El término «supervivencia del más fuerte» fue mencionado por primera vez por el biólogo británico Charles Darwin en 1859. La frase se aplicaba originalmente para explicar la evolución y la diversidad de la vida, que se extiende a lo largo de una serie de generaciones. Sin embargo, el término también es aplicable a lo que ocurre en una generación en una granja de pollos de engorde. Al fin y al cabo, cuando los pollos de engorde tengan un buen comienzo, estarán en forma y preparados para afrontar los retos del resto de su vida.

Sin embargo, por muy lógico que suene todo esto, la práctica no es tan fácil. Cuando el cuidado de los animales jóvenes no es óptimo, las consecuencias pueden ser abundantes. Piense en el aumento de la mortalidad, el crecimiento excesivo de los microbios intestinales, que conduce a una serie de problemas de salud como la diarrea, la cama húmeda, las lesiones en las almohadillas de las patas y el uso adicional de antibióticos, o, si todo esto no sucede, simplemente una menor eficiencia alimentaria, así como un menor rendimiento de los animales. En definitiva, todo ello redunda en un menor beneficio para los productores en tiempos de márgenes reducidos.

Por eso merece la pena prestar atención a los animales más jóvenes. Una mayor atención a los animales jóvenes dará lugar a una mayor robustez y resistencia en lugar de un aumento de la mortalidad. Del mismo modo, una transición rápida y fácil sin estrés para los pollos de engorde después de la eclosión; al fin y al cabo, el estrés hace que el intestino sea permeable. Además, la economía es importante, ya que una inversión relativamente pequeña a una edad temprana se traducirá en una alta tasa de retorno en la comercialización.

Una mirada más cercana al sistema digestivo

Antes de elaborar una dieta adecuada para los pollitos de engorde, es importante comprender el desarrollo de su fisiología digestiva. Al fin y al cabo, la adaptación a la digestión de los piensos lleva tiempo, el sistema digestivo necesita desarrollarse – es un proceso llamado inducción. Además, el tracto gastrointestinal después de la eclosión es casi estéril y se necesita tiempo para establecer un microbioma intestinal bueno y estable, tanto en el intestino delgado como en los ciegos

El tiempo también es un problema cuando se habla de inmunidad: hay una brecha en la inmunidad desde la innata hasta la adaptativa. La primera protección en el intestino llega a través de las inmunoglobulinas, procedentes de la criadora de pollos de engorde a través de la yema de huevo. Por último, pero no por ello menos importante, los pollos de engorde jóvenes son muy sensibles a la digestión de las proteínas. Cuando la proteína no se digiere bien, habrá un crecimiento excesivo de microbios patógenos y no patógenos en el intestino posterior. Siempre hay una competición por los nutrientes entre el huésped y los microbios; obviamente, lo ideal es que el huésped gane esa competición, pero los microbios son necesarios para desarrollar la inmunidad.

Problemas que hay que resolver

Hay varias cuestiones que hay que resolver para asegurarse de que los pollos de engorde jóvenes superan sus primeros días tras la eclosión. Los pollos de engorde jóvenes no son capaces de controlar bien su temperatura corporal; tardan unos días en conseguirlo y convertirse en «homeotérmicos»

• El control de la temperatura corporal mediante la regulación de la temperatura ambiental es muy importante para los pollos de engorde jóvenes
• Los pollos de engorde jóvenes necesitan un acceso rápido al alimento y al agua después de la eclosión
• El microbioma intestinal inestable y el sistema inmunitario adaptativo inmaduro
• El siguiente problema podría ser el resultado de que, de nuevo, la digestión de altas cantidades de alimento sea baja

Al juntar todos estos elementos, se pueden distinguir 4 objetivos principales a los que hay que aspirar cuando los pollos de engorde alcanzan entre una y dos semanas de edad.

1. Establecer rápidamente un buen microbioma

En el caso de los pollos de engorde de 1 a 2 semanas de edad, el objetivo principal debe ser alcanzar un microbioma intestinal estable y diverso. Para lograrlo, el objetivo debe ser reducir el número total de todos los microbios, incluidos los patógenos pero también los beneficiosos. Más concretamente, eso significa intentar reducir el número de bacterias gramnegativas en el intestino delgado a una edad temprana. Esto puede lograrse mediante:

• Tener una buena barrera para los microbios con un pH bajo en la molleja y el proventrículo, es decir, mediante partículas gruesas y algo de fibra;
• Añadiendo antimicrobianos no antibióticos como ácidos grasos de cadena media (AGCM);
• Crear una alta digestibilidad de la proteína – después de todo, cuando hay proteína en el intestino posterior, entonces habrá muchos microbios en el intestino posterior, como consecuencia muchos productos finales debido a la fermentación proteolítica por estos microbios. Su presencia puede ser perjudicial o incluso tóxica
• Utilizar granos no viscosos, ya que son fáciles de digerir y eso es beneficioso para el huésped. Si se utilizaran granos viscosos, como el trigo o la cebada, éstos proporcionarán un sustrato extra para los microbios y así aumentará el número de bacterias en el intestino;
• Suministrar dietas de alta densidad que incluyan mucha grasa, teniendo en cuenta que la grasa no es un sustrato para los microbios;
• Evitar la sobrealimentación, ya que el sistema digestivo de los animales jóvenes aún no está preparado para digerir una gran cantidad de alimento.

2. Desarrollar una buena inmunidad

El desarrollo de una buena inmunidad también debe ser un objetivo a conquistar en las primeras semanas. Al fin y al cabo, en el momento de la eclosión, los animales tienen anticuerpos innatos (procedentes en su mayoría de la madre, los anticuerpos maternos), pero estos niveles disminuyen mientras que los anticuerpos neonatales específicos del sistema inmunitario adaptativo todavía tienen que aumentar. Aproximadamente a las 2 semanas después de la eclosión, el nivel de la cantidad total de anticuerpos es el más bajo. Por lo tanto, es necesario salvar la brecha entre el sistema inmunitario innato y el sistema inmunitario adquirido

El sistema inmunitario adaptativo puede estimularse, por ejemplo, mediante la adición de β-glucanos específicos procedentes de las paredes celulares hidrolizadas de la levadura, así como de proteínas, ya que son las piedras de construcción del sistema inmunitario. Además, los microbios pueden desempeñar un papel en este sentido, de nuevo los microbios. Por un lado son necesarios, por otro es mejor no tener demasiados. Cuando los pájaros se hacen mayores, es bueno centrarse en añadir sustancias antiinflamatorias.

3. Desarrollar una gran capacidad digestiva

La siguiente pregunta es ¿cómo desarrollar una alta capacidad digestiva?

• Para ello, es muy importante el acceso rápido al agua y al alimento, justo después de la eclosión. Por lo tanto, un largo tiempo de transporte entre la incubadora y la granja no es lo ideal
• Además, el primer alimento debe tener una buena calidad visual para atraer y estimular la ingesta de alimento. De nada sirve hablar de hidratos de carbono, proteínas o grasa, si el aspecto del pienso no es bueno;
• En tercer lugar, tener partículas gruesas en el pienso estimula el desarrollo de la molleja, que actúa como un marcapasos para digerir el pienso gradualmente en el intestino delgado;
• La suplementación de dietas de alta densidad también es importante en el contexto de la alta digestibilidad. Esto incluye dietas con alto contenido en grasas, proteínas altamente digeribles y granos no viscosos y que no contengan almidón gelatinizado;
• Los ciegos son los recipientes de fermentación del ave, que también necesitan desarrollarse. Esto puede hacerse proporcionando algunos carbohidratos complejos que puedan ser fermentados en los ciegos, lo que lleva a la producción de ácidos grasos de cadena corta, de los cuales el butirato es el más importante.

4. Desarrollar una buena capacidad para caminar

El objetivo debe ser una buena capacidad para caminar. Para ello, los minerales son importantes. El calcio y el fósforo son necesarios para la mineralización de los huesos en una proporción de 2,1 a 1. Sin embargo, prácticamente todo el calcio va a los huesos, mientras que aproximadamente el 50% del fósforo digerido se retiene en los tejidos blandos, y la otra mitad en los huesos. Por ello, la proporción óptima requerida entre el calcio digerible y el fósforo digerible es cercana a 1 a 1. Para una buena capacidad de andar, no se requiere la máxima mineralización de las cenizas óseas. Los altos niveles de calcio en las dietas de iniciación pueden parecer atractivos, ya que el calcio es barato. Sin embargo, la combinación de alto calcio y bajo fósforo es perjudicial para la mineralización ósea y el aumento de peso corporal. Por último, la piedra caliza gruesa es retenida durante más tiempo en la molleja, lo que al solubilizarse lentamente conducirá finalmente a una mayor digestibilidad.

Formulación de piensos para pollos de engorde jóvenes

Si se reúnen todos estos requisitos, se obtiene una imagen de la formulación ideal de los piensos

• Es esencial una buena calidad física, por lo que es imprescindible una buena especificación del tamaño de las partículas, no sólo tras el tamizado en seco, sino también en húmedo, de la papilla, el crumble o los pellets pequeños.
• En cuanto a los hidratos de carbono, deben evitarse los azúcares. La glucosa o la dextrosa, por ejemplo, no son buenos ingredientes, ya que los pollos de engorde jóvenes no pueden utilizarla ni metabolizarla bien, lo que puede incluso provocar toxicidad. Del mismo modo, los granos cocidos o viscosos no son aconsejables; sólo el maíz crudo y molido grueso es un grano muy bueno para esos polluelos jóvenes.
• En cuanto a las proteínas, la digestibilidad es muy importante. Un poco de lisina extra sería bueno para el desarrollo de las células satélite, lo que dará lugar a más y mejor carne de pechuga.
• En cuanto a las grasas, lo mejor es apostar por niveles altos, pero teniendo en cuenta que la calidad de la grasa es muy importante. Por eso hay que limitar la adición de muchos aceites poliinsaturados oxidativos, que se pueden encontrar, por ejemplo, en el aceite de soja, al igual que las grasas saturadas poco digeribles como el C16:0 (ácido palmítico) y el C18:0 (ácido esteárico). En resumen, una mezcla de aceite de soja, aceite de colza y/o grasa de ave es muy buena para esos pollos jóvenes.
• En cuanto a los minerales, los niveles de calcio deben ser bajos; tal vez se necesite algo más de sodio, pero eso dependerá del alojamiento y la temperatura. En naves cerradas y con un clima moderado, no es necesario un aporte extra de sodio; sin embargo, cuando las temperaturas son elevadas y las naves son abiertas, es conveniente un aporte extra de sodio.
• La fitasa descompone el fitato y libera fósforo. Además, también descompone los factores antinutricionales, que pueden ser perjudiciales para los animales jóvenes. Sería aconsejable una fitasa que fuera activa en un rango bajo y amplio de pH.
• La adición de ácidos grasos de cadena media (AGCM ) es muy importante. Además, es posible considerar la inclusión de zinc orgánico o 25-OH-vitaminaD3 para mejorar la inmunidad y prevenir la cojera en los pollos de engorde.

Adaptación y transición suave

En definitiva, para lograr un rendimiento y una rentabilidad totales en la comercialización, el mensaje clave gira en torno a una rápida adaptación y una transición suave tras la eclosión de los pollos de engorde, aptos para sobrevivir. Palabras con las que, sin duda, Charles Darwin habría estado de acuerdo.

Este artículo es un resumen de una presentación realizada durante un seminario web sobre el cuidado de los animales jóvenes, celebrado por All About Feed junto con el Grupo Royal Agrifirm, en diciembre de 2020. Se organizó para lanzar la nueva marca de nutrición de animales jóvenes de la empresa «Earlyfeed». El seminario web todavía puede verse bajo demanda.