El veterinario avícola Gerwin Bouwhuis da consejos y trucos sobre cómo prevenir el estrés térmico en los pollos de engorde con un régimen alimentario adecuado, una altura de la línea de agua inteligente y los aditivos correctos.
Para prevenir el estrés térmico, era una práctica común en el sector de los pollos de engorde hacer que las aves ayunaran durante las horas más calurosas del día. La razón es que, sin ingerir alimento, los pollitos no queman energía y, por tanto, no hay producción de calor interno. Sin embargo, el veterinario avícola Gerwin Bouwhuis, del Centro de Salud Avícola (GvP) de Emmen (Países Bajos), cree que hacer ayunar a los pollitos durante el estrés térmico no es la solución óptima
Cualquier forma de estrés en los pollitos es indeseable. Por lo tanto, nos basamos en el ajuste del régimen de alimentación para combatir el estrés térmico.
Reducir la ingesta de alimentos y fomentar la bebida
Según Bouwhuis, también es posible reducir la ingesta de alimento sin dar un giro completo al régimen de alimentación: «Se puede jugar con la intensidad de la luz, por ejemplo. Bajar las luces para reducir la ingesta de alimento y la actividad corporal, pero añadir un poco más de luz de vez en cuando para estimular a los pollitos a beber agua. Una menor absorción de agua no es deseable», dice Bouwhuis. Según el veterinario avícola, es aconsejable bajar temporalmente las líneas de agua para animar a los pollitos a beber. Por otro lado, si se elevan ligeramente las líneas de alimentación, es posible disminuir temporalmente la ingesta de alimento: «De este modo se puede limitar la ingesta de alimento, pero se evita que los pollitos estén en ayunas», dice Bouwhuis.
Peligro de un pH elevado
Por naturaleza, los pollos de engorde no pueden perder el calor fácilmente. No tienen la capacidad de sudar y, en su lugar, tienen que jadear para deshacerse del calor: «Los pollos que sufren estrés térmico extienden las alas y levantan las plumas. Jadean y producen un estiércol más fino», dice Bouwhuis. Como resultado del aumento de la respiración, los polluelos emiten un extra deCO2 que cambia el pH de la sangre. Este cambio de pH es perjudicial para el músculo cardíaco y las patas. Según Bouwhuis, pueden surgir más problemas de salud como consecuencia del estrés térmico: «Los pollitos estresados quieren luchar o huir, la llamada respuesta «lucha-huida». El cuerpo entra entonces en un estado en el que se prepara para luchar o huir. Los músculos reciben más sangre, mientras que en el tracto intestinal circula menos. Esto puede provocar el llamado «síndrome del intestino permeable».
Aditivos que previenen el estrés térmico
Hay varios aditivos en el mercado que tienen un efecto beneficioso en la prevención del estrés térmico. Hay que añadir varias sustancias activas al agua potable para que funcionen correctamente, aconseja Bouwhuis. El suplemento ThermoFit contiene varias sustancias que contrarrestan los efectos del estrés térmico y además es soluble en agua
Bouwhuis: «Thermofit contiene electrolitos que evitan la deshidratación y bicarbonato que estabiliza el pH de la sangre y ayuda contra la osteoporosis. Los antioxidantes capturan los productos de desecho y evitan la sobrecarga de los músculos respiratorios. La adición de magnesio garantiza que el músculo cardíaco no sufra calambres» La dosis de Thermofit es de 1 a 2 kg por cada 1.000 litros de agua potable en los días de verano. El suplemento se utiliza durante la fase aguda, de 7 a 19 horas.
Según Bouwhuis, es difícil predecir con exactitud cuándo se producirá el estrés térmico en los pollos de engorde. Depende de varios factores, como la altura de la nave, la humedad real y la velocidad del aire, pero también influyen la composición del pienso y el ritmo de crecimiento de los pollos: «Los pollos de engorde pueden soportar fácilmente las condiciones cambiantes durante un corto periodo de tiempo. Cuando hace demasiado calor durante un periodo de tiempo más largo, los pollos empiezan a sufrir».