La multi-contaminación por micotoxinas de los alimentos para animales se encuentra con mucha frecuencia y parece ser la regla más que la excepción en las dietas prácticas. Aquí presentamos una rápida visión general de las interacciones conocidas.
Las micotoxinas representan un desafío excepcional para los productores de piensos y animales:
- son producidos por mohos comunes,
- se producen en una gran variedad y número,
- son esporádicas o heterogéneas en su distribución, y
- sus efectos en los animales de granja rara vez se reconocen como micotoxicosis.
Entre los cientos de micotoxinas conocidas, destacan como contaminantes más comunes las aflatoxinas, producidas principalmente por la especie Aspergillus, la ocratoxina A, producida por la especie Aspergillus y Penicillium, así como las fumonisinas, los tricotecenos (especialmente la toxina DON y T-2) y la zearalenona, producida principalmente por muchas especies de Fusarium.
La ingestión de estas micotoxinas puede causar una toxicidad aguda o trastornos crónicos, según la concentración y la duración de la exposición. En los animales de granja, esto puede manifestarse en una disminución del rendimiento, rechazo de alimentos, mala conversión alimenticia, reducción del aumento de peso corporal, supresión inmunológica, trastornos reproductivos y residuos en los productos alimenticios de origen animal. Debido a su frecuente aparición y a sus graves propiedades tóxicas, muchos países designaron reglamentos o directrices legales para las principales micotoxinas a fin de proteger a los animales y a los consumidores humanos. Las reglamentaciones actuales suelen ser muy específicas en cuanto a la especie animal e incluso para la etapa de producción, teniendo en cuenta que las micotoxinas afectan, por ejemplo, a las aves de corral de manera diferente que al ganado y a los pollos de engorde de manera diferente que a los criadores o las gallinas ponedoras. Sin embargo, los valores umbral y/o de orientación para cada especie se determinaron sobre la base de los datos toxicológicos de los estudios que investigaban una mono-exposición, dejando fuera la posibilidad de cualquier efecto combinado de las micotoxinas.
Herramienta de micotoxinas: Una actualización de los diferentes grupos de micotoxinas y qué especies de micotoxinas entran en cada grupo.
Más de una: regla más que excepción
Si pudiéramos asegurarnos de que los animales estuvieran expuestos a una sola micotoxina a la vez, seguir las directrices reglamentarias nos permitiría proteger a nuestros animales en la mayoría de los casos. Sin embargo, varios estudios mundiales muestran que la multi-contaminación por micotoxinas en los alimentos para animales se encuentra con mucha frecuencia* y parece ser la regla más que la excepción en las dietas prácticas. La aparición simultánea de micotoxinas en los alimentos puede explicarse como sigue: Cada especie de moho tiene la capacidad de producir varias micotoxinas simultáneamente. Cada especie, a su vez, puede infestar varias materias primas dejando uno o más residuos tóxicos. Al final, una dieta completa se compone de varias materias primas con cargas individuales de micotoxinas, lo que resulta en una multitud de desafíos tóxicos para los animales. Varios investigadores demostraron que los efectos observados durante la exposición a múltiples micotoxinas pueden diferir en gran medida de los efectos observados en los animales expuestos a una sola micotoxina, lo que indica que la presencia simultánea de micotoxinas puede ser más tóxica de lo que se preveía a partir de las micotoxinas solas. Esto se debe a que las micotoxinas interactúan entre sí.
Las interacciones pueden clasificarse en tres grandes categorías diferentes:
- antagonista
- aditivo
- sinérgico
Figura 1 – Caracterización de la interacción entre micotoxinas (Smith et al., 2016).
La aditividad se produce cuando el efecto de la combinación es igual a la suma esperada de los efectos individuales de las dos toxinas (Figura 1a). Las interacciones sinérgicas de dos micotoxinas conducen a un efecto mayor de la combinación de micotoxinas que el que se esperaría de la suma de sus efectos individuales (Figura 1b). Una forma especial de sinergia, a veces llamada potenciación, se produce cuando una o ambas micotoxinas no inducen efectos, mientras que la combinación induce un efecto significativo (Figura 1c). Cuando el efecto de la combinación de micotoxinas es menor que el esperado de la suma de sus efectos individuales, se puede observar antagonismo (Figura 1d). En general, la mayoría de las mezclas de micotoxinas producen efectos aditivos o sinérgicos, lo que pone de relieve una amenaza significativa para la salud animal y es la principal razón que impide la evaluación de los riesgos. Las acciones sinérgicas pueden ocurrir cuando las micotoxinas individuales de una mezcla actúan en diferentes etapas del mismo mecanismo, por ejemplo, la T-2 aumenta la producción de ROS mientras que la AFB1 disminuye su eliminación, cuando la presencia de una micotoxina aumenta la absorción de otra o disminuye su degradación metabólica.
Tenga en cuenta las contaminaciones actuales
Dada su compleja interacción, la toxicidad de las combinaciones de micotoxinas no puede predecirse simplemente sobre la base de sus toxicidades individuales. Sabiendo que incluso niveles bajos de combinaciones de micotoxinas pueden perjudicar la productividad, la salud y el bienestar de los animales, es útil que los productores de piensos y animales sean conscientes de las contaminaciones presentes, para poder vincularlas al riesgo que suponen para el animal y, por consiguiente, tomar medidas antes de que los problemas aparezcan en el campo.
*Las referencias están disponibles a petición.