Las liolecitinas ayudan a la lubina a crecer mejor

Las lisolecitinas han demostrado ser una solución rentable para mejorar la emulsificación de la grasa, la digestión de la grasa y la absorción de nutrientes en pollos y lechones. También se ha demostrado que es muy beneficiosa para la lubina.

La lecitina nativa se obtiene durante el desgomado del aceite crudo de las semillas y frutos oleaginosos con agua y es una mezcla compleja de fosfolípidos, algo de aceite, glicolípidos y carbohidratos. Las lecitinas se producen de forma natural y son, por ejemplo, un componente importante de la bicapa lipídica de las membranas celulares. Las lecitinas nativas se aplican en la alimentación animal porque son una fuente de energía relativamente barata y actúan como emulsionantes de las grasas. Los lisofosfolípidos (también llamados lisolecitinas) se derivan de los fosfolípidos por la acción de la enzima fosfolipasa A2 (figura 1).

Figura 1 – La formación de un lisofosfolípido (lisolecitina). Como ejemplo se muestra la formación de lisofosfatidilcolina a partir de la fosfatidilcolina.

Las lisolecitinas obtenidas tienen un carácter más hidrófilo en comparación con las lecitinas nativas, lo que resulta en una mejor emulsificación del aceite en el agua y en gotas de grasa más pequeñas. Las liolecitinas promueven la formación de micelas mixtas pequeñas y altamente hidrófilas, mejorando el transporte de nutrientes a través de la capa de agua sin remover que rodea las vellosidades intestinales. La lecitina de soja hidrolizada tiene buenos niveles de lisofosfatidilcolina (LPC) y de lisofosfatidiletanolamina (LPE), que son ambos importantes componentes de la bicapa lipídica de las membranas celulares de las células del epitelio. La LPC y la LPE alimentarias pueden interferir en la bicapa fosfolípida de las células animales, aumentando su fluidez y permeabilidad y facilitando así la absorción de nutrientes y grasas. Por lo tanto, las lisolecitinas en la dieta ayudarán a obtener un mejor rendimiento de los animales.

Aplicación de (lisoz)lecitinas en la lubina

Muchas larvas de peces reciben fosfolípidos en sus dietas naturales, ya sea de los lípidos del saco vitelino antes de la primera alimentación o de las presas naturales. A principios del decenio de 1980 ya se demostró que cuando se sustituyeron los alimentos vivos por microdietas, los fosfolípidos de la dieta eran esenciales para el desarrollo normal y la supervivencia. Sin embargo, debido al crecimiento de la industria de la acuicultura, la demanda de los principales ingredientes de los alimentos acuáticos, como la harina y el aceite de pescado, sigue aumentando.

Por lo tanto, la industria comenzó a utilizar fuentes alternativas de grasa y proteína, como las originadas en las plantas. Las fuentes de grasa y proteína vegetales tienen desventajas, como factores antinutricionales más altos, alto nivel de carbohidratos y menores densidades de nutrientes. En la literatura se mencionó que la acumulación de gotitas de lípidos en las TIG de los salmónidos alimentados con aceites vegetales se reparaba con la suplementación de fosfolípidos. Esta acumulación podría ser el resultado de una síntesis limitada de fosfolípidos por parte del propio pez, y de la falta de un páncreas bien desarrollado como el que se encuentra en algunas especies de teleósteos. El páncreas produce fosfolipasa A2 que promueve la formación de lisofosfolípidos que son necesarios para una óptima emulsificación de la grasa. Esto indica que se necesita un emulsionante alimenticio. Los artículos científicos afirman que la lecitina de soja en los piensos mejora la emulsificación y la digestibilidad en el intestino de los peces. Además de estas características, los fosfolípidos son también una importante fuente de energía. Los fosfolípidos tienden a ser una fuente rica en ácidos grasos esenciales y pueden ser más fáciles de digerir que los lípidos neutros. Por lo tanto, los productos que contienen fosfolípidos y lisofosfolípidos son de interés tanto para las dietas a base de harina/aceite de pescado como para las dietas a base de aceite vegetal para las especies acuáticas.

Importancia del perfil de fosfolípidos

Para estudiar el efecto de los diferentes perfiles de fosfolípidos (lisofosfolípidos) en el rendimiento de la lubina, se realizó un ensayo en Grecia. Para este estudio se utilizó la lubina europea y se obtuvo de una piscifactoría local. En total se utilizaron 270 peces, distribuidos en 9 tanques cilindro-cónicos de 0,170m3 en un sistema de aguas de flujo abierto (30 peces/ tanque). El ensayo duró 92 días.

Se utilizaron 3 grupos de tratamiento que recibieron la misma dieta comercial (45% de proteínas y 18% de grasas, de las cuales el 11,8% añadieron aceite de salmón y el 2% aceite de pescado). El grupo de control no recibió ningún aditivo.

El grupo de tratamiento 1 recibió FRA® LeciMax Dry (producto de prueba) con una tasa de inclusión de 750 gramos/tonelada de alimento.

El grupo de tratamiento 2 recibió un producto competidor que contiene una menor cantidad de lisofosfolípidos y fue dosificado a 750 gramos/tonelada de alimento.

  • Ambos productos se añadieron a la dieta basal.
  • La alimentación se realizó cerca de la saciedad, dos veces al día (09:00H y 14:00H), 6 días a la semana.
  • La temperatura del agua se fijó en 25 ± 2 °C y la concentración de oxígeno osciló entre 5,4 y 6,7 ppm.

Al final del ensayo, los peces casi quintuplicaron su peso (Cuadro 1). El peso final de los peces del grupo de control fue menor (76,6 g) que el de los grupos de tratamiento (83,3 g y 81,2 g para el tratamiento 1 y 2, respectivamente), en los que la lubina recibió lisolocitina. Además, la adición de lisolocitinas dio lugar a una mejora de la eficiencia alimentaria (FE) y de la relación de conversión alimentaria (FCR). Además, estos dos parámetros sólo fueron significativamente mejores que los del grupo de control cuando se administró el producto de prueba (P=0,007 y P=0,013 respectivamente).

Conclusiones

A partir de este ensayo quedó claro que la adición de productos a base de (liso-) lecitina (750 g/tonelada) a la dieta de la lubina que contiene un 38,8% de materias primas basadas en el pescado y un 56,2% de materias primas de origen vegetal, dio lugar a un mejor crecimiento, FE y FCR. La alimentación con un producto con un mayor contenido de lisofosfolípidos dio lugar a los mejores resultados.

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