Al parecer, durante unos años los agricultores polacos alimentaron involuntariamente a las aves de corral con aceites técnicos destinados a la producción de grasas, lubricantes y biocombustibles. El escándalo podría ensombrecer las exportaciones polacas de aves de corral.
A principios de octubre, la policía polaca detuvo a 4 personas por presunto fraude, acusándolas de vender aceites a numerosas fábricas de piensos de todo el país clasificados para uso industrial exclusivamente. Los medios de comunicación polacos Wirtualna Polska y Onet informaron, citando fuentes de la policía, que las acusaciones en el momento de redactar el informe se limitaban al periodo comprendido entre enero de 2020, pero la práctica ilegal podría haber comenzado ya en 2017
El fraude fue cometido por la sucursal polaca de una empresa alemana de piensos, según otro medio de comunicación , Wiadomosci. Cerca de 66 fábricas de piensos compraron aceite técnico a la empresa, algunas de las cuales pertenecen a los mayores productores avícolas polacos. Los ingresos por la venta de productos falsificados se estimaron en cerca de 35 millones de euros
La calidad en el punto de mira
El escándalo ha suscitado dudas sobre la calidad de las aves de corral polacas. La publicación polaca Rzeczpospolita, citando a expertos locales, afirmó que los clientes extranjeros son bastante sensibles a las cuestiones de calidad y podrían plantear dudas sobre el control veterinario en la industria avícola y de piensos
Polonia es el mayor productor europeo de aves de corral y el mayor exportador. En 2021, el país fabricó 3,1 millones de toneladas de carne de ave y exportó 1,47 millones de toneladas, principalmente a otros países europeos. Polonia también produce entre 500.000 y 550.000 toneladas de ovoproductos
Además, algunos de los aceites implicados en los fraudes podrían contener grandes cantidades de pesticidas, según informan las publicaciones locales citando fuentes del departamento de policía. Su consumo a largo plazo puede contribuir a aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, cáncer de próstata y leucemia. Además, los pesticidas dañan el sistema nervioso, aumentando el riesgo de demencia, enfermedad de Alzheimer y enfermedad de Parkinson
¿Se necesita más control?
En este contexto, Henryk Kowalczyk, Ministro de Agricultura polaco, intervino asegurando que la producción de piensos en Polonia está sometida a un control continuo, y que las inspecciones rutinarias demuestran que todos los productos comercializados cumplen todas las normas de calidad. Añadió que de las 300 muestras que se toman de media al año, no se ha detectado ningún rastro de sustancias peligrosas
Por otro lado, a raíz del escándalo, añadió que se llevarían a cabo inspecciones adicionales tanto de la carne de ave como de la producción de piensos, sin dar más detalles