En el mundo de la vitamina D3, estamos viendo una diferencia sustancial en la demanda del mercado de alimentos frente a los productos de grado alimenticio. El consumo de complementos alimenticios de vitamina D3 tiende a aumentar, especialmente al entrar en la temporada de invierno. El gobierno británico está ofreciendo a 2,7 millones de personas vitamina D3 porque las medidas de bloqueo han mantenido a la gente dentro, aumentando el riesgo de deficiencia de vitamina D. Estudios recientes han vinculado los bajos niveles de vitamina D con un mayor riesgo de infección por Covid-19, aunque sigue sin estar claro si la suplementación de vitamina D es realmente protectora contra la enfermedad.

Al mismo tiempo, el aditivo de grado alimenticio continúa su lenta disminución de precio en los últimos 6 meses. Los precios están disminuyendo por un solo dígito en una base semanal, apuntando a una baja demanda que no se refleja en el mercado de la nutrición humana.