El cambio climático mundial se está acelerando a un ritmo sin precedentes y la consiguiente temperatura ambiental elevada es un factor inhibidor en algunos países productores de aves de corral. En este artículo se analiza la suplementación dietética de probióticos en aves de corral para contrarrestar los efectos nocivos del estrés térmico.
El estrés térmico compromete la salud, el bienestar, el rendimiento y la productividad de las aves al disminuir el consumo de alimento, reducir la utilización de nutrientes, interrumpir la estructura intestinal y afectar al sistema inmunitario. Además, el estrés térmico provoca una elevada mortalidad y graves pérdidas económicas estimadas en 240 millones de dólares al año en Estados Unidos. Por lo tanto, se necesitan estrategias de gestión y nutrición para paliar los efectos adversos del estrés térmico en la industria avícola.
Estrés térmico en las aves de corral
El estrés térmico se produce cuando la temperatura corporal central del ave aumenta hasta alcanzar temperaturas mortales debido a la escasa pérdida de calor y a los limitados medios de afrontamiento. Las aves son homeotermos con una zona de neutralidad térmica limitada de 18°C a 30°C. Cuando la temperatura ambiente sobrepasa el límite superior de la zona neutra térmica y el índice de temperatura-humedad supera los 21°C, las aves no pueden regular eficazmente el calor corporal y están expuestas al estrés térmico. El estrés térmico (ETC) afecta a las aves de dos formas: aguda (exposición al calor a corto plazo) o crónica (exposición al calor a largo plazo).
Impacto de la HS en la morfología y microbiología intestinales
El estrés térmico daña la morfología y la integridad de la barrera intestinal, lo que compromete la capacidad digestiva y de absorción y aumenta la permeabilidad a antígenos y toxinas luminales. Para disipar el calor extra, los flujos sanguíneos sistémicos se desvían de los órganos internos a la circulación periférica causando isquemia e hipoxia en las células epiteliales del intestino, comprometiendo así la morfología y la integridad intestinal de las aves expuestas al estrés térmico. Además, la corticosterona retrasa la proliferación de las células epiteliales intestinales, disminuye la altura de las vellosidades intestinales y la profundidad de las criptas, deteriora la mucosa intestinal, induce la producción de agentes proinflamatorios y aumenta la permeabilidad de la mucosa a antígenos patógenos en aves expuestas a altas temperaturas.
Además, el estrés térmico distorsiona la composición de la microbiota intestinal y altera la regulación del recambio celular del epitelio intestinal, la restitución epitelial y la reorganización de las uniones estrechas, lo que a su vez provoca cambios en la morfología y la integridad del intestino.
Impacto de la HS en la fisiología y el sistema inmunitario
El estrés térmico afecta negativamente al estado metabólico y al equilibrio fisiológico de las aves. El estrés térmico reduce los niveles de sodio y potasio en sangre, disminuye la presión parcial de dióxido de carbono, altera el equilibrio ácido-base y provoca alcalosis respiratoria. Además, el estrés térmico reduce las concentraciones séricas de hemoglobina, triyodotironina, proteínas plasmáticas, ácido úrico y colesterol de lipoproteínas de alta densidad, mientras que aumenta las concentraciones séricas de corticosterona, triglicéridos, colesterol total y colesterol de lipoproteínas de baja densidad. La exposición al calor a corto plazo aumenta el nivel de glucosa en sangre; sin embargo, la exposición al calor a largo plazo disminuye el nivel de glucosa en sangre de las aves. Además, el estrés térmico deteriora la función inmunitaria, afecta a las enzimas antioxidantes, aumenta la vulnerabilidad a las infecciones e incrementa las tasas de mortalidad y morbilidad.
Efectos del estrés térmico en el rendimiento
El estrés térmico disminuye la producción de huevos en las gallinas ponedoras, debido a la falta de apetito, la reducción de la ingesta de pienso, el deterioro de la digestión y el metabolismo, la alteración del estado endocrino, el aumento de la hormona corticosterona, los cambios metabólicos a nivel sistémico y celular, y los cambios en la composición corporal.
Efectos de los probióticos en la morfología y microbiología intestinales
Los probióticos tienen efectos beneficiosos sobre la diversidad y la población microbiana intestinal, así como sobre la morfología y la integridad del intestino de las aves de corral sometidas a altas temperaturas ambientales. Diferentes tipos y dosis de probióticos tienen diversos efectos en distintos segmentos de los órganos gastrointestinales. Los probióticos regulan el nivel de corticosterona y controlan la liberación excesiva de agentes proinflamatorios para revertir el deterioro de la estructura de las vellosidades y las criptas, las lesiones del tejido intestinal y el aumento de la permeabilidad intestinal de las aves sometidas a estrés térmico. La capa de mucus cubre la superficie de absorción intestinal, actúa como barrera contra la invasión bacteriana y mantiene la integridad intestinal de las aves de corral. El estrés térmico disminuye el número de células caliciformes productoras de moco localizadas en las vellosidades ileales de las codornices. El probiótico Bacillus licheniformis mantiene el recuento de células caliciformes en el íleon y el ciego de gallinas sometidas a estrés térmico. Los probióticos a base de Lactobacillus aumentan el recuento de células caliciformes en el duodeno y el yeyuno de pollos de engorde sometidos a estrés térmico mediante la modulación de la expresión del ARNm de la mucina y la aceleración de la diferenciación de las células caliciformes. La suplementación de la dieta con una mezcla probiótica de Bacillus licheniformis, Bacillus subtilis y Lactiplantibacillus plantarum mejora la permeabilidad de la mucosa intestinal de los pollos de engorde sometidos a estrés térmico al aumentar la resistencia eléctrica transepitelial. Una mezcla probiótica de Lactiplantibacillus plantarum, Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus bulgaricus, Lacticaseibacillus rhamnosus, Bacillus bifidum, Streptococcus thermophilus, Enterococcus faecium, Aspergillus oryzae y Candida pintolopesii disminuye la concentración sérica de oxidantes totales e invierte el aumento de la permeabilidad intestinal en pollos de engorde sometidos a estrés térmico. La alimentación con una mezcla de Lactobacillus pentosus y Lactobacillus acidophilus inhibe los efectos adversos del estrés térmico sobre la capacidad antioxidante del hígado mediante la producción de sustancias bioactivas con capacidad quelante de radicales libres.
Efectos de los probióticos en la fisiología y el sistema inmunitario
Los probióticos reducen el nivel circulante de corticosterona y aumentan la concentración sérica de hormonas tiroideas (T3 y T4), mejorando así la digestión y el metabolismo de los pollos de engorde sometidos a estrés térmico. El probiótico Protexin Boost aumenta el nivel de ácido úrico en el suero, lo que indica una menor digestibilidad de las proteínas en las aves sometidas a estrés térmico, y aumenta la concentración de hemoglobina, pero las especies de Lactobacillus y el cultivo de levaduras aumentan la proteína plasmática total, lo que indica una alta digestibilidad de las proteínas. El aumento del nivel de ácido úrico alivia el daño oxidativo tras el estrés térmico en las aves. Los probióticos reducen la proporción entre heterófilos y linfocitos y restauran la función y el desarrollo normales del sistema inmunitario, al tiempo que mejoran las respuestas de anticuerpos y el recuento de leucocitos en aves criadas a altas temperaturas. El probiótico Bacillus licheniformis revierte la disminución del número de linfocitos intraepiteliales en el íleon y el ciego y el aumento del recuento de mastocitos en gallinas ponedoras sometidas a estrés por calor, evitando así las respuestas inflamatorias excesivas en el intestino y mejorando el sistema inmunitario. Los probióticos a base de lactobacilosalivian el aumento del recuento de linfocitos intraepiteliales en segmentos intestinales de pollos de engorde sometidos a estrés térmico, manteniendo así el equilibrio de la respuesta inmunitaria de la mucosa.
Efectos de los probióticos en el rendimiento
Los probióticos mejoran el metabolismo y el crecimiento de las aves al aumentar la actividad de las enzimas digestivas, disminuir la actividad de las enzimas bacterianas, mejorar la digestibilidad de las proteínas y reducir la producción de amoníaco. Una mezcla de Lactobacillus pentosus y Lactobacillus acidophilus mejora el crecimiento y el índice de conversión de los pollos de engorde sometidos a estrés térmico. La suplementación dietética con Bacillus subtilis aumenta el rendimiento del crecimiento, y los probióticos suplementarios que contienen Bacillus licheniformis, Bacillus subtilis y Lactiplantibacillus plantarum mejoran la relación pienso-ganancia de los pollos de engorde criados en condiciones de calor. Lactiplantibacillus plantarum, Lactobacillus bulgaricus, Lactobacillus acidophilus, Lacticaseibacillus rhamnosus, Bacillus bifidum, Bacillus licheniformis, Streptococcus thermophilus, Enterococcus faecium, Aspergillus oryzae y Candida pintolopesii mejoran la producción de huevos y el consumo de pienso en gallinas ponedoras sometidas a estrés térmico.
Los probióticos arrojan resultados prometedores
El estrés por calor es uno de los principales problemas de salud y bienestar en los sistemas de producción avícola, ya que afecta a la morfología y microbiología intestinal, la fisiología, el sistema inmunitario y el rendimiento de las aves. Los probióticos mejoran la ecología y morfología microbiana intestinal, las condiciones fisiológicas, el sistema inmunitario y el rendimiento de las aves sometidas a estrés térmico. Sin embargo, es necesario seguir investigando para evaluar la dosis óptima de suplementación probiótica.
Se facilitan referencias previa solicitud.