Aminoácidos funcionales para reducir el uso de antibióticos

Los recientes descubrimientos científicos en torno a las funciones de los aminoácidos funcionales y sus sinergias aportan pruebas de que estos nutrientes aumentan la resistencia del intestino, lo que puede traducirse en un menor uso de antibióticos en los animales monogástricos.

Se ha demostrado una clara relación entre el uso de ciertos antibióticos en los animales de granja y la aparición de resistencia a los antimicrobianos en los seres humanos. Esto demuestra que la reducción del uso de antibióticos en las granjas es crucial para limitar la aparición de bacterias resistentes a los antimicrobianos tanto en los seres humanos como en los animales. Actualmente, el uso de antibióticos ya está disminuyendo. De hecho, las ventas de antibióticos veterinarios se han reducido en un 34% entre 2011 y 2018 en Europa (ESVAC, 2020). Sin embargo, es necesario realizar esfuerzos para alcanzar un nivel mínimo de uso. Además, esta disminución del uso de antibióticos debe hacerse eco de la creciente demanda de los consumidores de productos animales criados sin ellos. En este contexto, la investigación se ha centrado en el desarrollo de diferentes estrategias para mejorar la salud de los animales manteniendo o mejorando su rendimiento: bioseguridad, gestión de las explotaciones, vacunación y estrategias nutricionales.

Aminoácidos para favorecer la salud intestinal

Entre las estrategias nutricionales, la disminución de la proteína bruta en la dieta, combinada con la inclusión de aminoácidos de calidad alimentaria, es una solución probada para reducir la presión de los patógenos en la granja. En efecto, la alimentación con una dieta baja en proteínas disminuye el pH tanto en el estómago como en el intestino y reduce la disponibilidad de sustrato para que las bacterias patógenas proliferen o produzcan metabolitos dañinos. Los aminoácidos para piensos son algo más que una palanca para disminuir el nivel de proteína bruta en la dieta. Ahora es el momento de considerar sus funciones como precursores de moléculas y como moléculas de señalización en la nutrición animal para optimizar la salud intestinal. De hecho, se ha demostrado que pueden apoyar o restaurar directamente los cuatro pilares de la salud intestinal. Los efectos de la arginina, la glutamina, la treonina y la cistina sobre estos pilares se ilustran en la figura 1. Por lo tanto, la suplementación de aminoácidos funcionales puede preparar el intestino para afrontar un reto o ayudar al intestino a recuperarse de un reto, aumentando su capacidad de recuperación. Esto puede traducirse en una reducción del uso de antibióticos.

Figura 1 – La arginina, la glutamina, la treonina y la cistina pueden favorecer los cuatro pilares de la salud intestinal.

Foto: 3

La glutamina: Un aminoácido fundamental

La glutamina es un aminoácido condicionalmente esencial y una importante fuente de energía para las células que se dividen rápidamente, incluidos los enterocitos y los linfocitos. Durante los periodos de desafío, la demanda de glutamina puede exceder su suministro debido a una menor ingesta y digestibilidad del alimento. En este contexto, la suplementación de L-glutamina en el pienso puede traducirse en una mejora constante de la integridad intestinal.

Varios estudios han informado de que la suplementación de las dietas de cría de cerdos con un 0,2% de L-glutamina puede mejorar el rendimiento del crecimiento a un nivel similar o mayor cuando se compara con los antibióticos de la dieta (clortetraciclina + tiamulina). Un experimento en pollos de engorde ha mostrado un resultado similar, de hecho, los pollos de engorde alimentados con una dieta a base de maíz suplementada con un 1% de L-glutamina mostraron un mayor rendimiento que los pollos tratados con bacitracina tanto en condiciones desafiantes como no desafiantes. Cabe destacar que, además de los beneficios en términos de rendimiento, la suplementación con glutamina se asoció sistemáticamente con una mejora de la morfología intestinal, un aumento de las inmunoglobulinas circulantes y una reducción de los marcadores de inflamación

Soluciones sinérgicas de aminoácidos

Los estudios muestran que hay pocas dudas sobre la eficacia de la suplementación con L-glutamina para mejorar la salud intestinal. Sin embargo, todos los experimentos probaron la glutamina en dosis elevadas (del 0,2 al 2%), lo que impide que esta estrategia se aplique en el campo. Las soluciones sinérgicas que combinan la glutamina con otros aminoácidos funcionales son prometedoras y se ha demostrado que:

  • aumentar la eficacia de la solución
  • disminuir la dosis de eficacia
  • aumentar la reproducibilidad de los resultados.

Por ejemplo, hemos demostrado en 2 experimentos comerciales diferentes que la suplementación del 0,1% de una solución a base de aminoácidos que contiene L-glutamina, L-cistina y L-arginina puede reducir significativamente en un tercio el uso de tratamientos antibióticos individuales en lechones post-destete. Además, en un estudio reciente, observamos que la suplementación de una solución similar (Inneus piglets for gut health) durante la fase previa al arranque podía reducir la puntuación de diarrea y mejorar el crecimiento de los lechones. En pollos de engorde, demostramos que la suplementación con un 0,1% de una solución a base de aminoácidos que contenía L-glutamina, L-treonina y L-arginina (Inneus chickens for gut health) podía mejorar el rendimiento de los pollos desafiados con coccidiosis al mismo nivel que los pollos tratados con un fármaco anticoccidial(Figura 2). Se observaron efectos similares en los pollos desafiados con enteritis necrótica(Figura 2)

Figura 2 – La suplementación con Inneus es eficaz para promover el rendimiento de los pollos de engorde con problemas.

Foto: 3

Enfoques complementarios para el éxito

Reducir el uso de antibióticos a cero es un camino largo y complejo. La creciente cartera de aminoácidos para piensos permite ahora, por un lado, disminuir el nivel de proteína bruta en la dieta de forma eficiente y reducir el exceso de proteína no digerida y, por otro, complementar los nutrientes adecuados para potenciar determinadas funciones fisiológicas, como la salud intestinal. Creemos que estas estrategias nutricionales complementarias deben combinarse y son herramientas eficaces en un contexto de reducción del uso de antibióticos.

Las referencias están disponibles a petición.