La forma y el tamaño de las espiguillas en el trigo está controlada por un gen. Los investigadores han identificado este gen, que podría ayudar a aumentar la producción de este importante cultivo.
La diversidad de la arquitectura floral ha sido explotada por generaciones de fitomejoradores para aumentar los rendimientos, y la variación genética de este rasgo tiene el potencial de impulsar aún más la producción de granos. El estudio se centró en la genética que subyace a un rasgo mutante específico en el trigo panificable conocido como espiguillas emparejadas, en el que la inflorescencia del trigo está formada por 2 espiguillas en lugar de la habitual 1. Este rasgo, que guarda semejanza con la producción de flores en el maíz y el arroz, es una variación que podría dar lugar a un aumento del rendimiento.
Un equipo del Centro John Innes del Reino Unido dice que el mecanismo genético subyacente que han encontrado también es relevante para la arquitectura de la inflorescencia (floral) en otros cereales importantes, como el maíz, la cebada y el arroz.
Los resultados, publicados en la revista The Plant Cell, ofrecen a los fitomejoradores una nueva herramienta para acelerar la búsqueda mundial de la mejora del trigo. El estudio también pone de relieve una serie de técnicas de próxima generación disponibles para la investigación fundamental del trigo, el cultivo más abundante del mundo.