Singapur: ¿La cría de insectos para la alimentación animal va a volar?

Los insectos cultivados en las granjas de Singapur podrían llegar a los piensos para animales o a los menús alimentarios locales tras una relajación de las normas.

La Agencia Alimentaria de Singapur (SFA ) dijo la semana pasada que había recibido el interés de empresas de productos alimentarios con insectos o de agricultura que preguntaban por el uso de insectos para la alimentación humana o animal.

En un comunicado de prensa, se dice que varias especies de insectos comestibles se han consumido tradicionalmente en algunas partes de Asia, como los grillos en Tailandia y las pupas de gusanos de seda en Corea.

Autorización para especies específicas de insectos

«La SFA ha llevado a cabo una exhaustiva revisión científica y ha evaluado que determinadas especies de insectos con un historial de consumo humano pueden ser autorizadas para su uso como alimento. En los últimos años, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha promovido la cría comercial de insectos para el consumo humano y la alimentación animal y ha recibido un interés comercial.

«La SFA ha tomado como referencia a la Unión Europea y a países como Australia, Nueva Zelanda, Corea y Tailandia, que han permitido el consumo de ciertas especies de insectos como alimento».

Salvaguardias en vigor

La Agencia tiene previsto establecer una serie de salvaguardias y requisitos para las empresas que tengan previsto criar o importar insectos para el consumo alimentario. Entre ellos, las empresas tendrán que aportar pruebas documentales de que los insectos importados se crían en establecimientos regulados con controles de seguridad alimentaria y garantizar que el sustrato utilizado para criar o alimentar a los insectos no está contaminado.

Los agricultores que deseen utilizar especies sin antecedentes de consumo humano tendrán que cumplir los criterios de los nuevos alimentos y deberán presentar evaluaciones de seguridad para que la SFA las revise, antes de que pueda realizarse cualquier venta. Los productos a base de insectos también se someterán a pruebas de seguridad alimentaria

Las propuestas forman parte de una consulta pública que se prolongará hasta el 4 de diciembre.

Insectta.com: Desarrollar un BSF superior

Una empresa a la que probablemente le interese especialmente la consulta es Insectta.com, que, como primera granja urbana de insectos de Singapur que cría la mosca soldado negra, aprovecha los residuos de alimentos y los devuelve a la economía como valiosos biomateriales. Su quitosano BSF se produce para los mercados farmacéutico, cosmético, de envases alimentarios antimicrobianos y agrotécnico.

Y su equipo de Investigación y Desarrollo ha extraído y aislado compuestos encontrados en el BSF que pueden funcionar como semiconductores orgánicos. Biodegradable, sostenible y trazable, tiene potencial para incorporarse a dispositivos médicos, tecnología de energía solar y otros equipos electrónicos.

La empresa también está desarrollando actualmente un aditivo superior para piensos derivado de la mosca negra que funciona como proteína y probiótico. Los probióticos en la alimentación animal reducen el índice de conversión del alimento, mejoran la salud intestinal y la inmunidad y, por tanto, aumentan el rendimiento.