Los precios mundiales de los alimentos aumentaron por quinto mes consecutivo en mayo, impulsados por el aumento de los precios del queso y el maíz debido a las condiciones climáticas adversas.
Según el Índice de Precios de los Alimentos de la FAO, que sigue la evolución mensual de los precios internacionales de los productos alimenticios comercializados comúnmente, en mayo se registró un promedio de 172,4 puntos, lo que supone un aumento del 1,2% con respecto al mes anterior, aunque sigue estando un 1,9% por debajo de su nivel en mayo de 2018.
Perspectivas negativas para el maíz
El pronóstico más reciente de la FAO sobre la producción mundial de cereales en 2019 -disponible en el Informe sobre la oferta y la demanda de cereales- señala un aumento del 1,2% con respecto al año anterior hasta alcanzar los 2.685 millones de toneladas, lo que supone una fuerte revisión a la baja con respecto al pronóstico realizado en mayo, cuando se preveía que la producción mundial de cereales aumentaría un 2,7%.
El aumento interanual de la producción mundial de cereales refleja las expansiones de la producción de trigo y cebada, mientras que es probable que la producción mundial de arroz se mantenga cercana al nivel sin precedentes del año pasado. Sin embargo, se observa ahora una disminución de la producción mundial de maíz, y se prevé que la producción de los Estados Unidos se reduzca en un 10% con respecto al año anterior en medio de un ritmo de siembra muy reducido debido a condiciones meteorológicas desfavorables. Se prevé ahora que la utilización mundial de cereales en el año próximo alcanzará los 2.707 millones de toneladas, algo menos que el pronóstico de mayo, pero todavía un 1% más que en 2018/19.
Disminución de las existencias mundiales de cereales
Sobre la base de las nuevas estimaciones de producción y utilización, las existencias mundiales de cereales podrían disminuir hasta un 3% en la nueva temporada, alcanzando un mínimo en 4 años de 830 millones de toneladas. La disminución prevista daría lugar a que las existencias mundiales de cereales para la utilización de la ración descendieran por debajo del 30%, lo que, no obstante, sigue apuntando a un nivel de suministro relativamente cómodo. Se pronostica que el comercio mundial de cereales aumentará a 414 millones de toneladas, un 1,4% más que el nivel estimado para el año anterior, impulsado por un fuerte repunte del comercio de trigo debido a una demanda de importaciones más fuerte por parte de varios países de África y Asia, combinada con expectativas de grandes disponibilidades de exportación en la región del Mar Negro y la Unión Europea.