Para un óptimo rendimiento y bienestar de los animales es esencial apoyar la salud intestinal. Los bioactivos del olivo podrían considerarse una herramienta interesante para luchar contra los trastornos intestinales derivados de situaciones de estrés en la avicultura.
Las aceitunas y el aceite de oliva son una parte esencial de la dieta mediterránea y se asocian con muchos efectos beneficiosos para la salud y especialmente por ser una fuente de grandes cantidades de valiosos ácidos grasos monoinsaturados, aunque la gran mayoría de los beneficios descritos se atribuyen principalmente a la presencia de otros compuestos bioactivos menores, como los flavonoles, los polifenoles (es decir, el hidroxitirosol), los secoiridoides (es decir, la oleuropeína), los tocoferoles y los triterpenos (es decir, el ácido oleanólico y el ácido maslínico), entre otros. Las actividades biológicas relacionadas con ellos incluyen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas, antiartogénicas y antitumorales. El enorme potencial de estos compuestos bioactivos ha ampliado inevitablemente la investigación en torno a la generación de extractos de aceituna ricos en bioactivos y los beneficios de su uso en diferentes campos.
Desafíos en la producción de pollos de engorde
Durante el corto pero intenso ciclo de producción de los pollos de engorde, los animales están sometidos a múltiples desafíos, que incluyen cambios en la dieta, exposición a patógenos y alta densidad, etc. El proceso de adaptación a estas situaciones de estrés implica una respuesta inflamatoria subclínica que, si no se resuelve adecuadamente, puede convertirse en crónica. Este estado de inflamación crónica subclínica afecta a la función gastrointestinal y a la salud(figura 1), lo que provoca una menor absorción de nutrientes y el consiguiente gasto energético derivado de la activación del sistema inmunológico. El metabolismo no apareado tiene un impacto negativo directo en el rendimiento del animal, con las consiguientes pérdidas económicas. Recientemente, estos problemas se ocultaron con el uso de antibióticos promotores del crecimiento (AGP), pero tras su prohibición en 2006 volvieron a surgir, y todavía es necesario encontrar alternativas rentables
Figura 1 – Función gastrointestinal en intestinos sanos y dañados.
¿Cómo estudiar la salud intestinal en las aves de corral?
Existen diferentes biomarcadores para vigilar la salud intestinal en las aves de corral; cada uno de ellos proporciona información específica y, por lo tanto, son complementarios. Varios autores han revisado los biomarcadores más adecuados para evaluar la salud intestinal en las aves de corral, clasificándolos en función del objeto de estudio: integridad intestinal (componentes de unión estrecha, histología -longitud de las vellosidades y profundidad de las criptas-, resistencia eléctrica transepitelial- TEER), marcadores de permeabilidad intestinal (es decir, manitol y lactulosa, para el transporte transcelular y paracelular, respectivamente) y estado inmunitario (citoquinas, proteínas de fase aguda, etc.). Lamentablemente, la mayoría de los biomarcadores actuales requieren un muestreo invasivo y análisis de laboratorio específicos (ELISA, RT-qPCR, HPLC, etc.), lo que limita su uso en el campo de la investigación. Sin embargo, hoy en día se han publicado diferentes informes sobre el desarrollo de técnicas rápidas y no invasivas que podrían aplicarse directamente en la granja; los más prometedores se basan en la detección de moléculas que terminan en los excrementos y en la basura.
En resumen, el análisis de varios marcadores es obligatorio cuando se evalúa la eficacia de un aditivo para piensos centrado en la salud intestinal, a fin de comprender en profundidad su modo de acción, que suele ser bastante complejo.
Figura 2A – Efecto de las dietas experimentales (CON-control, MON-monensina y bioactivos OB-olivos) en el rendimiento de los pollos de engorde
Uso de bioactivos del olivo en las aves de corral
Varios estudios han evaluado los efectos de las mezclas estandarizadas de bioactivos del olivo en las aves de corral, con especial énfasis en la salud intestinal. Los animales que recibieron bioactivos del olivo en sus piensos mostraron resultados positivos en el rendimiento frente al grupo de control (pollos de engorde – Figura 2A y pavos – Figura2B), especialmente en situaciones difíciles. Por lo tanto, para comprender mejor el modo de acción de esta familia de productos, se han medido varios biomarcadores(in vitro e in vivo) para tener una visión más amplia de sus efectos biológicos en el animal, con especial énfasis en la función intestinal y el estado inflamatorio del animal.
Figura 2B – Efecto de las dietas experimentales (control de CON y bioactivos OB-olivos) en el rendimiento de los pavos.
Los estudios celulares preliminares demostraron la actividad potencial de estos bioactivos del olivo en la reducción del estrés oxidativo (aumento de la catalasa y de la expresión génica del glutatión en las células IPEC-J2), la reducción de la inflamación (prevención de la sobreexpresión de los genes IL-1β e iNOS en las células Raw 264,7) y la mejora de la integridad intestinal (mejora del TEER y aumento de la expresión génica de las uniones apretadas en las células IPEC-J2). En estos ensayos, las células fueron inmunizadas con LPS y los datos mostraron la prevención de las consecuencias negativas derivadas del desafío LPS después de la preincubación con bioactivos del olivo.
Para explorar el modo de acción de una formulación específica basada en bioactivos del olivo en las dietas de pollos de engorde y sus posibles beneficios, Lucta y sus colaboradores realizaron diferentes ensayos in vivo. En un primer ensayo, las aves suplementadas con bioactivos del olivo mejoraron el crecimiento de los animales como resultado de su efecto inmunomodulador a nivel intestinal. Además, estos resultados no fueron diferentes de los obtenidos con el control positivo con monensina(Figura 3).
Figura 3 – Efecto de las dietas experimentales (MON-monensina y bioactivos OB-olivos) en la expresión de genes seleccionados en el íleon
La misma formulación de bioactivos de la aceituna se evaluó de nuevo en un modelo de inflamación intestinal in vivo basado en la restricción de alimentos. Después de un corto período de restricción de alimento, los pollos de engorde mostraron una pérdida de la integridad intestinal, como lo demuestra la disminución de la expresión del gen Claudin-1, una menor proporción de longitud de las vellosidades/profundidad de los criptos y una mayor proporción de lactulosa/manitol en suero. Además, el desafío aumentó la inflamación intestinal como lo sugiere el aumento de la expresión del gen de la citoquina proinflamatoria IL-8 y el receptor 4 de peaje en el íleon. La suplementación de bioactivos de la aceituna en la dieta pudo prevenir algunos de estos efectos negativos, lo que dio lugar a una mejor funcionalidad intestinal (mayor concentración de manitol sérico y menor profundidad de la cripta duodenal), una modulación del sistema inmunológico (mayor expresión génica del marcador de células B Bu-1) y una atenuación de la inflamación local (menor expresión génica de la IL-8)
Herramienta prometedora
El uso de formulaciones específicas de compuestos bioactivos del olivo en la dieta de los pollos de engorde puede considerarse una herramienta prometedora para hacer frente a situaciones difíciles asociadas a nuestros sistemas de producción avícola gracias a la potenciación de las actividades antioxidantes, antiinflamatorias e inmunomoduladoras en los pollos de engorde para estabilizar su condición fisiológica y apoyar el bienestar animal