Una mejor salud comienza con una inmunidad robusta de los lechones

Las enfermedades nunca han estado tan presentes en la mente de los productores de cerdos como ahora. Las estrategias fiables del pasado, como los antibióticos, ya no son opciones sostenibles para el futuro, por lo que la industria debe buscar en otra parte estrategias para optimizar la salud de los cerdos jóvenes vulnerables en particular, lo que en última instancia impulsa la eficiencia de la producción de por vida.

En los últimos años, la industria porcina mundial ha experimentado graves problemas de enfermedades como la DEP y, más recientemente, la peste porcina africana, que han amenazado el futuro mismo de la producción porcina en algunas regiones. La red de seguridad de los AGP, en la que antes se confiaba como piedra angular de la gestión de la salud intestinal, ya no es una opción viable para apoyar la producción porcina sostenible. Del mismo modo, en un futuro no muy lejano el ZnO terapéutico también será tachado de la lista de herramientas viables para apoyar la salud de los cerdos jóvenes en Europa

La inmunidad es la mejor defensa

Sin embargo, esta búsqueda a menudo pasa por alto el mecanismo de defensa más crítico de todos, el propio sistema inmunitario de los cerdos. Aunque la inmunidad es vital para la vida, tiene un coste para la eficiencia de la producción y, como tal, merece la debida consideración. Existen dos categorías principales de inmunidad: la inmunidad innata, con la que nacen los cerdos, y la inmunidad adaptativa, que se desarrolla con el tiempo en respuesta a antígenos extraños. La inmunidad innata, que es rápida pero no específica, es energéticamente barata de desarrollar pero cara de utilizar. En cambio, la inmunidad adaptativa es potente pero de respuesta más lenta y es costosa de crear pero económica de utilizar

El reto de la producción moderna

Al nacer, los lechones dependen del calostro de la cerda, que les proporciona factores protectores, y de su propia respuesta inmunitaria innata para protegerse de los patógenos hasta que se desarrolle su inmunidad adaptativa. Las prácticas modernas de producción porcina hacen que los cerdos sean destetados de las cerdas antes de que su propia inmunidad adaptativa esté completamente desarrollada. Esto crea una ventana de susceptibilidad durante ese periodo inmediato al destete, cuando el cerdo es particularmente vulnerable a la infección. Además, los lechones se enfrentan a una nueva oleada de antígenos procedentes de un cambio abrupto en la dieta de la leche materna al alimento sólido, un nuevo entorno y cambios dramáticos en el microbioma intestinal. Estos retos ejercen una inmensa presión sobre el sistema inmunitario, especialmente el de las mucosas. Idealmente, el sistema inmunitario de las mucosas debería ser altamente reactivo a los desafíos entéricos, instigando una respuesta inflamatoria que elimine estas amenazas rápidamente, mientras que permanece en gran medida sin reaccionar a las amenazas de bajo riesgo. Sin embargo, la tolerancia, que es la capacidad del sistema inmunitario de distinguir entre los antígenos de bajo riesgo y las amenazas genuinas, no es totalmente funcional hasta aproximadamente las 8 semanas después del destete. Por lo tanto, existe la posibilidad de que el estrés asociado al destete inicie una crisis inmunológica en el intestino que provoque una inflamación excesiva y daños en la barrera intestinal

Figura 1 – DSM Immunity Booster: Un enfoque multicomponente para optimizar la función inmunitaria a través de la nutrición.

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Optimización inmunológica mediante un enfoque multicomponente

El objetivo final es apoyar el desarrollo inmunológico de los cerdos desde el nacimiento, que sea muy eficaz cuando se necesita pero que no perjudique el crecimiento cuando no lo es. Una nutrición equilibrada es un requisito previo para mantener un buen estado de salud. Las células inmunitarias requieren nutrientes en la cantidad y el equilibrio correctos para multiplicarse y llevar a cabo su función cuando sea necesario. Sin embargo, la estructura y la función del sistema inmunitario son muy complejas, por lo que sólo un enfoque nutricional multicomponente puede lograr eficazmente la estimulación y el refuerzo adecuados de las diferentes células inmunitarias(Figura 1). Las vitaminas, como la vitamina D3 o 25-hidroxi (OH) vitamina D3 (Hy-D), desempeñan un papel importante en la inmunidad. No sólo favorecen la activación de las células inmunitarias y la producción de péptidos antimicrobianos, sino que también limitan el exceso de respuestas. Los cerdos nacen con niveles muy bajos de vitamina D3 25-OH en sangre, que rara vez alcanzan el mínimo y mucho menos el rango óptimo para apoyar la inmunidad. Ahora que se entiende el papel crítico de la vitamina D3 para la función inmunitaria, los cerdos destetados pueden estar en desventaja sin una suplementación adecuada durante un periodo muy estresante del ciclo de producción. Las vitaminas E y C han sido reconocidas desde hace tiempo como potentes antioxidantes que previenen el daño oxidativo de las células inmunitarias. La viabilidad de los lechones puede mejorarse mediante un suplemento óptimo de vitamina E en las cerdas durante la gestación y la lactancia. La vitamina C está altamente concentrada en los glóbulos blancos, lo que estimula su función y actúa como un potente antioxidante. Algunos eubióticos, como las paredes celulares de las levaduras, algunos probióticos y las algas, también han demostrado su potencial inmunomodulador en los cerdos. Los betaglucanos, en particular, pueden aumentar la respuesta de la explosión oxidativa en los fagocitos. Cada vez hay más pruebas que sugieren que una combinación optimizada de vitaminas E, C, 25-OH vitamina D3 (Hy-D) y eubióticos específicos (DSM Immunity Booster) que favorecen la proliferación, la activación y la protección de las células inmunitarias es clave para crear un sistema inmunitario más robusto tras el destete, aumentando el rendimiento general. Esta combinación ha demostrado ser una solución rentable para los productores en varios ensayos recientes, ofreciendo un atractivo retorno de la inversión de 3:1(Figura 2).

Figura 2 – DSM Immunity Booster apoya la función inmune en cerdos destetados, lo que resultó en

mejoras en el rendimiento del crecimiento.

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Crear inmunidad de rebaño

Los virus y patógenos, tanto los antiguos como los nuevos, seguirán amenazando el futuro de la producción porcina en todo el mundo. Las estrategias fiables del pasado, como los antibióticos, se están convirtiendo en opciones menos sostenibles para el futuro, lo que aumenta la necesidad de ayudar al cerdo a defenderse mejor. El creciente reconocimiento de la importancia de la nutrición en el mantenimiento de la funcionalidad inmunológica está proporcionando oportunidades a los productores para construir la robustez inmunológica en sus rebaños desde el principio de una manera rentable.

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