Para ahorrar agua, los cultivos de Arabia Saudita no podrán regarse más a partir de 2019. Por lo tanto, las empresas agrícolas están buscando formas de cultivar alimentos en el extranjero.
En el caso de las vacas lecheras, es importante controlar la producción centrándose en una serie de factores: la nutrición, el medio ambiente, las cuestiones sanitarias, etc. Sin embargo, el rendimiento de estos animales es inferior a su potencial.
No se puede exagerar la influencia de la nutrición en la salud y la productividad de los animales. Una nutrición adecuada puede ayudar a prevenir enfermedades clínicas y subclínicas, mejorar el crecimiento y el bienestar de los animales, e impulsar la producción de leche, carne y huevos. Estos efectos positivos son la razón por la que los productores y sus asesores dedican tanto tiempo y esfuerzo a la formulación de las raciones y a la evaluación de los resultados.
La industria de piensos compuestos en Turquía ha experimentado un aumento constante en los últimos años. Esto es según las cifras de Fefac, Federación Europea de Fabricantes de Piensos. Al mismo tiempo, la producción de materias primas se ve impulsada por las subvenciones adicionales.
Los investigadores del Instituto de Agroalimentación y Biociencias (AFBI) del Reino Unido han iniciado un nuevo e importante proyecto para desarrollar nuevas estrategias de asignación de concentrados de precisión para las vacas lecheras.
En las explotaciones lecheras, la eficiencia en el uso de nutrientes se considera generalmente un factor crucial que afecta a la rentabilidad de la explotación. Por ello, la eficiencia de los piensos y la gestión de los costos representan ahora herramientas importantes en la producción moderna.
La eficiencia de los piensos es más que nunca una preocupación en las granjas para permitir que los animales alcancen su potencial genético y para maximizar la rentabilidad de la granja. Este parámetro tiene una gran influencia en los costos de producción, el rendimiento de los animales y las liberaciones en el medio ambiente. Se siguen obteniendo beneficios en las vacas lecheras, en particular aumentando la eficiencia de la utilización del nitrógeno.
En el actual mercado internacional de productos lácteos, el aumento de la cantidad de producción de leche ya no es relevante debido a los bajos precios. Ahora más que nunca, producir más grasa y proteína de la leche es una forma comprobada de mejorar la rentabilidad del ganado. La mejor manera de hacerlo es promover la fermentación del rumen, con un enfoque particular en la digestión de la fibra.
Cuando una vaca es tratada con antibióticos, hay un período de espera después del tratamiento antes de que la leche pueda ser vendida. Supongo que esto es de conocimiento y práctica común en las granjas lecheras de todo el mundo. ¿Pero qué hacer con este residuo de «antibiótico» / leche de desecho?
La betaína tiene dos funciones principales. La primera es como donante de metilo (por medio de la S-adenosil-metionina (SAM)), con lo que se ahorra metionina, se reducen las concentraciones de homocisteína y se aumentan los sustratos disponibles para la síntesis de proteínas. En segundo lugar, cuando no está catabolizada, la betaína sirve de osmoprotector orgánico, acumulándose en las células sometidas a estrés osmótico.
