En 2022, la producción acuícola rusa alcanzó las 383.500 toneladas, un 7,5% más que el año anterior, según estimaciones de la agencia federal rusa de pesca Rosrybolovstvo.
La producción de trucha y salmón se situó en 154.000 toneladas, 19.400 toneladas más que el año anterior. La producción en el segmento de los ciprínidos aumentó ligeramente hasta 146.800 toneladas. Como resultado, el segmento del salmón superó por primera vez la producción de ciprínidos, añadió Rosrybolovstvo.
Además, el año pasado se cultivaron en Rusia los primeros cangrejos; en este nicho, la producción se limitó a 100 toneladas. En general, la producción de marisco ascendió a 68.000 toneladas en 2022, un 16% más que el año anterior.
Cuestionados los métodos de cálculo de Rosrybolovstvo
Varios participantes en el mercado cuestionan los métodos de cálculo de Rosrybolovstvo. La analista rusa Inna Golfand, por ejemplo, afirma que Rosrybolovstvo combina datos sobre productos comerciales y no comerciales, como los reproductores criados para ser liberados en el marco de diversas campañas recreativas.
Golfand declaró a la publicación rusa Agroinvestor que, en el segmento del salmón, la producción comercial se acerca a las 80.000 toneladas, cifra sensiblemente inferior a la declarada.
Andrey Golokhvastov, director general del think tank ruso Agriconsult, declaró a Agroinvestor que no está claro cómo el regulador ruso estima y comprueba las cifras de producción: si la agencia se remite a los datos facilitados por las empresas o realiza sus propios cálculos.
Agitación en la cadena de suministro
La dinámica de la producción en la acuicultura rusa fue positiva incluso a pesar de las interrupciones en el suministro de piensos, reproductores y tecnología occidentales. Golfand calificó de críticamente alta la dependencia de la acuicultura rusa de las importaciones, estimando que en el segmento del salmón oscila entre el 50% y el 60%, mientras que en la producción de mejillones alcanza el 90%.
Se espera que un nuevo aumento de los costes de producción, unido a las turbulencias logísticas, sean factores negativos que obstaculicen el desarrollo de la acuicultura rusa, afirmó. El año pasado se anunciaron varios proyectos destinados a sustituir las importaciones en la acuicultura, pero sus perspectivas aún están por evaluar, añadió Golfand.
Golokhvastov afirmó que «si todo va bien», la acuicultura rusa podría experimentar un nuevo aumento de la producción de entre el 5% y el 10% en 2023.
El banco estatal ruso Rosselhozbank estimó que los problemas asociados a la falta de piensos nacionales en la acuicultura rusa deberían resolverse gradualmente mediante la puesta en marcha de 9 nuevas fábricas de piensos de aquí a 2030. Por otro lado, los analistas del banco advirtieron de que la industria sigue sufriendo la falta de ganado nacional, las escasas inversiones en I+D y la escasez de personal.