Una guía de 5 pasos para evaluar los extractos de plantas

Pancosma ha elaborado una guía con 5 pasos para evaluar los productos basados en fitomoléculas. Esta guía tiene por objeto ayudar a los usuarios finales a aprender más acerca de cómo diferenciar los productos y cómo evaluar su calidad y eficacia.

El interés por las fitomoléculas en la alimentación animal está aumentando, impulsado por los esfuerzos mundiales para reducir los antibióticos en la alimentación y promover la salud intestinal en los animales de cría. Pero, ¿qué determina un buen extracto vegetal y/o aceite esencial? La cantidad de fitomoléculas que están entrando en el mercado es grande y no es de extrañar que los usuarios finales puedan a veces confundirse sobre qué elegir y por qué. Por eso la empresa de nutrición animal Pancosma ha desarrollado el método FITEK (FITEK significa F: fórmula, I: inversión, T: tecnología, E: experiencia y K: conocimiento). Aquí explicamos lo que implica.

Fórmula: «Como usuario final, quiero saber la fórmula exacta y mis garantías»

Conocer la fórmula clara y completa del producto es probablemente el aspecto clave para una buena evaluación de los aditivos. La información sobre la fórmula se basa en la declaración del proveedor y normalmente se puede encontrar en documentos legales como las etiquetas y la hoja de datos de seguridad de los materiales (MSDS). Generalmente, sólo las moléculas peligrosas aparecen en la MSDS. Por lo tanto, la MSDS no siempre es el mejor documento en el que encontrar la información de la fórmula. Muy pocas empresas también garantizan el contenido mínimo de ingredientes activos a través de su certificado de análisis. Esta composición es el punto de partida para comprobar la conformidad del producto con la normativa local.

a) Pedir la composición: ¿Qué ingredientes constituyen el aditivo?

Todos los ingredientes contenidos en el producto deben ser declarados al usuario. Toda molécula activa debe ser referenciada con una clara designación de su origen (¿es un aceite esencial, un extracto, una tintura, una oleorresina, una molécula sintética?) que permita comprobar la validez de su uso en el país determinado en el que opera el usuario.

b) Comprensión de la naturaleza de los activos: ¿Son los ingredientes idénticos a los naturales o 100% naturales?

Existe cierta confusión en el mercado entre estas dos categorías. Los ingredientes idénticos a los de la naturaleza se utilizan frecuentemente y la mayoría de las veces están permitidos por los reglamentos, como ingredientes activos. Su uso en la formulación puede proporcionar una mejor disponibilidad que la fuente natural, una mayor pureza del ingrediente activo gracias a las técnicas de estandarización y puede apoyar la sostenibilidad de su fuente natural. El uso de estas moléculas idénticas a las naturales debe ser explicado y justificado al usuario. Del lado totalmente natural del conjunto de ingredientes disponibles, existen las siguientes categorías principales. A continuación se clasifican desde las categorías menos estandarizadas hasta las más estandarizadas:

– Hierbas secas (por ejemplo: ajo, canela en polvo…)

Su uso sigue siendo muy importante en Asia, donde las prácticas de la medicina tradicional humana se siguen utilizando mucho en la nutrición animal. Consisten en el uso de parte de las plantas secas y luego molidas. Su uso en el alimento final requiere cantidades específicas (> 1 kg / tonelada métrica) para obtener la cantidad mínima de moléculas activas. Por consiguiente, su costo de inclusión no es insignificante. También debido a la variación natural de la composición de las plantas (clima, condiciones de cosecha…) la ingesta diaria de los animales en ingredientes activos sigue siendo desconocida y difícil de evaluar.

– Aceites esenciales (por ejemplo: orégano, aceites esenciales de eucalipto…) Estos se obtienen principalmente por extracción a través de la destilación con agua, a menudo utilizando vapor. Este proceso de extracción no es selectivo y extrae todas las moléculas activas volátiles. La composición final del aceite esencial también es variable y su calidad depende en gran medida del lugar donde se ha cultivado la planta, por ejemplo. En el mercado de la alimentación, pocos aceites esenciales están realmente estandarizados, siendo esta calidad principalmente aceptable en términos de precio más bien para las industrias de neutracéuticos humanos.

– Oleorresinas (por ejemplo: oleorresinas de chile, de cúrcuma…)

Éstos se obtienen mediante un proceso selectivo de extracción con un conjunto de diferentes disolventes. Estos disolventes se eligen en función de su afinidad con el ingrediente activo elegido. A continuación, los formuladores disponen de diferentes niveles de estandarización. Por ejemplo, la oleorresina de capsicum puede ser extraída de los pimientos rojos – 1 puede contener del 1 al 7% de ingrediente activo de los capsaicinoides.

c) Exigencia de garantías claras sobre el ingrediente activo al proveedor

Una vez que se conoce la composición clara del proveedor, es necesario pedir un contenido mínimo en el ingrediente activo. Este tipo de información podría ser comunicada en el certificado de análisis. Garantiza al usuario final que cualquier lote del mismo producto será idéntico en el tiempo y que los resultados finales de campo obtenidos serán consistentes con lo observado durante el ensayo experimental en animales.

La inversión: «Como usuario final, quiero saber mi retorno de la inversión y quiero que sea consistente en el campo!»

El uso de un aditivo basado en fitomoléculas tiene dos objetivos principales:

  1. El primero y más común es mejorar los beneficios de los usuarios (promoviendo el crecimiento, reduciendo los tratamientos veterinarios…) y
  2. El segundo para ayudar a los formuladores en la sustitución de las moléculas químicas (que se pretende prohibir como los antibióticos promotores del crecimiento).

Estas dos estrategias son bastante diferentes y su validación dependerá la mayoría de las veces de ensayos experimentales. Los resultados zootécnicos obtenidos ayudarán a calcular un retorno de la inversión para el usuario. Diversas experiencias han demostrado que repetir el mismo ensayo varias veces puede ser importante para concluir realmente la eficacia de un aditivo. El costo de la inclusión y, por consiguiente, la dosis recomendada del aditivo, son parámetros que influyen directamente en el rendimiento de la inversión. Por lo tanto, la versión más concentrada de un aditivo necesariamente aumentará los beneficios, reduciendo su costo de inclusión. Por último, se recomienda encarecidamente al usuario que compruebe la conformidad de la dosis recomendada por el proveedor con la aprobada en las publicaciones científicas relacionadas con la eficacia del producto. Es muy común reunirse con proveedores que recomiendan dosis más bajas que la aprobada por la comunidad científica, a fin de reducir los costos de inclusión. Esto podría afectar dramáticamente el rendimiento!

La tecnología: «Como usuario final, quiero que el aditivo sea estable y resistente».

Las fitomoléculas pueden formularse siguiendo diferentes tipos de procesos de fabricación. El más observado es la absorción de materias primas líquidas en un portador absorbente como la sílice. La mezcla puede ser diluida con carbonato de calcio, sales o azúcar. La principal desventaja de esto es la falta de protección del ingrediente y las altas pérdidas en el ingrediente activo con el tiempo o durante el proceso de fabricación del alimento. Por eso, hoy en día, cada vez más proveedores invierten en tecnologías de encapsulación. Estos procesos elaborados son más costosos y tienen como objetivo proteger los activos en una matriz, que luego será óptimamente digerida por los animales.

La experiencia: «Como usuario final, quiero un proveedor con una profunda experiencia».

El reciente aumento del interés por los productos a base de extractos vegetales ha abierto claramente el mercado a nuevos actores. Muchas empresas que históricamente se han centrado en diferentes tipos de aditivos están ahora tratando de establecerse en este segmento. Estas empresas, que suelen proceder de modelos comerciales diferentes, pueden tener dificultades para responder a las exigencias de este negocio y a menudo se ven tentadas a ampliar simplemente su cartera de materias primas para incluir los extractos vegetales, sin modificar su estrategia de investigación ni los procedimientos de control de calidad. En los países de la Comisión Europea existe una norma de referencia que puede ayudar a evaluar qué proveedores son plenamente competentes en este segmento. De hecho, la AESA evalúa periódicamente los aditivos basados en extractos vegetales con el fin de mejorarlos de la categoría sensorial a la zootécnica. Esta evaluación es muy completa, desde la producción de las materias primas hasta la seguridad y el rendimiento. La opinión final emitida por los expertos de la EFSA es en general muy interesante. Todos los informes son públicos y están disponibles en línea. Por último, las empresas líderes de este segmento también son fácilmente identificables gracias a su participación activa en FEFANA o en el consorcio europeo (FFAC) en el estudio real del futuro de la botánica en Europa.

Conocimiento: «Como usuario final, quiero que el proveedor entienda el modo de acción de su producto!»

Los primeros productos basados en extractos de plantas fueron lanzados en los años 90 en Europa. En ese momento, los antibióticos como promotores del crecimiento todavía estaban permitidos, pero su prohibición estaba empezando a ser una realidad. En ese contexto, la mayoría de los productos se desarrollaron primero para sustituir a los AGP, era su objetivo principal. Por lo tanto, los programas de investigación sobre los extractos de plantas se centraron primero en su efecto antimicrobiano. La mayoría de los estudios se hicieron in vitro y utilizando dosis de extractos muy superiores a la realidad en los piensos. Durante decenios, la industria creyó en este modo de acción y se centró en esta aplicación. Más tarde y cuando las tecnologías de investigación evolucionaron, el mercado comprendió que el efecto real de los AGP en los animales no estaba bien definido. Publicaciones controvertidas (Niewold, 2006) empezaron a hablar del posible efecto antiinflamatorio de los AGP y abrieron una nueva vía de investigación para el desarrollo de extractos vegetales. Hoy en día, algunos proveedores de productos de extractos vegetales están dedicando sus investigaciones a la clara comprensión del modo de acción de los extractos vegetales, más allá de los efectos antimicrobianos logrados con dosis altas poco realistas. Una nueva ola consiste ahora en identificar claramente los receptores intestinales que puede desencadenar el extracto de plantas, así como la cascada de cambios metabólicos inducidos por esta acción. Esto crea enormes oportunidades para la alimentación de los animales, así como para la medicina humana.

Conclusión

A pesar de la enorme cantidad de información disponible sobre las fitomoléculas, es posible que sus usuarios evalúen los diferentes aditivos disponibles en el mercado. Esta evaluación debe ser objetiva y repetible. El método FITEK descrito en este artículo proporciona una tabla estándar para una evaluación completa. Los proveedores de fitomoléculas siguen siendo los primeros aliados para responder a las preguntas planteadas por el usuario. Más allá del rendimiento del aditivo, se debe proporcionar y garantizar un amplio conjunto de información que asegure que los niveles de rendimiento observados durante la evaluación sean coherentes cuando se utilice el aditivo en condiciones de campo.

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