pelletier cree que ofrece importantes perspectivas para mejorar el perfil de sostenibilidad de la industria. El próximo paso es construir una herramienta basada en la web que permitirá a los agricultores medir sus impactos específicos en las granjas, establecer metas, e informar y comunicar su desempeño en materia de sostenibilidad.
El estudio se ha publicado en el Revista de producción más limpia.