Insectos para piensos: La información, clave para la aceptación del consumidor

La inclusión de insectos en las dietas de las aves de corral puede aportar beneficios para el bienestar y la salud de los animales como herramienta de enriquecimiento ambiental y fuente de nutrientes. Sin embargo, las investigaciones sobre la aceptación por los consumidores de productos procedentes de animales de granja alimentados con insectos son limitadas.

Se espera que la demanda de insectos como pienso para los sectores porcino y avícola aumente considerablemente tras la aprobación de la UE, en septiembre de 2021, del uso de proteínas de insectos procesadas en la alimentación de cerdos y aves de corral. Sin embargo, la aceptación de los insectos como pienso por parte de los consumidores es crucial para determinar el desarrollo del sector de la cría de insectos y de los alimentos derivados de animales alimentados con dietas basadas en insectos.

A pesar de la creciente bibliografía sobre la aceptación de los insectos comestibles como alimento en los países occidentales, pocos estudios han examinado la actitud de los consumidores hacia el uso de insectos como pienso.

La encuesta

Entre diciembre de 2019 y enero de 2020 se realizó una encuesta en línea a 565 consumidores de carne. En este estudio, los investigadores pretendían conocer las preferencias y actitudes de los consumidores, en concreto, la intención de compra y la disposición a pagar por productos cárnicos de ave alimentados con una dieta a base de insectos o con una dieta a base de insectos vivos (se utilizó un pato como ejemplo).

Los consumidores se dividieron en 2 grupos:

  1. El grupo de control estaba formado por consumidores que no recibieron información adicional sobre los beneficios del uso de insectos en las dietas avícolas antes de que se formularan las preguntas,

  2. El grupo de tratamiento estaba formado por consumidores que recibieron información sobre los beneficios medioambientales, de seguridad y nutricionales, así como sobre los aspectos relacionados con el sabor de los piensos a base de insectos antes de que se formularan las preguntas.

Alimentar a los animales de granja con insectos tiene buena acogida entre los consumidores, pero éstos quieren estar bien informados. Foto: Koos Groenewold
Alimentar a los animales de granja con insectos tiene buena acogida entre los consumidores, pero éstos quieren estar bien informados. Foto: Koos Groenewold

Voluntad de compra

Antes de proporcionar la información, los investigadores encontraron una intención moderadamente positiva de comprar un pato alimentado con harina de insectos, entre otros tipos de pienso. La mayor puntuación o preferencia se encontró en los piensos a base de cereales, seguidos de la harina de soja no modificada genéticamente y, a continuación, la harina de insectos. Las puntuaciones más bajas se dieron a la soja MG y a la harina de pescado, que fueron las fuentes de pienso que menos gustaron. En general, esto estaba relacionado con la percepción de los OMG, como ya se ha documentado anteriormente.

Los encuestados también expresaron su actitud respecto a un etiquetado que aumentara su preferencia por las comidas a base de insectos. Aproximadamente el 80% de los encuestados declararon que estarían dispuestos a comer el pato alimentado con insectos si en la etiqueta se certificara cómo esta dieta mejoraba el estado de nutrición y bienestar del animal.

En contraste con estudios anteriores, que constataron que los consumidores estaban dispuestos a pagar un sobreprecio por el pescado alimentado con harina de insectos, la mayoría de los encuestados (64,9% en el grupo de control y 72,7% en el grupo de tratamiento) estarían dispuestos a pagar el mismo precio medio tanto por un pato alimentado con harina de insectos como por un pato alimentado con harina vegetal. Esta observación estaba relacionada con el bajo nivel de familiaridad de compra de los encuestados con respecto al producto investigado, es decir, la carne de pato.

Preferencia por los insectos vivos de la harina de insectos

Curiosamente, los consumidores mostraron una mayor preferencia por comprar pato alimentado con insectos vivos que uno alimentado con harina de insectos. Se pensó que había dos razones principales que influían en esta decisión:

  1. Los consumidores pueden preferir la idea de que las aves se alimentan con insectos porque esa alimentación también se produce en el entorno natural de los animales y podría redundar en un mayor bienestar animal.

  2. La idea de que los animales comen algo «fresco» (es decir, vivo) y no procesado podría percibirse como más positiva para la seguridad. Además, denominar al pienso «harina de insectos» podría percibirse de forma diferente a otras denominaciones, como «pienso a base de insectos», «dieta a base de insectos» y «harina a base de insectos».

Diferencias sociodemográficas

En cuanto al sexo, los hombres mostraron una actitud más favorable que las mujeres hacia los patos de granja alimentados con insectos vivos y una mayor intención de compra de patos de granja alimentados con harinas a base de insectos e insectos vivos. Por otra parte, los más jóvenes mostraron una actitud más favorable a comer o comprar un pato de granja alimentado con una comida a base de insectos e insectos vivos.

Los resultados de la encuesta revelaron una actitud significativamente más favorable hacia el consumo de pato de piscifactoría alimentado con harinas a base de insectos entre los encuestados con estudios superiores que entre los que habían cursado estudios secundarios.

Emociones alimentarias

Indiferencia

Cuando se les preguntó cómo les hacía sentir la idea de comer pato alimentado con una dieta de insectos, la mayoría de los encuestados manifestaron curiosidad e indiferencia, seguidas de una agradable sensación de sorpresa:

  • El grupo informado mostró mayores porcentajes de curiosidad, indiferencia y sensación agradable de sorpresa (27,4%, 24,4% y 18,8%, respectivamente) que el grupo de control (26,7%, 23,2% y 16%, respectivamente).

  • Las hembras asociaron el hecho de comer un pato alimentado con una dieta de insectos con el asco con más frecuencia que los machos (8% frente a sólo un 2% para hembras y machos, respectivamente).

Cuando se le pregunta por la intención de comer:

  • Los encuestados del grupo de tratamiento manifestaron una intención significativamente mayor de comer un pato de granja alimentado con una dieta basada en insectos. Entre las principales razones de sus respuestas, los encuestados indicaron que consumirían la carne «sólo si los insectos forman parte del ciclo vital de los patos» y si «no se altera el sabor», señalando además que «debería informarse de la inocuidad de los insectos».

Completamente en contra:

Por último, sólo un pequeño número de encuestados se oponía totalmente a consumir este tipo de productos, principalmente por asco («sólo de pensarlo me da asco») o por falta de conocimientos («no estoy seguro de que los patos sean insectívoros»). La mayoría de ellos se negaban simplemente porque rara vez consumen carne de pato, lo que plantea interrogantes sobre si la aceptación o las percepciones diferirían en el caso de las especies de aves de corral.

La información impulsa las percepciones

En resumen, se comprobó que proporcionar información sobre los aspectos medioambientales, de seguridad, nutricionales y de sabor de los piensos a base de insectos como sustitutos proteínicos en el sector avícola aumentaba la aceptación de los insectos como pienso por parte de los consumidores, así como su disposición a comprar y consumir estos productos.

Más allá de la sostenibilidad, los investigadores afirmaron que sus resultados sugieren que es más probable que se acepte el uso de insectos como pienso si se garantiza a los consumidores que el producto final será seguro y sano y que el precio y el sabor no cambiarán.

Además, cabe destacar que este estudio se llevó a cabo entre diciembre de 2019 y enero de 2020, antes de que se diera la aprobación de la UE para el uso de proteína de insecto procesada en piensos para cerdos y aves de corral. Sería interesante investigar si esta aprobación ha tenido una influencia positiva en las percepciones de los consumidores hacia el uso de insectos en dietas para aves de corral.