La alimentación en grupo de las vacas es un sistema que se adopta en muchas explotaciones lecheras de todo el mundo. Este sistema presenta varias ventajas en términos de rendimiento animal y ahorro económico. Sin embargo, al tratar de obtener las ventajas del sistema hay que tener en cuenta varios factores de gestión, como las estrategias de agrupación, el tamaño del grupo, la densidad de población y la gestión de la alimentación.
Ventajas de la alimentación en grupo
La alimentación en grupo puede adaptarse fácilmente al uso de piensos completos, en los que los concentrados, los forrajes y los suplementos se mezclan en un solo alimento en lugar de suministrarse por separado. Las ventajas de utilizar un pienso completo son:
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Permite al productor utilizar formulaciones especiales que son particularmente importantes para ciertos animales
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Elimina la necesidad de suministrar minerales ad libitum
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Permite definir con precisión la dieta consumida
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Elimina los problemas asociados al consumo preferente e incontrolado de un alimento específico
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Da lugar a menos trastornos digestivos, como el desplazamiento del abomaso
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Elimina la práctica de la alimentación en la sala de ordeño
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Facilita el enmascaramiento de ciertos alimentos poco apetecibles, como la urea
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Se adapta a los sistemas convencionales de bam
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Permite al productor fijar una proporción de fibra y concentrado
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Reduce el riesgo de deficiencias de micronutrientes
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Aumenta la eficacia del uso del N (nitrógeno), disminuyendo así las emisiones de nutrientes al medio ambiente
Con el sistema de alimentación en grupo, las vacas pueden generar suficiente calor corporal para mantener caliente cualquier establo, incluso en condiciones de frío. También se acurrucan juntas. La falta de flujo de aire al estar tan juntas suele reducir el número de insectos que las molestan.
Desde el punto de vista económico, la alimentación en grupo permite aprovechar al máximo la formulación de menor coste y también facilita la alimentación mecanizada, reduciendo así la mano de obra necesaria. En un estudio, la agrupación de vacas en función de sus necesidades nutricionales específicas ha supuesto un ahorro de entre 39,0 y 47,0 dólares por vaca y año.
Agrupación por producción
– Grupo de vacas frescas
Muchos lecheros mantienen un grupo de vacas frescas para observar más de cerca a las vacas después del parto. Las vacas suelen mantenerse en el grupo durante sólo 3-5 días y luego se trasladan al grupo alto.
– Grupo de alta producción
Este grupo contiene la mayor parte de las vacas frescas durante los 2-3 meses siguientes al fresado y las vacas que producen más de un nivel determinado de producción de leche. El sistema permite dar más alimento de alto contenido energético al grupo.
– Grupo de producción media
En esta categoría, se suelen mantener 1 o 2 grupos que simplemente se alimentan con una cantidad menor que el grupo de alta producción.
– Grupo de baja producción
Este grupo incluye a las vacas poco productivas y a las que se acercan al final de la lactancia. Este grupo ofrece la clara ventaja de reducir el alimento ofrecido a las vacas y alimentarlas con alimentos más fibrosos. Como no se desea un consumo máximo, se puede ofrecer a las vacas una mezcla de cereales menos apetecible. Un ejemplo sería alimentar con menos proteína natural y más urea en la dieta.
Agrupación por etapa de lactancia
Un sistema menos controvertido para agrupar a las vacas es el de la fase de lactancia. El fallo de este sistema es que asume que todas las vacas tienen una persistencia y un nivel de producción de leche similares. Las vacas se alimentan de forma similar a las alimentadas según los grupos de producción de leche, lo que permite un mayor control de la gestión reproductiva y de otras necesidades de gestión.
Grupo de vacas secas
Varios estudios han indicado una ventaja considerable al retirar las vacas secas del rebaño de ordeño y alimentarlas por separado. La ingesta de energía de las vacas secas alimentadas con piensos completos de alto contenido energético no disminuye hasta el nivel de mantenimiento, lo que da lugar a una alimentación ineficiente. Además, las vacas alimentadas con piensos completos de alto contenido energético durante el periodo seco suelen presentar problemas de salud como el desplazamiento del abomaso en el momento del parto o después del mismo. También se ha observado con frecuencia una mayor incidencia de cetosis en las vacas sobrecondicionadas en el momento del parto y después del mismo.
Agrupación por el tamaño de las vacas
Las vacas primerizas suelen ser más pequeñas, pesan menos y son muy tímidas en comparación con las vacas mayores. Por ello, una práctica común en muchos rebaños es manejar a las vacas primerizas como un grupo separado para desafiar más plenamente su potencial de producción. Por lo general, después de 3-4 meses, se permite que los animales pasen a formar parte de grupos regulares.
Tamaño del grupo
Se cree que las vacas prefieren vivir en grupos relativamente pequeños. La teoría es que en grupos de más de 90 no pueden identificar a sus vecinas en la litera y, por lo tanto, no están seguras de sus respectivos lugares en el orden social o de «picoteo». Se dice que esto provoca estrés.
Tabla 1 – Efectos de la alta densidad de población en el rendimiento de las vacas
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Densidad de población
Normalmente, la carga ganadera de cada grupo oscila entre 7 y 9 metros cuadrados por vaca. A mayor densidad de población (+30%, por ejemplo), el índice de confort de la vaca se reduce, lo que indica una disminución del tiempo de puesta y de alimentación, con la consiguiente disminución de la producción de leche(cuadro 1).
Gestión de la alimentación
Todos los piensos varían en su contenido de nutrientes de una carga a otra y a lo largo de su almacenamiento. Alimentar a los animales con un determinado lote de pienso suponiendo que tiene la misma composición que los demás lotes dará lugar a una pérdida de producción de leche. El riesgo de variación de nutrientes puede controlarse fácilmente mediante la sobrealimentación, pero eso anula el objetivo de la agrupación para lograr una mayor eficiencia y da lugar a una mayor excreción de nutrientes. Como alternativa, la variación de nutrientes puede minimizarse de una de las siguientes maneras:
Uso de los piensos más propensos a grandes variaciones
Formular raciones con múltiples fuentes de nutrientes porque es poco probable que todas las fuentes varíen a la vez
Mezclar varias cargas de pienso, ya que variarán menos que una sola carga.
Tabla 2 – Programa de pruebas de los diferentes piensos
El análisis de todos los piensos es importante para gestionar la variación de los mismos, y hay que tener en cuenta que los forrajes son los que más varían y deben ser controlados de cerca. En la Tabla 2 se muestra un programa de pruebas sugerido por gestores e investigadores experimentados.
Las referencias están disponibles a petición del autor.